1.
INTRODUCCIÓN
La iniciativa de realizar este trabajo
dentro del ámbito de la Psicología del
Pensamiento no es algo que haya surgido gratuito como efecto de la mera
espontaneidad o el azar,sino que fue un objetivo que perseguí desde el mismo
momento en que tuve en mis manos la hoja sobre temas de posibles trabajos de
esta materia,en principio un tanto huidiza pero que,al menos, a mí me ha
acabado por cautivar.
Me he interesado en concreto por el
análisis de la diferente gama de
explicaciones,razonamientos y argumentos que sobre las posibles vías de
resolución del complicado conflicto de Kosovo y el enfrentamiento entre la OTAN
y Yugoslavia dan tanto “expertos”,o mejor dicho,personas más familiarizadas con
asuntos de contenidos y relevancia similar(historiadores,sociólogos,profesores
de Relaciones Internacionales,Derecho Internacional,etc...) como la gente
corriente más concentrada en sus problemas del día a día,y que conoce el
desarrollo de las acciones bélicas a través de los medios de comunicación social.
Parece significativo que lo que se
percibe en las explicaciones de unos y otros es,que, a excepción de la mayor
cantidad y pulcritud en la presentación de datos que aportan los expertos,los
argumentos de este conflicto de naturaleza primordialmente político-social se
sostienen sobre unas teorías previas que más que pensamiento y razonamiento
cualitativamente reflexivo,son opiniones de cómo se debe resolver la situación
con una notable dosis de carga emocional.Y esto último,pienso,que distorsiona
mucho el plausible análisis sereno de los antecedentes y desencadenantes del
conflicto.
En pocas palabras complica la tarea de
contestar a los tres interrogantes de partida que estuvimos debatiendo en las
reuniones preliminares para la realización de este trabajo:
-¿Se debe enseñar a pensar sobre
problemas de cariz político y social?¿Se puede enseñar a pensar sobre estos
problemas?¿Cómo se debería llevar a
cabo una eficaz enseñanza acerca de estos pensamientos que se estructuran como
problemas abiertos y en principio,mal definidos?
Da la sensación de que tanto la gente
que lleva tiempo estudiando conflictos de este tipo como aquella otra que tan
sólo dispone de la información que le llega de los medios de comunicación se
alejan de análisis moderados pero más complejos mentalmente y tienden a
inclinarse más hacia comparaciones un tanto fuera de contexto.Se emplea mucho
la comparación inter-conflictos y se
deja de lado la profundidad del pensamiento puro y duro.
En esta introducción general intentaré
deslabazar a continuación lo que supone el modo de resolver problemas en los
determinados contextos en que nos movemos.Creo que ello contribuirá a delinear
un panorama más nítido acerca de los pensamientos e ideas de expertos y gente
corriente en conflictos tan urgentes de solución como el que nos ocupa de
Kosovo.
Muchas veces no caemos en la cuenta
que el sano ejercicio de pensar no se puede restringir tan sólo a activar
nuestras neuronas en los ámbitos académicos y/o profesionales,sino que abarca
además todo el gran espectro de habilidades y tareas que conforman nuestra vida
cotidiana,en donde el tiempo libre y de ocio también constituyen un espacio en
los que pensar,más que una rutina es un puro placer.Todos en algún momento,unos
más y otros menos,hemos disfrutado dándonos de cabezadas al intentar resolver
un crucigrama gigante o una sopa de letras que quema los dedos.
Si tuviésemos que calcular el tiempo
invertido en estos pasatiempos,quizás a alguno de nosotros le saldría una cifra
superior al tiempo empleado en algo tan necesario como dormir.
Por otra parte,la destreza que se nos
supone hemos ido adquiriendo en nuestros ya numerosos años de instrucción
escolar para analizar materias complejas y resolver problemas complicados,o
mejor dicho supuestamente complicados,es una habilidad que nos ha permitido
saltar obstáculos de una manera diferente a cómo hemos ido resolviendo
crucigramas en los ratos de ocio,dado,que,de alguna forma,nos ha venido
“impuesta” por nuestros padres primero y por nosotros mismos después,con el objetivo
de labrarnos un porvenir académico y profesional.
Cuando aprendí a jugar al balonmano en
los años de escolaridad obligatoria,los monitores nos enseñaban también a pensar en el juego en sí y en sus
reglas,y no sólo la adquisición de unas técnicas de recogida y lanzamiento del
balón.Así,ellos nos aleccionaban en cómo recepcionar correctamente el balón con
ambas manos,cómo girar la cintura para driblar a los contrarios,cómo robar la
pelota cuando el rival nos atacaba y finalmente cómo ser astuto y hábil en los
contraataques.En definitiva,nos estaban enseñando a resolver el problema de
ganar al equipo contrario,moldeando nuestro pensamiento.Y no sólo con
estrategias y tácticas deportivas,sino con mentalizaciones sistemáticas de cómo
aprovechar mejor nuestras habilidades individuales en favor de un mejor
engranaje del equipo.En cierta medida,nos intentaban comunicar de que ese
tiempo dedicado a pensar en nuestros errores pero también en nuestras virtudes
durante los entrenamientos por las tardes resultaba ser la fórmula más eficaz para resolver el
partido del fin de semana.
En comparación con el apasionante
deporte del balonmano,la interiorización de
los conceptos de una materia académica compleja como,por ejemplo,las
Matemáticas,supone activar al máximo durante el mayor tiempo posible nuestros
recursos cognitivos que hace un poco más díficil al profesor transmitir y
engarzar sus conocimientos y al alumno,no sólo comprender los pasos y solución
de las ecuaciones,sino aprender hábitos
para resolverlas cuando se enfrente en la soledad de su habitación a esta dura
tarea que,al menos nos parecen a muchos las ecuaciones matemáticas.
Podríamos admitir,de entrada,que a un
novato como es el estudiante que se enfrenta por primera vez al intento de dar
con la solución de los problemas de ecuaciones le es muy díficil intuir cómo
piensa y resuelve estas ecuaciones su experimentado profesor.Pero no sólo cómo
piensa sino fundamentalmente en qué
piensa cuando se dispone a hacer la tarea.
Incluso aquel profesor que demuestre
más suficiencia que sus colegas en poner sobre la mesa buenas explicaciones
acerca de los pasos dados para solucionar ecuaciones le resultará muy árido y
díficil hacer comprender al aprendiz su técnica y sobre todo,su hábito
construido,poco a poco,a lo largo de su dedicación docente.
Por ello,si cualquiera de nosotros
como futuros potenciales docentes pretendemos mejorar los procesos de
pensamiento del alumnado en el afrontamiento de problemas de una forma eficaz
tendremos que disponer no sólo de técnicas que nos permitan un análisis
profundo de las características individuales de cada alumno,sino que sería
esperable de nosotros que realizáramos la tarea de comparación con los modelos
de aprendizaje que nos fijamos como deseables,para así poder indicar con claridad
a nuestros interlocutores las posibles líneas de acción y detectar los
progresos de los alumnos con el objetivo de crear en ellos mismos unos hábitos
eficientes.En definitiva,crear unos programas útiles de enseñanza del
pensamiento.
