Posmodernidad, Educación y Arte Terapia:

una triada para ser (re) pensada.

 

 

Abstract: en el actual contexto socio - histórico, creo importante (re) pensar posibles articulaciones entre el arte terapia y las instituciones educativas de nuestros días, que tengan como propósito la expresión, de manera democrática, a través del arte, de aquellas personas que de alguna manera u otra transitan por la educación.

 

Autor: Daniel E. Benadava, Licenciado en Psicología (U.B.A.), Profesor de enseñanza media y superior en Psicología (U.B.A.), cursando el Postgrado de Especialización en Arte Terapia (I.U.N.A.)

 

Email: dachesy@yahoo.com.ar

 

" ... Los alumnos, perros de todas las razas, colores y tamaños, aprenden a no ser perros.  Cuando ladran, la profesora los castiga apretándoles el hocico con el puño y pegando un doloroso tirón al collar de pinchos de acero.  Cuando callan, la profesora les recompensa el silencio con golosinas.  Así se enseña el olvido de ladrar ... "

Eduardo Galeano.

 

 

 

Posmodernidad: un contexto complejo.

La posmodernidad es una etapa socio histórica en la que se destacan, entre otras cuestiones,  la competencia salvaje, el individualismo egocéntrico, el reinado de las apariencias, la obsesión por el consumo, la cada vez mayor desigual distribución de las riquezas, una fuerte exclusión laboral, un aumento alarmante de enfermedades infecciosas para las que hace décadas existe cura, y un incremento dramático de diferentes patologías sociales tales como depresiones crónicas, abuso de alcohol y drogas y suicidios.  En este contexto, la vida educativa se ha transformado en un laberinto por el que se hace difícil transitar.  Por este motivo es que, tal vez, en muchas ocasiones, la escuela lejos de “ poner en crisis ” las visiones de la cultura dominante, las reproduce operando en forma homogénea, triturando e invisibilizando las diferencias de sentido y la diversidad de prácticas, instituyendo, de manera totalizadora, no solo lo que debe ser, sino también, lo que es.

Frente a estas problemáticas, todos aquellos que transitan por una institución educativa, deberían estar comprometidos en la construcción y producción de nuevos significados sociales que favorezcan el dialogo, la libertad de expresión y la pluralidad de sentidos. 

Esto resultará mas “ eficaz ” en tanto y cuanto se tenga en claro que toda subjetividad, por estar condicionada en el momento socio - histórico en el que se desarrolla, debe ser vista como fragmentada y en perpetuo cambio, ya que la misma es siempre la resultante de múltiples determinaciones, en general contradictorias entre si, y en permanente tensión mutua. 

Continuando con esta línea de pensamiento se caerá en la cuenta de que al ser múltiples, y en todos los casos diferentes las determinaciones que conforman una subjetividad, en la construcción de nuevos significados sociales, todos aquellos que transitan por una institución educativa deben estar implicados, ya que cada uno hablará desde su lugar, necesariamente particular, y por ende diferente al de los demás.  De ahí que habrá que entender que no existen discursos sobre la realidad verdaderos y falsos, superiores e inferiores, sino que, por el contrario, existen diversos y diferentes narrativas, que son inevitablemente parciales ya que, entre otras cosas, “ dependen ” de la posición desde la cual son emitidos.

Ahora bien, en este punto creo que es donde se encuentra una de las mayores encrucijadas de la vida institucional de nuestros días, es decir, el poder hallar una vía que propicie que los diferentes integrantes de la misma puedan expresarse de forma democrática y, que además, sientan que su posición es valorada por los demás, sin ser juzgada simplemente por ser diferente.

 

El Arte Terapia en momentos de “ homogeneidad ” educativa.

Tal vez una herramienta para comenzar a desandar esta encrucijada  es aquella que proviene del Arte Terapia.

A grandes rasgos, el Arte Terapia podría ser definido como una disciplina que, dentro del ámbito de la salud, utiliza el arte con fines terapéuticos.

En particular, entiendo lo terapéutico como aquella “ actividad ”, a través de la cual, se busca que acontezca un cambio allí donde alguien sufre, brindando un ámbito propicio para que la persona se asuma como tal, es decir que pueda mirar a quienes lo rodean  como semejantes que, si bien son diferentes a él, tienen iguales derechos y obligaciones a los suyos.  Así mismo, entiendo que, según lo veo, los problemas humanos no deben ser resueltos, únicamente, en el plano de lo psíquico, es decir organizándolos de acuerdo a las “ estructuras de parentesco ” , sino que además, lo terapéutico consiste en favorecer que el sujeto que se encuentra lesionado, extraviado o inhibido, pueda ocupar un lugar, en este caso, en la institución educativa, y logre, a través de la comunicación con sus semejantes, construir diferentes estrategias para modificar aquellas cuestiones objetivas que precarizan su existir.

