EL LIBRO COMO SOPORTE: DE ÁTOMOS A BITS

Febrero de 2000

Ó Luis A. Segura

Magister en Tecnología Educativa
lsegu@huma.unca.edu.ar

 

 

 

1.- EL LIBRO COMO SOPORTE DE INFORMACIÓN

1.1- El libro: su importancia a través de la historia

         Ernest Robert Curtius señaló que "el libro recibe su consagración suprema del cristianismo, religión del Libro Sagrado. Cristo es el único Dios que el arte antiguo representa con un volúmen".

         El verbo, la palabra, en muchas civilizaciones poseía un significado sagrado y como tal era resguardado y temido.

El libro es el soporte material de ideas, suficientemente robusto para no degradarse demasiado  con el paso del tiempo, liviano para transportar, de tamaño apropiado para sostener con las manos, fácil de apilar y de conservar, etcétera.  Una especie de "ladrillo universal", elemento indispensable de toda construcción intelectual, una memoria externa confiable y resistente sobre la cual se ha construido la sociedad moderna.

Verba volant scripta manent, "las palabras se las lleva el viento", los textos quedan y aseguran la transferencia de conocimientos de generación en generación.

El libro es el fundamento de la civilización. Es difícil imaginar una educación sin libros, sin publicaciones.  Sin embargo, en nuestro caso, vamos a dedicar la mayor parte de este trabajo a concebir el libro-soporte independientemente de su contenido, aún cuando representa un ejercicio de abstracción que se enfrenta con nuestra experiencia inmediata (los sentidos).

Como lo expresa Joaquín Mª Aguirre Romero, "no debemos confundir los libros con eso que llamamos cultura. El libro es el elemento material que sirve, entre otros muchos, para hacer circular la información que constituye nuestra cultura"

           

1.2 Sensaciones que produce el libro en nuestro cuerpo:

         El tacto, la vista (el olfato, indican algunos) se aúnan en una experiencia en la que a la materialidad del objeto se une su experiencia intelectual. Es que el cuerpo, habituado a sensaciones vinculadas a la materia (peso, forma, superficie sobre la que los dedos se deslizan), echa de menos los efectos sensibles del libro-objeto cuando prescindimos de él.  La lectura no es sólo un acto intelectual; es, a la vez, una acto físico, sensual, al que el cuerpo se habitúa.

 

1.2 Textos escritos: lectura lineal

         Según José Luis Rodríguez Diéguez, "los tebeos ponen claramente de manifiesto una característica dominante de nuestra cultura. El tebeo se lee siguiendo lo que algunos autores han llamado "línea de indicatividad". Esta línea de indicatividad marca la pauta de lectura a seguir. Se sabe que la página de la historieta se comienza por arriba a la izquierda, se sigue de izquierda a derecha, y de arriba abajo" Ver figura 1

         En nuestro contexto, se aprende a leer según esa misma pauta, no es otra cosa que un uso cultural. Por ejemplo, los tebeos autóctonos árabes se leen de derecha a izquierda.  El uso cultural influenciado por la lectura de la lengua árabe marca esa dirección de lectura en el mundo islámico.

 

 

                   Existen en este proceso una serie de pecualiaridades de tipo temporal. En el tebeo, el cuadro de arriba a la izquierda suele presentar un hecho que ocurre habitualmente antes que el cuadro siguiente de la derecha. Existe una correspondencia entre el proceso de localización de la historia y el proceso temporal. El tiempo se expresa por medio de lugares. Esa correspondencia entre espacio y tiempo es el que crea la línea de indicatividad. En una palabra, se lee linealmente.  Figura 2

         Cabe la posibilidad de que el lector se salte unas líneas, unas páginas o un capítulo. Pero la lógica del libro no es esa, sino la de una secuencia sistemática. Incluso "saltarse" algo

puede provocar en el lector una cierta conciencia de infracción a las normas de lectura.