En los diferentes puntos que tocaré en
este trabajo intentaré defender la idea de que resolver un problema
consiste,desde mi óptica particular,en ligar con sentido los datos entre sí y
con nuestros rastros de conocimientos y hallazgos previos de forma que se
origine un contexto nuevo,una ecualización
armónica de nuestros conocimientos que nos permita alcanzar el objetivo
propuesto de antemano.
Porque,de lo contrario,¿en qué se
parecerían las tareas de jugar una competición de balonmano y solucionar
ecuaciones u otros tipos de problemas formales de matemáticas?Probablemente en
poco,por no decir en casi nada.Es esa peculiar forma que tenemos los seres
humanos de representarnos acciones futuras en nuestra mente a partir de
experiencias pasadas el punto de encuentro y de parecido entre lo que significa
meter un gol en balonmano o comprobar que el resultado de la ecuación es
correcto.
Los problemas,igual me da el evitar
una falta de un jugador contrario o mi orgullo herido por no hacer bien los
ejercicios,se presentan siempre dentro de un cierto contexto y,a menos que
poseamos ya o podamos adquirir un recorrido,un conocimiento más amplio de tal
contexto,nuestras posibilidades de solucionar la papeleta serán escasas.Incluso
en aquellas ocasiones en las que poseamos una dosis notable de sabiduría y
experiencia en lo que se refiere al uso de soluciones heurísticas,éstas no
pueden trabajar en el vacío.
El entrenador más astuto y
experimentado no llegará a ningún sitio si sus jugadores se sofocan cuando
apenas han corrido 25 metros.
Si los crucigramas,problemas de
ajedrez y resto de pasatiempos mentales más simples nos pueden resultar
verdaderamente atractivos,retadores e instructivos a nosotros como
aficionados,es porque tanto el contexto en que se ubican los enunciados como el
conjunto de conocimientos necesarios para resolverlos están,sin tiempo de
preparación previo,a nuestra entera disposición.Lo único que necesitamos poner
a punto es un empleo correcto de la capacidad de visión y exploración presente
en todos nosotros.Y esto constituye esencialmente para mí uno de los acicates
para empezar a analizar con profundidad de miras distintos programas de
enseñanza del pensamiento propuestos para esta clase de trabajo que me propongo
acometer en las siguientes páginas.
La bibliografía consultada me ha
aportado diversos y peculiares puntos de vista que,sin embargo,creo que son
ignorados cuando nos ponemos a pensar sobre resolución de problemas,ya sean
cotidianos o más formales.Por ejemplo,las personas que suponemos están bien
preparadas para solucionar problemas de un campo específico del saber,popular o
académico,suelen actuar con mucha cautela y cuidado,con muchos pies de barro,para poder entender los
factores y especialmente,las relaciones
que se dan en los contornos y el cuerpo del problema.Son casi compulsivos en su
afán de comprobar si lo que han entendido de un problema es correcto y
completo.Por el contrario,las personas que queman y desbaratan múltiples
estrategias para solucionar un problema,probablemente carezcan del interés
suficiente por saber si lo han llegado a entender o no.Tanto mis compañeras y
compañeros como yo mismo,muchas veces podríamos haber encontrado las respuestas
correctas a problemas de las “temidas” asignaturas de Análisis de Datos si
hubiéramos puesto más cuidado en nuestro camino por el proceso de pensamiento
sobre la cuestión.Quizás nos hubiese ayudado mucho en esta labor el haber
asimilado antes bien un buen programa de entrenamiento en pensamiento,aplicable
por igual a los problemas y cuestiones más versátiles y formales de nuestro
pequeño universo de conocimientos.
Las personas bien preparadas en la
solución de problemas han aprendido que para desmenuzar y atacar las ideas más
complejas y escondidas debemos empezar por una primera y seguirla paso a
paso,sin retroceder e ir a por otra idea,cuando aún no hemos completado el
proceso de análisis de esta primera.
Han asimilado también que para atacar
un problema se debe empezar en un punto donde podamos darle algún sentido,donde
encontremos alguna partícula de significatividad que pueda servirnos de pista
valiosa para ir deshilachando el ovillo.Y esto último es un plus que se va
adquiriendo por el efecto de la práctica pero más aún,por la confianza que
otorga el saberse con disposición positiva para afrontar la tarea.
Las personas que no se hallan
suficientemente preparadas ni motivadas para solucionar problemas con una
cierta fluidez,suelen llegar a conclusiones vacías de argumentos sólidos y a la
adivinación de respuestas sin pasar a través de todos los filtros necesarios
para asegurarse de que la respuesta dada es la correcta.No hace mucho tiempo
leí en un periódico local de Madrid que
había muchachos en Educación Primaria que se aprendían literalmente de memoria
los pasos y soluciones de algunos problemas de aritmética y
trigonometría,llegando a obtener calificaciones altas en esta materia.Esto nos
resulta muy chocante y paradójico por la misma naturaleza de las operaciones
aritméticas y trigonométricas,alejadas de un entrenamiento memorístico para
hallar soluciones a sus problemas.
También leí la noticia que otros
muchachos al intentar solucionar estos problemas de trigonometría con el único
apoyo de la memoria,lo dejaban a la mitad e intentaban acertar la respuesta al
azar.
Este ejemplo es un dato ilustrativo
sobre la probable ausencia de una instrucción explícita en pensamiento en el
ámbito escolar.Aunque tampoco podamos decir que en la vida cotidiana tengamos
acceso a programas de enseñanza del pensamiento para solucionar los problemas
del día a día.
Quizás en un futuro no lejano los
responsables de algo tan básico como es la Educación vayan dándose cuenta de
las consecuencias negativas de estos casos que vemos reflejados en prensa y de
los que algunos hemos sido conocedores directos,e impulsen en los currículos educativos
algunos módulos de entrenamiento del pensamiento en solución de problemas,no
sólo académicos sino sociales que implican a mayor número de personas.
2.
DILEMA DE SOLUCION ENTRE LA FUERZA Y EL
DIALOGO
Desde
el mismo 24 de Marzo de este año de 1999 en el que se activó la espoleta del
conflicto de Kosovo con el primer ataque masivo de los misiles y aviones de la
OTAN contra Yugoslavia,las alternativas y posibles vías de solución a
corto-medio plazo de este problema de naturaleza básicamente político-social se
han ido polarizando hacia dos extremos que se resumen en las siguientes
posiciones:
1ª.-Uso continuo y sin tregua de la
fuerza militar para debilitar y mermar los recursos bélicos del régimen de
Slobodan Milosevic por parte de los países que componen la OTAN.
2ª.-Estrategia diplomática y
dialogante de Rusia,aliado natural de Yugoslavia(ambos países son de mayoría
eslava),que,sin embargo,ha ido conforme se iba agravando el conflicto
alternando con advertencias disuasorias de su posible incursión en el conflicto
contra los países europeos de la OTAN.