Por su parte, al arte lo comprendo como un medio diferente, pero de igual validez y eficacia que la palabra, para que la persona pueda “ poner luz ”,  a través de su obra, a aquello que pugna por ser expresado y no encuentra las vocales y consonantes para hacerlo.  En otras palabras, entiendo que el arte debe ser tomado en su doble y dialéctico carácter: por un lado, facilita que la persona exprese una situación concreta o un sentimiento que lo “ paraliza ”  y no puede verbalizar;  y por otro lado, a través de la obra artística, el hombre puede pensar y crear nuevas realidades “ debatidas ” colectivamente con sus semejantes.  En síntesis, según lo comprendo el arte constituye un esfuerzo por representar la dignidad del hombre, en esa tensión que se presenta entre su conocimiento amargo de la realidad, y su necesidad de transformarla y humanizarla.

Así mismo, es importante tener presente que en toda institución educativa, ya sea de nivel inicial, medio o terciario, existen cuanto menos cuatro sectores diferenciados y que, de una manera u otra, interactúan de forma cotidiana, a saber: los docentes, los alumnos, los padres y el personal administrativo en general.  Es interesante pensar que, en muchas ocasiones, entre estos diferentes actores, hay intereses – valores antagónicos, que no se encuentran explicitados verbalmente lo cual frecuentemente propicia que las personas comiencen a actuar de manera “ autómata ”, perdiendo interés por la actividad que llevan adelante.  También se encuentra en estos sujetos sentimientos ligados con la mortificación tales como el mal humor, falta de viveza y fuerza corporal, actitudes de resignación, disminución y / o desaparición del accionar crítico.

Ahora bien, frente a esta situación “ siniestra ” que inhibe y paraliza a las personas sin que ellas se den cuenta de esto, creo que podría ser utilizado el Arte Terapia, como camino para que aquellas cuestiones no verbalizadas, que entorpecen el democrático funcionamiento de la institución educativa, sean expresados a través de “ signos gráficos y marcas visuales ”.

 

Jornadas para la construcción de una institución educativa “ estéticamente democrática ”.

Diferentes son las técnicas que pueden implementarse en Arte Terapia, como así también diversos son los recursos espacio – temporales y materiales que se pueden utilizar, ya que los mismos siempre están sujetos a numerosas variables tales como el número y edad de los participantes, recursos económicos existentes, cantidad de espacios y tiempos disponibles para desarrollar la actividad, etc.

Ahora bien, en líneas generales entiendo que si se tiene como fin construir una institución educativa mas democrática, en donde no existan posicionamientos “ acallados ” o “ violentados ”, y se tome a las diferencias de sentido no como obstáculos  sino por el contrario como elementos insoslayables para construir una institución mas plural, es interesante tomar como punto de partida la realización de una Jornada de Arte Terapia en la que estén involucrados todos los sectores que en la institución educativa intervienen.

A grandes rasgos el encuentro podría ser dividido en cuatro instancias.

La primera estaría dedicada a la expresión de aquello que estando censurado, siempre pugna por ser expresado.  Para esto sería útil sub dividir a los participantes de acuerdo a su “ grupo de pertenencia ” ya que, para llegar a dialogar con personas que ocupan otros roles, previamente entiendo que es indispensable que los sujetos pertenecientes a un mismo sector descubran cuales son sus visiones sobre la institución.  Una vez que los participantes se encuentren divididos en grupos, en lo posible de una cantidad no mayor a ocho integrantes, se les pedirá que en forma gráfica, construyan una o varias imágenes, sobre aquellas cuestiones que entienden que entorpecen el democrático funcionamiento de la institución.

Un segundo momento debería dedicarse a la contemplación y socialización de las imágenes creadas por los demás grupos.  Esta etapa es de crucial importancia, ya que en la misma, las personas pueden vislumbrar cuestiones problemáticas que ellos antes no habían podido captar por encontrarse en otro sitio de la institución.

De esta manera, entiendo que estas dos etapas resultaran altamente fecundas, ya que por un lado, propiciarán que cada uno sea reconocido como una persona con un posicionamiento particular que necesariamente  depende de aquellos lugares de los que proviene;  y por otro lado, facilitarán abrir posibles interrogaciones y problematizaciones sobre aquel espacio institucional que, en ocasiones, causa malestar,  y acalla las voces disidentes de lo instituido.