 

 

1.3 El costo final del libro:

            Para que un libro llegue hasta nosotros hay que almacenarlo y transportarlo. En el caso de los libros de textos, el 45 % del coste corresponde al almacén, transporte y devoluciones. Peor aún, un libro puede agotarse o devolverse. En este último caso ocurre cuando un  libro  no se vende en las librerías , es entonces devuelto al editor.

         "La librería promedio carece de la estantería suficiente para exhibir los cerca de 50.000 nuevos títulos que se publican cada año, mucho menos los otros 700.000 ya impresos. Cualquier libro que no pueda llegar a las librerías desaparece sin dejar rastro"

         Otra característica especial de la industria del libro es que en ella hay poca oportunidad para que el consumidor se apegue al producto. Cuando un comprador de libros escoge una novela, raramente lo hace sobre la base de quién la publica sino porque la escribió   Borges. No es la casa editorial la que vende un libro, es el autor, el título llamativo, una sobrecubierta artística, la recomendación de alguien,  el mérito literario o tal vez algún truco publicitario.

 

LA DIGITALIZACIÓN DEL LIBRO

2.1 De átomos a bits:

            Esta distinción expuesta con contundencia por Nicholas Negroponte es central en la discusión sobre la función del libro en la llamada "era digital".

 

 

         Pero antes de abordar las características del libro digital, convendría explicar qué es un bits.

         Hace miles de años, empezamos a contar con los dedos y  de allí nacieron los números o dígitos, que eran diez. Hasta que se inventó el 0. Leibniz probó que todos los números se pueden escribir con sólo dos dígitos, el 1 y el 0.

         Se inauguró así en el siglo XVII la "era binaria". Se demostró después que esta simplificación favorecía el cálculo automático y que las máquinas podían efectuar cualquier cálculo realizado efectivamente por un calculista humano (conocido también como "computador"). A estas máquinas se las llamó, en inglés, digital computers, computadoras o cumputadores digitales. A los dígitos binarios 1 y 0 se los bautizó bits, binary digits, que se convirtieron en los "elementos" de la información. Y comenzó a mediados de este siglo la "era digital". Las máquinas digitales se revelaron como "máquinas universales" y pronto desbordaron el cauce numérico de sus orígenes. No sólo sirven para hacer enormes cálculos a gran velocidad sino que los mismos dígitos binarios se pueden emplear para representar y para transmitir toda suerte de información, para procesar textos, imágenes y sonidos.

 

2.1 El libro dual:

         Así  define el Dr. Antonio Battro a lo que para él constituye un ejemplo de una modalidad que se difundirá en muy corto tiempo en el mundo editorial, el "libro dual", impreso y en la red.

         Según el mismo autor, a corto plazo, todos los textos, diarios y revistas, serán "duales", una versión en soporte de papel y otra en soporte digital.

Por el momento, a diferencia de las revistas, los libros raramente llegan a nuestro poder por la red. En su mayoría las grandes bibliotecas (y empresas editoriales) guardan celosamente sus tesoros como átomos que bien podrían estar en bits y ser distribuidos por todo el mundo.

         El primer libro que encontré en Internet fue en el año 1997, "La Educación Digital, una nueva era del conocimiento" del Dr. Antonio M. Battro y Percival J. Denham. Inmediatamente, por la URL (localizador universal de recursos): http://www.byd.com.ar/Publi10.htm llegué al servidor que guardaba el archivo en formato PDF. Al cabo de unos pocos minutos pude bajar a mi ordenador el libro completo en versión digital.

         Lo que hice seguidamente fue imprimir las 150 hojas aproximadamente que constituyen la versión digital completa del libro. Esto no sólo me representó un tiempo considerable de impresión sino un costo final alto, teniendo en cuenta las hojas y la tinta utilizada por mi impresora.       Aún así, constituyó para mí una experiencia única, quizás por ser la primera vez que tenía acceso a un libro de una forma no convencional.