El seguimiento que he realizado para
documentar este trabajo sobre este problema político y social desde el mismo 25
de Marzo se ha basado primordialmente en el análisis riguroso de los argumentos
de solución al dramático conflicto que planteaban científicos del campo de las
diversas disciplinas
sociales(politólogos,historiadores,antropólogos,sociólogos,etc...) en artículos
de prensa escrita y debates en los medios de comunicación audiovisuales y
aquellas otras personas menos informadas que tienen una perspectiva más lejana
y,por lo tanto,un punto de vista más personal sobre este conflicto.He realizado
una labor de contraste de opiniones con un detallado nivel de información y
visión más global con otras de gente diversa para las que el razonamiento
intuitivo o cotidiano es el más prominente a la hora de predecir las posibles
salidas a este problema.Uno de los resultados interesantes de mis indagaciones
es que tanto las disertaciones de los científicos sociales como las
manifestaciones de las personas de la calle coinciden en señalar que este
conflicto se mueve en un continuo fuerza-diálogo donde,a medida que transcurre
el tiempo,una opción(diálogo) gana más adeptos que la otra para dar con la
solución a todo este desastre de la humanidad de este fin de siglo XX.La
consideración de problema abierto de
este conflicto es un punto de partida que tendré en cuenta en todas mis
explicaciones.
A continuación iré desmenuzando toda
la compleja trama de argumentos que unos y otros dan para resolver el
conflicto.Sobre la marcha percibí que,aunque los más informados sobre el asunto
no se dejan guiar en primera instancia por teorías más o menos intuitivas
usadas por gente de la calle,sí parece que,al menos,algunos de ellos derivan
poco a poco,hacia una convergencia con las posturas o ideas que tiene el
ciudadano medio para poner punto final a este problema,empleando la particular
filosofía del aquí y ahora e ignorando los antecedentes y consecuentes de la
situación-problema.
Varios expertos en el campo de las
Relaciones Internacionales y el Derecho Internacional Público confluyen en sus
análisis sobre el conflicto de Kosovo en el siguiente argumento de salida:si
una organización como la OTAN puede atacar a un Estado soberano sin la
autorización explícita del Consejo de Seguridad de la ONU(comparando el
conflicto de Kosovo con los anteriores en los que Irak fue el protagonista “malo” de la película),la Carta de San
Francisco,documento angular de todo el Derecho Internacional vigente desde
1945,final de la Segunda Guerra Mundial,se convierte en papel mojado.
Podemos observar ya en este primer
esbozo como estos expertos que anclan sus versiones en unos niveles superiores
de conocimientos históricos y políticos,basan la inferencia papel mojado en el dato de referencia
más amplio y lejano en el tiempo que supone proyectar los acuerdos de la Carta
de San Francisco de la ONU,firmados entre vencedores y vencidos de la última
Gran Guerra de este siglo y de los que nos encontramos ya a más de medio siglo
de distancia temporal.
Pero,a la vez,estos expertos del
Derecho Internacional ofrecen un contrapeso a sus argumentos de
partida.Manifiestan que esconderse en una resolución del Consejo de Seguridad
de la ONU,como ha venido haciendo hasta los ataques de la OTAN el presidente Milosevic,para
seguir hostigando impunemente a los albaneses de Kosovo gracias al veto de
Rusia o China es del todo inadmisible.Para ellos es como escuchar a Sadam
Husein pedir justicia después de su invasión de Kuwait en agosto de 1990.Se
puede constatar con este contraargumento de fondo que las opiniones de estos
pesos pesados del Derecho Internacional se acercan a las de la gente que
transmite su posición a través de la sección Cartas de los Lectores,en el
sentido de considerar como culpable de todo a Milosevic.
Para la mayoría de ellos,en la actual
dinámica de confrontación y forzando la legalidad con el fin de una solución
rápida,la OTAN ha justificado su
primera acción militar contra un país situado en la órbita de la ex Unión
Soviética en sus 50 años de historia como “la
única forma de evitar otra tragedia humanitaria”.
Estos mismos expertos explican que el “ataque de moralidad” de la OTAN es de
agradecer,pero critican el desprecio e indiferencia de los países occidentales
respecto a otros conflictos especialmente dramáticos,tanto por las
consecuencias como por la persistente duración,como los de Angola y de Argelia.
La solución de este conflicto pasa
para estos experimentados del campo de las Relaciones Internacionales por una
evaluación sistemática de los costes y beneficios de las partes
enfrentadas,poniendo un énfasis particular en el riesgo principal de los
bombardeos contra Serbia por su dudosa legalidad internacional así como su
inutilidad si la OTAN no cambia su estrategia negociadora,respalda las bombas
desde los aviones con tropas terrestres y acepta el papel importante que puede
desempeñar Rusia para evitar la partición de Kosovo en mil trozos y la
declaración de un Estado independiente kosovar,donde Serbia sea mera comparsa.
Para estas personas que llevan muchos
años sopesando conflictos internacionales de todo tipo y naturaleza social,las
soluciones se adivinan pasando lenta y meditadamente por una visión de conjunto sobre los
desencadenantes de la situación y relativizando con matices puntuales las
posiciones que tienen tanto los partidarios de la opción de la fuerza militar
como los más cercanos a posturas negociadoras sin violencia.
Nos exponen un punto de vista
documentado que,con independencia de la dirección ideológica que pretendan
imprimir a sus escritos,choca fuertemente con esas respuestas a bote pronto que la gente de la calle da sobre el
conflicto,basadas en su mayoría en las imágenes que ven en los espacios
informativos de televisión,donde prima más la “visceralidad” que la reflexión serena.Sin la pretensión ufana por
mi parte de qué argumentos son mejores que otros sí que me parece plausible
poner de manifiesto que tanto los expresados por los analistas de las
Relaciones Internacionales como los emitidos por las otras personas menos
expertas en el manejo de esta información presentan diferencias cualitativas de
alcance respecto al canal y código dominante,usados para interpretar la
información disponible.Así,en los expertos se nota una tendencia al manejo del
propio código de la lectura con una mayor profundidad de
abstracción,reflexión,análisis y juicio racional,mientras que los que podríamos
llamar “novatos” o “menos informados” en los detalles del
conflicto dirigen su atención al código audiovisual de la televisión más
enraizado en el “aquí y ahora”,la
síntesis e inmediatez de los hechos y especialmente en el uso de la intuición
para discutir posibles soluciones al problema.