Así mismo, al tener la posibilidad de expresarse, a través de su obra artística, los integrantes de una institución escolar podrán abandonar - posibles - actitudes de resignación y mortificación, que muchas veces aparecen cuando en un espacio, aquel que tiene un posicionamiento diferente al instituido, no es respetado;  y por ende, podrán recuperar una actitud mas humana, es decir, pensante.

También, el que estas actividades sean grupales propiciará que, al transitar por ellas, las personas puedan superar su visión única, monocular y narcisista ya que, al contemplar las demás producciones artísticas, podrán “ enriquecerse ” debido a que verán cuestiones antes no percibidas por ellos. 

Este conjunto de experiencias crearán el ámbito propicio para dar paso a la tercera etapa de la Jornada en la que, en “ grupos heterogéneos ”, es decir conformados por docentes, alumnos, padres y personal administrativo, y tomando como punto de partida las imágenes creadas en las instancias anteriores, los diferentes integrantes de la institución educativa podrán debatir para intentar, entre todos ellos, construir nuevas significaciones que tengan como horizonte la creación de nuevas formas de vincularse, mas democráticas y plurales.

Por último, en el cuarto momento, por cada grupo se elegirá un delegado, quién será el encargado de comentarle al resto de los participantes del encuentro, en un plenario, cuales son las conclusiones a las que ellos arribaron.  De esta manera, al finalizar el encuentro, todos los que por él transitaron, sabrán que es lo que se estuvo debatiendo en el resto de los grupos, y esto se convertirá, en última instancia, en la semilla que  “ porfiadamente ” intentará crecer y dar como fruto, no un páramo, sino por el contrario, una institución educativa marcada por la libertad y la pluralidad de sentidos.

Todas estas instancias tendrían que ser coordinadas por profesionales que, desde un sitio excéntrico pero no ajeno a la institución, puedan, a través de sus intervenciones, favorecer el pasaje de la alienante mortificación que acalla discursos hacia, por un lado, la instauración de  “ transgresiones ” que apunten a fundar nuevos espacios mas libres y democráticos, y, por otro lado, la invención de “ utopías  esperanzadoras ” que inviten a los participares de la Jornada a ilusionarse con la posibilidad de producir cambios que acontezcan en el aquí y ahora, y no en un futuro lejano, borroso y engañoso.

 

Breve conclusión “ ética y estética ”.

Situados en una institución educativa, que en muchas ocasiones propicia mas el desvinculo que el vínculo entre sus integrantes, que en oportunidades procura que los callados no se hagan preguntones, ni que los opinados se vuelvan opinadores, y que por momentos favorece que se vea al  prójimo como una amenaza y no como una promesa, creo importante pensar la validez de la utilización de aquellas herramientas que nos brinda el Arte Terapia, como camino - no transitado en muchos casos aún - para denunciar la vida y la desgracia, la alegría y el desamparo por los que atraviesan aquellos que se encuentran en una institución escolar.  De ahí que entiendo que, la utilización del Arte Terapia en  la institución educativa creará un ámbito propicio para la construcción de un  proceso de devenir, que nos permita soñar en la existencia de un espacio educativo más plural y democrático, creado ética y estéticamente entre todos sus integrantes.

Tal vez, luego de la lectura del presente texto, hayan quedado muchas preguntas y alguna que otra certidumbre.  Esto ha sido así ya que, en todos los párrafos anteriores, busqué plantear posibles, pero no acabados, puntos desde donde comenzar a (re) pensar las posibles relaciones que se pueden establecer entre el Arte Terapia y las instituciones educativas de nuestros tiempos.

Es una apuesta fuerte y compleja, que posiblemente no sea exitosa en un principio.  Pero entiendo que es preferible “ morir ” en el intento, antes que contentarse con la obtención de logros que lejos de romper con las estructuras institucionales que anestesian el desarrollo humano, favorecen su reproducción de manera siniestra.

 

Bibliografía consultada:

* Da Silveira, Nise (2001). El mundo de las imágenes. En Da Silveira, Nise y Mello, Luis, Imágenes del Inconsciente. Buenos Aires: Fundación Proa.

* Flecha, Ramón (1994). Las nuevas desigualdades educativas. Barcelona: Paidos.

* Galeano, Eduardo (1998). Patas Arriba. La escuela del mundo al revés. Buenos Aires: Ed. Catálogos.

* Lefebvre, Henry (1956). Contribución a la estética. Buenos Aires: Ed. Procyon.

* Mendel, G. (1972). Sociopsicoanálisis institucional I y  II. Buenos Aires: Ed. Amorrortu.

* Ulloa, Fernando (1995). Novela clínica psicoanalítica.  Historial de una práctica.  Buenos Aires: Ed. Paídos.