En cierta oportunidad, tuve la suerte de conocer personalmente al Dr. Battro y recuerdo haberle preguntado algo que hasta ese entonces era una gran duda en mí: ¿por qué poner un libro en Internet cuando se supone que puede ganar más vendiéndolo a través de una editorial?. Me respondió: "hay un estudio en el MIT que dice que un libro puesto gratis en la red aumenta las ventas de su versión impresa. Nosotros quisimos experimentar esto y el resultado fue que en las primeras semanas que estuvo en Internet, cada 6 minutos, alguien bajaba el texto".

Por otro lado, continúa diciendo el mismo autor,  "es incómodo leer un libro en la pantalla y mucho más caro imprimirlo usando una impresora. Creo que el lector digital, simplemente lo hojea en la pantalla o imprime una parte y, si le interesa, puede optar por comprar la versión impresa".

         Los libros digitales pueden circular por Internet sin costo alguno (si su autor así lo decide), moviéndose a la velocidad de la luz y sin agotarse nunca. De esta forma, toda persona que tenga acceso a Internet podrá leer el libro.

         Este cambio de átomos a bits abre nuevas esperanzas para las instituciones educativas más pobres y marginadas y modificará decisivamente las inversiones culturales del individuo y de la sociedad.    

            Queda pendiente resolver también el tema de los derechos de autor y del comercio de las ideas o patentes en la era digital.

         En definitiva, nada impide, desde un punto de vista técnico, que un libro impreso como "átomos" pueda ser también distribuido por la red en bits. De hecho los libros actuales se escriben con un procesador de textos, nacen bajo el formato digital y son aptos para su distribución inmediata por las redes digitales.

         Los nuevos soportes están permitiendo recuperar mucha información de etapas anteriores (digitalización de archivos y fondos de bibliotecas) haciéndola circular socialmente. Es así que, muchas obras inaccesibles para la gran mayoría están a disposición  de todos. Por ejemplo, la Biblioteca Nacional Francesa (BNF) ha puesto en Internet todas las obras de autores franceses muertos hace más de 70 años. Los usuarios interesados  en literatura francesa pueden descargar gratuitamente las obras de estos escritores desde la página web de la BNF (http://www.gallica.bnf.fr)

En definitiva, no solo se trata de buscar el mejor soporte para la información sino también hacer que esta última llegue a todos por igual.

 

         Es evidente también que estos cambios requieren de nuevas actitudes por parte de nosotros, no sólo representada en el mecanismo de lectura, sino también en la adaptación a esta  nueva forma de presentar la información de manera no convencional, es decir, ya no en papel sino en la pantalla de nuestro ordenador.

         El "shock del futuro", así se titula una de las obras clásicas entre los estudios de los procesos actuales de cambio de A. Toffler (1976). El shock se produce cuando los cambios en el medio suceden a una velocidad mayor que la capacidad del hombre de reaccionar ante ellos.  Las reglas, los esquemas y las rutinas que les habían servido a las personas para adaptarse a la realidad comienzan a ser inservibles a una velocidad cada vez mayor, por lo que "a menos que el hombre aprenda rápidamente a dominar el ritmo del cambio en sus asuntos personales, y también en la sociedad en general, nos veremos condenados a un fracaso masivo de adaptación".

           

2.3 El hipertexto: lectura asociativa

Llamamos "hipertextos" a objetos con múltiples lecturas, es decir a conjuntos integrados por varios niveles de conexión entre textos, imágenes y sonidos. También se conocen como "multimedios"

         Frente al modelo lineal, correspondiente a la lectura de un libro y descripto en el punto 1.2, el hipertexto presenta una secuencia mucho más flexible, más susceptible de ser adaptada a los intereses y posibilidades del lector.  Ver figura 3

 

 

 

 

 

 

         El proceso lector puede verse representado en la figura 3. El proceso puede iniciarse por distintos puntos: por B, por C, por D...