Un ejemplo de todo esto es el uso que
unos y otros hacen de la palabra “genocidio”.Para
el ciudadano medio estamos ante un “auténtico
genocidio”.Sin embargo,para algunos,que no todos,expertos de las Relaciones
Internacionales que han manifestado sus posiciones en las páginas de opinión de
la prensa,calificar de genocidio la represión serbia en Kosovo es un tanto “exagerado”.Para ellos,la Convención de
los Derechos Humanos no prevé sanciones penales para los responsables de los
crímenes y tampoco proporciona una base legal para declarar la guerra a un
Estado soberano.Felipe Sahagún,profesor titular de Relaciones Internacionales
en la Universidad Complutense de Madrid,adelanta un ejemplo significativo para
reforzar el argumento anterior,que creo conveniente citar:
“Si,frustrado
por el bloqueo de las negociaciones de paz y por el incumplimiento flagrante y
sistemático de los acuerdos de Oslo por Israel,Yasir Arafat declara
unilateralmente en el otoño o poco después un Estado palestino independiente,la
sociedad internacional deberá optar de nuevo.
Como
lo han hecho los Lores con Pinochet y la OTAN con Milosevic en las últimas 24
horas,habrá que elegir entre la soberanía y la justicia,esta vez en forma de
derecho de autodeterminación.Debemos prepararnos para nuevas decisiones
salomónicas,pero lo importante es avanzar siempre a favor de la Justicia”.
Este profesor universitario
predice,mediante el ejemplo del conflicto palestino-israelí,que los posibles
nuevos escenarios de problemas internacionales a partir del de Kosovo puedan
verse amenazados por urgentes y difíciles soluciones de última hora.En sus
palabras,sí que me parece que podrían estar pululando ideas en las que los
juicios sobre acontecimientos actuales y futuros pueden verse influidos por lo que hemos estudiado como heurístico
de “simulación”,que consistía en
juzgar una situación en función de la facilidad con que construyamos escenarios
para explicar unos determinados hechos.En este caso,para justificar desastres
de guerras entre partes intransigentes en sus principios básicos.Como resumen
breve sobre todo lo expuesto hasta aquí,se intuye que las personas con más
capacidad de abstracción en el análisis de la realidad del conflicto de Kosovo
son favorables a la postura de que la solución no está en aferrarse como hacen
las personas con menor nivel de formación y conocimientos sobre el asunto,al
castigo rápido e inmediato de las tropelías y los caprichos de Milosevic,sino
en asegurar que,”con el agua sucia,no
tiramos al niño por la ventana”.En otras palabras:las únicas revoluciones
que triunfan son las que se hacen “gradualmente”.
Por todo ello,para los expertos de las
Relaciones Internacionales,el gran reto que supone proyectar una solución
consensuada sobre el conflicto de Kosovo pasa por dar un salto cualitativo a
favor del Derecho universal,la
justicia y la democracia.
Existe un cierto paralelismo con
algunas de las conclusiones que Deanna Kuhn,Nancy Pennington y Bonnie
Leadbeater ofrecen en su trabajo sobre el razonamiento de los
jurados(consultado en la obra “Lecturas
de Psicología del Pensamiento” de Mario Carretero y Juan A. García
Madruga).Las conclusiones que me parecen son más cercanas y pertinentes a las
que se deducen de los artículos de los expertos y las opiniones en encuestas de
calle a la gente sobre el conflicto de Kosovo son las dos siguientes:
1ª.-Necesidad de analizar los aspectos
representacionales de los miembros del jurado antes de ser capaces de examinar
los procesos cognitivos que operan sobre esas representaciones.En comparación
con lo que he venido exponiendo sobre las distintas opiniones de solución del problema
de Kosovo,sí creo que tanto los expertos como el ciudadano medio parten de unas
representaciones previas cualitativamente distintas acerca del conflicto.
2ª.-La cantidad absoluta y la
complejidad de las respuestas de los sujetos en la entrevista como
jurados.Mientras en el trabajo de estas autoras se resalta la importancia de
las diferencias individuales de las personas que componen el jurado,en el
conflicto de Kosovo las diferencias se concentran más en aspectos de etnias o
nacionalidades enfrentadas pero con el punto en común de realizar juicios más
simples y tajantes de algunos de los jurados en el ejemplo del libro y de la
gente que en el conflicto de Kosovo maneja menos información.
3.
EVALUACION DE LAS ALTERNATIVAS DE SOLUCION
En este punto mi interés se concentra
en realizar un recorrido detallado por las consideraciones evaluativas que
principalmente politólogos,asesores militares y sociólogos han realizado para
encontrar caminos alternativos de solución al conflicto de Kosovo.Los
comentarios de la mayoría de estas personas dirigen su atención hacia la
palabra imprevisión como una de las
más determinantes en el alargamiento del conflicto de Kosovo.Y es interesante
analizar con más profundidad lo que está detrás de esta palabra en la dinámica
de confrontación desatada.En pocas
palabras,resulta plausible indagar las representaciones mentales de la escasa planificación con la que
parece haber actuado la OTAN,según determinados científicos sociales.
La falta de previsión de los
acontecimientos en que probablemente hallan podido incurrir los responsables
políticos y militares de la OTAN ,aunque por todo lo leído hasta el momento en
que escribo estas líneas me inclino por pensar más en la falta de previsión de
las autoridades políticas, suele acarrear consecuencias desastrosas con sólo
echar la vista hacia atrás en algunos ejemplos de la historia de las guerras
recientes y más lejanas,haciendo más
díficil aún las salidas pacíficas al conflicto.Un caso bien elocuente se
produce con la lectura de la mala planificación de las operaciones militares
que Clausewitz aprendió en las campañas prusianas contra Napoleón.
La insuficiente capacidad de la OTAN
para anticipar la reacción de Milosevic tras sus primeros ataques aéreos se
quedaría en una anecdótica metedura de pata,la mayor de su historia,si no fuera
por el drama humanitario que ha supuesto ver por TV a millares de
albano-kosovares huyendo de su propia tierra por las amenazas de muerte de los
policías,militares y paramilitares serbios.
Algunos sociólogos manifestaban en las
páginas de opinión de los periódicos que ni siquiera fiascos tan sonados como
el fallido desembarco en Bahía de Cochinos en Cuba o la operación del
presidente James Carter para rescatar rehenes norteamericanos en Irán pueden
compararse con este error estratégico,pero también táctico,de la OTAN que ha
desencadenado una reacción de Milosevic en forma de multiplicación de muertos y
el éxodo de cientos de miles de personas hacia distintos países de Europa.
Estos análisis parten del supuesto de
valoración mental de que la iniciativa de la OTAN ha servido de “coartada” a los planes de
Milosevic,que ha usado algunos de los métodos más macabros del nazismo,para
arrasar Kosovo y causar así un daño irreparable.
El marco psicológico de esta espiral
de acción-reacción ofrece la impresión de que el teóricamente débil Milosevic
estaba jugando el papel del gato y la potente OTAN el del ratón.
Algunos de los politólogos que han
manifestado su opinión en prensa atisban como “inevitable” pensar que sin
los bombardeos de la OTAN y con periodistas y observadores
internacionales de por medio,Milosevic no se habría atrevido a ir tan lejos.La
OTAN en pocos días se halló ante un
díficil dilema:o dejaba a Milosevic seguir con el genocidio a cámara lenta o lo
derrotaba militarmente obligando a sus soldados a abandonar Kosovo mediante la
hipotética y sangrienta escalada bélica.Por lo tanto,para estos politólogos no
parecía existir un término medio en el problema tal y como se iban
desarrollando los ataques de la OTAN y la represión de Milosevic a los
albano-kosovares.La concepción de problema abierto se diluye para este grupo de
expertos y se concentra en pocas y definidas alternativas de solución.
Los desencadenantes inmediatos que han originado esta falta de
previsión son,fundamentalmente,desde la perspectiva de los asesores militares y
políticos situados en posiciones más neutrales,los siguientes cuatro aspectos:
1º.-”Inadecuada evaluación de la capacidad de respuesta serbia”.
Este grupo de asesores juega con la
hipótesis de que,a pesar de los informes de diversos expertos trabajando sobre
el territorio origen de la disputa,la OTAN depositó toda su confianza en los
ataques aéreos e infravaloró la capacidad de reacción de Yugoslavia.En ningún
momento,fue capaz de prever lo que realmente ha sucedido:los serbios han
reaccionado con una operación de limpieza étnica a una escala sin precedentes
anteriores,como fueron los conflictos de Croacia y Bosnia-Herzegovina.
La OTAN no adoptó medidas inmediatas
para ayudar a los refugiados albaneses.Ni siquiera tomó la precaución de
evacuar al líder moderado albanés Ibrahim Rugova y otras personalidades
kosovares,que fueron capturados y utilizados por los serbios,siendo en algunos
casos asesinados.Se matiza que en la solución de este tipo de macroproblemas
sociales tan importante es el “antes”,como
el durante y el después.
2º.-”Planes militares confusos y sin objetivos claros”.
Para estos mismos expertos,la OTAN ha
dado una penosa imagen de improvisación y dubitación durante las primeras
semanas de bombardeos.Los jefes militares de la OTAN hablaban de tres fases al
comienzo de los ataques,que luego quedaron diluidas por el desarrollo real de
los acontecimientos.Además,realizan una contrastación ilustrativa muy
provechosa para adivinar algunas claves importantes de este conflicto respecto
a los primeros ataques aéreos contra Irak en la Guerra del Golfo,que siempre
tuvieron una finalidad clara:dejar a Sadam Husein sin capacidad de respuesta
antes de proceder a invadir Irak.
Sin embargo,en Kosovo los bombardeos
de los primeros días han provocado perjuicios reducidos y más relativos.Para
expertos militares de países neutrales en el conflicto,como Austria,la OTAN
evitó los vuelos a baja altura,que son los más precisos,por el elevado riesgo para
los pilotos.Además la OTAN,para estos mismos expertos austríacos,cometió el
error de peso de no enviar una gran fuerza de disuasión a las fronteras con la
Federación de Yugoslavia,tardando once días en decidir desplazar a la zona del
conflicto los helicópteros “Apache”
de vuelo a ras de tierra.Vemos que en este análisis de los que podríamos llamar
“expertos técnicos” existe una
tendencia a enfatizar los errores en los aspectos estrictamente formales del conflicto.
3º.-”Equivocaciones en el sistema de dirigir la guerra”.
Varios analistas políticos coinciden
en que los intentos de solución del conflicto a corto plazo se vinieron abajo
por las dificultades y demoras en la toma de decisiones,provocadas por la
necesidad de buscar un “consenso
político” entre los 19 países de la OTAN.Enfatizan el ejemplo de que
Hungría e Italia eran partidarios de represalias militares muy limitadas sin
afectar a objetivos económicos.Parece por ello,adecuado pensar que la división
interna en cuanto a la toma de decisiones colegiada ha sido un factor a no
desdeñar respecto a la tardanza en comenzar los bombardeos sobre depósitos de
petróleo,vías de comunicación y centrales eléctricas,vitales para el ejército
de Yugoslavia.
4º.-”Ausencia de firmeza en el liderazgo político”.
Según transcurría el tiempo,más
políticos y expertos en cuestiones de los Balcanes del lado occidental europeo
que daban su opinión en los periódicos sostenían con fuerza la idea del perfil oportunista de Bill Clinton a la hora
de apoyar el ataque de la OTAN contra Yugoslavia.Matizaban con el argumento de
que daba la impresión de que al presidente de los Estados Unidos le preocupaban
más las encuestas sobre su imagen que las matanzas de Milosevic.
Para estas personas,Clinton actuó por
intereses políticos y no por convicciones
humanitarias,defendiendo las peores sospechas sobre sus motivaciones a la hora
de ordenar el bombardeo sobre Sudán en plena crisis por el caso de Mónica
Lewinsky.Para ellos,Clinton encontró en Javier Solana la “horma de su
zapato”:un político que pasa del pacifismo militante a “apretar el botón de la
guerra”.Concluyen con la idea de que no se puede hacer una “guerra a medias”.Tan recurrente era haber seguido intentando el
camino diplomático con las presiones políticas y medidas de bloqueo económico
como disuadir a Milosevic mediante la fuerza.En el fondo,emplean un pensamiento
circular que experimenta “movimientos de
vaivén” según la coyuntura de la situación.
Para ellos la OTAN se ha quedado a
medio camino y sólo ha contribuido a desencadenar una catástrofe humanitaria de
la que la culpan directamente por su “torpeza”.
Todos estos planteamientos,aunque no
propongan unas soluciones alternativas claras,sí son lo suficientemente
consistentes como para que nuestra mente trabaje con la hipótesis de que en
este conflicto de Kosovo las autoridades de la OTAN optaron por una aparente
solución rápida por la vía militar sin tener en cuenta las previsibles y
posteriormente confirmadas desastrosas consecuencias humanitarias que sus
medidas de fuerza tuvieron en contra de la propia gente a la que pretendían
defender de las garras de Milosevic.
Para todos estos expertos,la solución
“precipitada” por la que optó la OTAN fue un ejemplo de la toma de decisión
simple,artificiosa y poco meditada en los métodos,más propia de nuestros
cotidianos errores en los ámbitos personales y profesionales en los que nos
movemos que de una organización con los recursos técnicos y humanos que dispone
la OTAN para hacer frente a situaciones de este calibre.
La llamada “tercera vía” de solución
del conflicto de Kosovo,propuesta por algunos de los expertos de las Relaciones
Internacionales,se circunscribe a una alternativa intermedia en la que se deberían combinar actos de fuerza y de
diálogo,pero con una ordenada secuenciación entre ellos como para no alargar
tanto el sufrimiento de los civiles en esta guerra tan cruenta.
Una vez más parece que las prisas no
son buenas consejeras en resolver conflictos de tanta complejidad como el de
Kosovo,aunque tampoco es eficaz ni ético mantener la estrategia de la paciencia
infinita de las víctimas sobre la base de la impunidad de las atrocidades que
estaban cometiendo Milosevic y sus partidarios contra los civiles kosovares.En
definitiva,esta tercera vía tiende a ignorar la estructura estrecha del
problema que plantearon al principio del conflicto algunos medios de
comunicación para sostener una plataforma de más anchura,y por ende,más
compleja.