         B es una información a la que se asocian con fuerza equivalente las informaciones, E y F, y sin ninguna prioridad por parte de ninguna de ellas.  No hay razón alguna para pensar que E sea previo a F, ni a la inversa. Éste es el sentido de la secuencia posible en la lectura asociativa.

         La lógica del hipertextos va cobrando día a día mayor pujanza. La lectura selectiva, las omisiones, lagunas y los procesos de lectura rápida se orientan a esta finalidad frecuentemente. Incluso hay autores que defienden que el hipertexto será el futuro sustitutivo del texto convencional (Balajthy,1990).

         En un libro impreso, las frases, párrafos, páginas y capítulos se suceden en un orden determinado no sólo por el autor sino también por la estructura física y secuencial del propio libro. Aunque se puede acceder a un libro de forma aleatoria y nuestros ojos pueden hojearlo al azar, éste permanece siempre en los límites de las tres dimensiones físicas.    

 

"La literatura es el arte de la palabra, no el del papel. Tanto si resuena en nuestros oídos por boca de un juglar, como si aparece en un códice iluminado a mano o sobre un papel que ha pasado por prensas, la literatura es palabra. Cada medio o  soporte  posee   sus

propias características, pero no son las palabras. Sólo favorecen su difusión. Los nuevos soportes digitales también acogen la palabra y, por muy técnicos que nos puedan parecer, siempre hay detrás, en esas palabras, un ser humano queriéndose comunicar o expresar, haciéndonos llegar sus ideas y sentimientos, su palabra."

        

2.4 El mejor ejemplo de hipertexto: la web

         El nuevo espacio "hiperliterario" trasciende los límites físicos, arquitectónicos y geográficos, de una biblioteca en particular gracias a Internet y a la World Wide Web o www.

         Se trata de una consulta hipertextual al instante, que apela a miles de redes de computadoras locales o Webs. En lugar de consultar con el bibliotecario de la escuela pedimos simplemente a una de las "máquinas de búsqueda" de Internet que nos procure tal o cual información. Por este procedimiento de consulta comenzamos a "navegar" por Internet y saltamos de una biblioteca a otra con la facilidad más asombrosa, pasando de una universidad americana a una biblioteca europea, de un laboratorio de investigación a un museo de arte.    

 

           


CONCLUSIONES

 

            Por lo expuesto en el presente trabajo,  queda muy claro el importante papel que ha tenido y tiene hasta nuestros días el libro en la cultura en general.

         En la educación misma es difícil imaginar una educación sin libros, sin publicación.

         Sin embargo, esa cultura que hoy tenemos en papel encuadernado puede haber pasado por un estado de oralidad  (La Odisea), por papiros, pergaminos y papel, por voces, manuscritos e impresos. Hoy ya está en soporte digital y sigue tan fresca como hace casi tres mil años.

         En definitiva, podríamos decir que cualquier soporte que contribuya a la mejora de la circulación social de la información cumple su requisito de favorecer el florecimiento de la cultura.

        

 

Bibliografía consultada:

 

Aguirre Romero, J.Mª. "El futuro del libro". Versión digital extraída de Internet (http://ww.ucm.es/otros/especulo/número5/futlibro.htm). Febrero del 2000.

 

Battro, A. y Denham, P. "La educación digital. Una nueva era del conocimiento". Versión digital extraída de Internet (http://www.byd.com.ar/Publí10.htm) . Febrero del 2000.

 

Merrill, J.C.  y otros. (1992) "Medios de comunicación social." Fundación Germán Sánchez Ruipérez. España.

 

Revista Computer Hoy. Nº 35 Año III. 2000. Pág. 7

 

Rodríguez Diéguez, J.L. y Sáenz Barrio, O. (1995). "Tecnología educativa. Nuevas tecnologías aplicadas a la educación". Edit. Marfíl, S.A. España.