4 -¿SOLUCION ABIERTA O CERRADA A LA
TRAGEDIA DE KOSOVO?
En este punto intentaré desmenuzar con
mucho detenimiento uno de los debates que más confusión ha creado en la opinión
pública y que plantea el interrogante siguiente:¿Qué resultaría más eficaz en
el caso concreto de Kosovo:la adopción de una solución de carácter abierta o
cerrada?
Esta pregunta evoca en su trasfondo un
concepto que Deanna Kuhn denomina relativismo
cognitivo,en el que esta autora en su trabajo sobre las deliberaciones de
los jurados se pregunta algo que puede ayudarnos a que la dimensión solución
abierta-cerrada pueda verse con más profundidad:
-”¿Consideran
los miembros del jurado las pruebas presentadas en los datos del juicio como
relativas a las diversas perspectivas personales de las fuentes de información
de las que proceden?”.
En el conflicto de Kosovo bien
podríamos readaptar la pregunta teniendo en cuenta si antes del ataque de la
OTAN,tanto Yugoslavia como los países occidentales tuvieron en cuenta lo que
los países no directamente implicados en el conflicto como Rusia,China,Japón y
algunos países africanos y de Sudamérica opinaron sobre las nefastas
consecuencias de la “política de
cerrojo” de Milosevic y de la pronosticada ineficacia del recurso a la
fuerza por parte de la OTAN.
Sobre el terreno ni unos ni otros
tuvieron muy en cuenta las consideraciones de esta serie de países.Incluso en
los primeros escarceos de este conflicto tan sólo se pensaba por parte
occidental que existía una única solución:reducir y cansar por la fuerza a
Milosevic a través de los bombardeos sistemáticos ignorando las posibilidades
de soluciones más abiertas.
Y en esta hipotética solución abierta,
más propia de un conflicto de este tipo que de otros con más complejidad de
abstracción,debemos reconsiderar y detenernos en el papel de Rusia,nación de
mayoría eslava y religión ortodoxa al igual que Yugoslavia.
Mientras la solución cerrada y
unidireccional a la que se acogió la OTAN con la lluvia de bombas sobre
Yugoslavia ha provocado algo parecido a un efecto “boomerang”,es decir,más represión e intimidación de Milosevic
hacia los albaneses de Kosovo,la solución abierta que defendía Rusia se veía
por ilustres analistas internacionales como un perenne marco de impunidad del
que se servirían Milosevic y sus secuaces.
En este sentido,y con toda la
información que he manejado me atrevería a establecer un símil en el que las
posiciones de Rusia habrían tenido como eje vertebrador la interrelación y
coordinación de un mayor número de criterios y datos procedentes de distintas
situaciones para llegar a determinadas conclusiones sobre lo que ocurría en
Kosovo,en lugar de basar sus inferencias en casos más aislados que posiblemente
fueron detonadores sustanciales del conflicto por parte de la OTAN,o al
menos,los países más influyentes de esta organización.
La OTAN habría adoptado roles propios
del científico ingenuo que supone de partida que no caben soluciones
alternativas a una situación problemática en el tiempo y todo debemos
restringirlo a concentrarnos en una única vía de solución del problema.
Mientras tanto,Rusia,aún siendo
consciente de sus mayores simpatías por los serbios que por los albaneses de
Kosovo,parece que era partidaria de haber optado por una solución menos
traumática a corto plazo,encaminada a un intento de agotar todos los caminos
que conducen al diálogo y al entendimiento entre unos y otros,aunque esto
último redundase en perjuicio de los masacrados y perseguidos albaneses de
Kosovo.
Las características del pensamiento
ruso frente al conjunto de los países aliados de la OTAN entran en fuertes
contradicciones,no ya tanto por los contenidos que sostiene cada parte sino por
las concepciones antagónicas sobre la salida a este laberinto tan gigantesco
que llevó al desencadenamiento de una guerra que puede implicar a más países en
cualquier momento.
La solución de carácter más abierta
que planteaba fundamentalemnte Rusia tuvo un signo de radicalización y “vuelta atrás” el pasado viernes 9 de
Abril en el que los periódicos informaban sobre las horas de inquietud
desconocidas desde el final de la guerra fría como consecuencia de las
advertencias del presidente ruso,Boris
Yeltsin,a la OTAN sobre el riesgo de una guerra europea global,”incluso mundial”,que podían provocar
los bombardeos sistemáticos sobre Yugoslavia,asegurando que no toleraría la
invasión del territorio yugoslavo.La concepción abierta del problema en un
primer momento por Rusia quedaba así teñida de un argumento que en su
estructura se equipara al principal de la OTAN.
Este dramático aviso de Yeltsin se
matizó después por sus asesores rusos y Estados Unidos informó de haber
recibido las suficientes garantías rusas de no participación en el conflicto de
Kosovo.Los embajadores rusos ante las grandes potencias aliadas se apresuraron
a enfriar el preocupante y confuso mensaje que lanzó al viento Yeltsin.
Pero para que no se diluyese la
posibilidad de solución abierta al
conflicto que lidera Rusia,sería un error despreciar las advertencias de
Yeltsin por insolventes o demagógicas.La OTAN debe tener en cuenta que Rusia
sigue siendo la segunda potencia nuclear y no se pueden añadir impunemente “nuevas humillaciones” a un largo
estado de postración y pasividad,con esa adopción de “segundona” en los conflictos internacionales de hace un tiempo
hasta esta parte.
Coser,uno de los autores más
relevantes en el campo de los conflictos internacionales y partidario de las
tesis de la “Sociología del conflicto”,postulaba
que en determinados períodos de la reciente historia europea desde el final de
la Segunda Guerra Mundial,el conflicto
latente ha desempeñado importantes funciones de mantenimiento de un equilibrio
geopolítico.Esa solución “abierta”
propuesta por Rusia estaría más cercana a estas posturas de Coser en el sentido
de que ser paciente en la resolución del conflicto de Kosovo por la vía
negociadora,a pesar de las intransigencias de Milosevic,hubiera sido más útil
para todas las partes enfrentadas.
Las versiones de algunos historiadores
no parece inclinarse enteramente ni por la opción defendida por la OTAN ni
tampoco por la opción de Rusia.Para este conjunto de expertos,en las dos
grandes guerras que sobrecogieron al mundo en este siglo XX,es decir,la Primera
y Segunda Guerra Mundial,no hubo este dilema entre soluciones abiertas o
cerradas a los conflictos.Las partes enfrentadas adoptaron posturas muy
cerradas que dispararon la probabilidad de que se desarrollasen conflictos
largos y costosos en pérdidas humanas y materiales.
Pero salvadas todas las distancias
entre aquellas circunstancias y las actuales,sí creen necesario matizar que ni
Europa ni el mundo pueden olvidar la lección de Versalles:una Alemania
humillada que incubó el germen del nazismo.Igualmente exponen la reflexión de
que Rusia debe recordar que la teoría de
la no intervención en los años 30 dió paso en los 40-con el prólogo de la
guerra civil española-a la Segunda Guerra Mundial,o lo que es lo mismo,a la
mayor devastación humana conocida hasta la fecha.
Este grupo de historiadores avisan en
sus tribunas de prensa que Occidente está obligado a resolver la crisis de
Kosovo sin humillar a Rusia,pero sin abandonar a su suerte a las víctimas directas
de Milosevic,casi dos millones de albano-kosovares a los que ha perseguido sin
cuartel durante diez años,desde el despojamiento de sus derechos políticos a la
solución final,en términos de
deportaciones masivas y asesinatos colectivos de familias enteras.Es,en
definitiva,una postura “entre dos
aguas”.
Desde la perspectiva funcionalista con más peso en el ámbito
de la psicología social,Talcott Parsons,entre otros,concibe la guerra,cualquier
tipo de guerra civil o internacional,como la constatación de un fracaso en el
que irremediablemente al final habrá una parte vencedora y otra humillada por
la derrota.Esta teoría está detrás de esa “solución
única y cerrada” en la que los países de la OTAN han apoyado sus
principales premisas para justificar los bombardeos sobre Yugoslavia.
LLevada a su último extremo lo que
postula la tesis más radical del funcionalismo es que en “toda película hay buenos y malos” y cada uno de ellos sabe cumplir con exactitud la misión que tiene
asignada.
En esta tesitura se ubicaría la
opinión del escritor peruano Mario Vargas Llosa cuando en las páginas del
diario EL PAIS del pasado domingo,11 de abril,manifestaba que:
“A
la OTAN no hay que reprocharle su
intervención en Yugoslavia,sino que interviniera con diez años de atraso y
cometiera el error de anunciar que excluía toda acción militar terrestre,lo que
dio luz verde a la dictadura de Belgrado para poner en marcha su plan de
limpieza étnica de Kosovo,uno de los crímenes contra la humanidad más horrendos
de este siglo,comparable en naturaleza,aunque no en número,al holocausto judío
perpetrado por Hitler o a los desarraigos de pueblos que llevó a cabo Stalin en
su empeño por rusificar la Unión Soviética”.
Para finalizar este punto vuelvo a
reconsiderar ese dilema de solución abierta-solución cerrada que apuntaba al
principio sobre el conflicto de Kosovo.Quizás podríamos coincidir en que la
adopción de una solución determinante cerrada y sin resquicios que eligió la
OTAN en un principio se fue tornando conforme iban pasando los días en un error
estratégico que planteaba la necesidad de admitir la posibilidad de una
solución con menos condicionantes previos y más abierta entre las partes en
conflicto.
Una solución que,en definitiva,no
dejase descolgados los argumentos de Rusia,el Vaticano y la postura oficial de
la ONU que fueron soslayados en un primer momento por la OTAN y que según
transcurrían los acontecimientos se iban viendo que eran los que menos
precipitación ofrecían en la toma de decisiones.
5 -¿SON POSIBLES SOLUCIONES CABALES A
CONFLICTOS COMO LOS DE KOSOVO?
Para responder a esta
pregunta,empezaré por admitir que he apoyado esencialmente mis razonamientos en
las tesis contraintuitivas,es
decir,en contra del sentido común que,autores de la corriente de la Sociología del conflicto como
Coser,intuyen que pueden ser la clave principal para dilucidar acerca de la
sensatez o no de las soluciones que tanto los analistas más informados como
aquellos textos resumidos de cartas de los lectores lanzan con sus palabras.
Tendré en cuenta las siguientes tres
tesis de Coser,primordialmente:
1ª.-El conflicto-siempre que exista un
grado mínimo de cohesión inicial-refuerza la
identidad de los grupos enfrentados,ya que fija las fronteras entre
grupos internos,robustece la conciencia de grupo y fortalece el sentido de
distinción.
2ª.-El conflicto permite el
mantenimiento de las relaciones en condiciones de violencia,eliminando la
acumulación de disposiciones hostiles e impidiendo la disolución del
sistema.Los sentimientos hostiles no llevan necesariamente al conflicto,sino
que pueden derivar en formas sustitutivas con medios u objetos diferentes.
3ª.-Los conflictos en los cuales los
participantes lo hacen en calidad de representantes
de colectividades o grupos,en lucha por las ideas de los mismos serán más
radicales.En la medida en que un conflicto sea más ideológico tenderá a ser más
radical.
A partir de estas consideraciones
propuestas por Coser,acercarse a buscar soluciones sensatas pasa por reflejar lo que no han escrito los expertos de
las ciencias políticas y sociales que he leído hasta el momento pero sí una de
las cartas al director de un lector del diario EL PAIS,en la que venía a decir
que el problema que nos viene sobrecogiendo desde finales de Marzo de este año
no es pensar sobre Kosovo en sí,o sea,un trozo de territorio en disputa como no
lo fue antes el de las otras culturas que constituían la Federación
yugoslava-Eslovenia,Bosnia y Croacia-y son ahora repúblicas independientes.El verdadero problema para llegar a una
solución sensata para este lector se concentraba en debatir sobre la
personalidad de Milosevic y sus secuaces,origen principal de los conflictos
étnicos y de la explosión histérica
de sentimientos nacionalistas que ha sufrido la región de los Balcanes.
Este lector,del que tan sólo da el
nombre el periódico,no sabemos ni su formación ni su profesión estructura el
problema,o mejor dicho,los problemas
de Kosovo con una perspectiva tal que,al menos a mí,me ha hecho ver la
situación con una orientación más definida y aproximada que la que exponen
algunos expertos.Valga un botón:escribe el lector que si en Belgrado hubiera
una democracia,la separación de aquellas regiones podría haber sido tan
pacífica como el divorcio entre Eslovaquia y la República Checa,que se llevó a
cabo sin disparar un solo tiro.El argumento final me parece central:su
pronóstico es que la existencia de un régimen democrático no hubiera llevado al
estallido de la Federación yugoslava y ésta sobreviviría dentro de un sistema
flexible,de coexistencia de las distintas culturas,creencias y tradiciones a la
manera de Suiza o Bélgica.En definitiva,con un estado yugoslavo respetuoso con
las nacionalidades parece improbable que los más radicales de Kosovo hubiesen
planteado con tanta insistencia como es el caso la opción sin vuelta de la
independencia total.
Otros lectores coinciden en sus cartas
que las soluciones sensatas a este
conflicto se han visto diluidas en parte por las decisiones de años atrás de
muchos dirigentes europeos irresponsables
que,por ganar zonas de influencia política y económica,alentaron la
desintegración de Yugoslavia,e incluso financiaron y armaron a los movimientos
nacionalistas locales.
Es importante reflejar estas opiniones
pues cubren lagunas de argumentos de
rodaje que ni tácita ni explícitamente he visto en los artículos de los
distintos expertos en materias
sociales y políticas que han escrito durante estos dos meses en los periódicos
consultados.
Quedé también gratamente sorprendido
por el uso de la metáfora miopía que
uno de los lectores empleaba para describir su pesimismo acerca de una deseable
solución sensata al conflicto.
Para este conductor de
autobuses,profesión que mencionaba en la carta,la miopía favoreció al régimen de Milosevic explicando que convertido
este dictador en símbolo del nacionalismo serbio y ayudado por su demagógica
campaña victimista,ha provocado una verdadera limpieza política
interna,eliminado toda forma seria de oposición y de crítica.
Para este lector no existían dudas de
que “los bombardeos de la OTAN que padece
la población yugoslava benefician extraordinariamente a Milosevic,a quien nadie
puede ahora oponerse en su país sin ser acusado de traidor a la Patria”.
He percibido en el fondo de unas
cuantas cartas de los lectores que su posible solución sensata al conflicto se
concentraba en la idea de que han fallado los argumentos de algunos partidos
políticos,como Izquierda Unida en España,contra la intervención de la OTAN en
Yugoslavia.En el extremo opuesto,otros lectores nombran varias veces la palabra
razones,justificando la intervención
armada de la OTAN si las acciones de esta organización hubiesen estado
dirigidas desde un principio a derrocar al régimen autoritario de Milosevic y
al establecimiento de otro gobierno.Uno de los lectores expresa sus ideas de
forma muy elocuente:”mientras la cabeza
de la hidra esté intacta,no importa cuántos tentáculos se le corten,éstos se
reproduciran y seguirán empozoñando Yugoslavia y su contorno”.
A esta tesis se oponen las opiniones
de una serie de articulistas a quienes Daniel Cohn-Bendit,más popularmente
conocido como “Dani el Rojo” en los disturbios del Mayo francés del 68,llama los soberanistas.Para estos
soberanistas,de la intervención aliada en Yugoslavia no cabe esperar una futura
solución sensata porque es una monstruosidad
jurídica;sus argumentos se resumen en que siendo Kosovo una parte integral
de Yugoslavia y los problemas kosovares un asunto de política interna,la
OTAN,al agredir a una nación soberana,ha puesto en peligro el orden jurídico
internacional.Según este criterio,en nombre del concepto soberanía,Milosevic
debería tener las manos libres para limpiar Kosovo mediante el asesinato o la
expulsión violenta de los dos millones de kosovares que estorban sus
planes;algo que,por lo demás,comenzó a hacer,antes de los bombardeos de la
OTAN,con la misma convicción que Hitler limpiaba Europa de judíos.
El razonamiento contrario que postulan
los antisoberanistas es que la
soberanía tiene unos límites y si un gobierno comete tropelías contra los
derechos humanos más elementales y ejecuta crímenes contra la humanidad,con
asesinatos colectivos y políticas de purificación étnica como hace
Milosevic,los países democráticos tiene la obligación de actuar para frenar
estos atropellos.Para estos antisoberanistas,el pacifismo a ultranza sólo
favorece a los tiranos y a los fanáticos que ningún escrúpulo de índole moral
atajan a ver en sus designios y que sólo sirve para retrasar unas operaciones
militares que terminan causando peores devastaciones que las que se quisieron
evitar con la no acción.Usan ejemplos comparativos con hechos que ninguno de
los historiadores leídos ha rememorado de la Segunda Guerra Mundial y
posteriores conflictos.Así,si Occidente hubiera bombardeado a Hitler cuando
Churchill lo pedía,los veinte millones de muertos en esta guerra hubieran sido
bastantes menos,y el holocausto no sería tal.De la misma forma,argumentan que
sí,durante la Guerra del Golfo,el presidente norteamericano George Bush hubiera
completado la tarea,deponiendo a Sadam Husein y permitiendo a Irak emanciparse
del autoritarismo,tal vez hubiese ocurrido allí lo que sucedió en Panamá
después del apresamiento del general Noriega:el establecimiento de un régimen
civil democrático,que no amenaza a sus vecinos,se rige por la ley y respeta las
libertades públicas.
En resumen,tanto en el ramillete de
cartas de los lectores con las que he trabajado como en las opiniones de los
llamados soberanistas y antisoberanistas(en su
mayoría,políticos e historiadores) no se alcanzan a ver razonamientos que
alimenten la viabilidad de una solución sensata
pero tampoco contenidos antagónicos que refuten totalmente la no viabilidad de
soluciones sensatas a este conflicto.
6 -CONSIDERACIONES GEOPOLITICAS DE
RELEVANCIA EN EL MAGMA KOSOVAR
Las repercusiones que el conflicto de
Kosovo pueda tener y probablemente esté teniendo ya cuando escribo esto en el
conjunto de países de los Balcanes es un punto de inflexión que conviene
analizar con detalle para acercarse con más profundidad a las posibles salidas
del laberinto en que se ha convertido Kosovo.
En el seguimiento de alguno de los
debates realizados en televisión sobre este conflicto he percibido que tanto
los contertulios con un cierto bagaje y currículo intelectual y con más apoyos
en datos como aquellos otros ciudadanos con menos información de primera mano
sobre este problema han recalcado con notable énfasis,si no directa sí
implícitamente,la importancia que se debe otorgar a las representaciones y
asunciones previas sobre el marco global geopolítico de los países que pueden
verse implicados en este conflicto en breve espacio de tiempo.
Algunos de los contertulios en los
espacios de TV sobre este problema de Kosovo han empleado como requisito sine
qua non para albergar esperanzas de solución pacífica de este conflicto el
tener en cuenta toda la trayectoria histórica que arrastra la zona de los
Balcanes desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial.Así, uno de sus
argumentos se orientaba con un cierto aire retrospectivo a considerar algo que
no escuché en ninguno de los debates y sesiones que en el Parlamento español
hubo sobre esta cuestión.El razonamiento es de matiz histórico con una
aparente,y digo sólo aparente,estructura “cerrada”
al menos en los datos de partida.
Se centra en el hecho de que por tres
veces en el curso del siglo XX se ha tratado de acreditar un Estado en los
Balcanes que fuera una especie de versión en miniatura del imperio
austro-húngaro,aunque,a diferencia de este último y sus varias docenas de nacionalidades,ese
hogar multiétnico creado sobre la devastación de la Segunda Guerra Mundial se “conformaba” con agrupar a las
poblaciones eslavas del Sur(Yugoslavia significa “eslavos del Sur”) y pueblos “adheridos“.
La primera de las tentativas,en
1918,se llamó inicialmente Reino de los Serbios,Croatas y Eslovenos,para
rebautizarse como Yugoslavia sólo en 1929,y desaparecer con el fragor de la
Segunda Guerra Mundial.Tras un período de fragmentación política del área bajo
el dominio del nazismo y del fascismo,Yugoslavia reapareció como Estado
republicano y federal en el marco del comunismo autogestionario de Josif
Broz,más conocido como Tito en 1945,para extinguirse esta segunda vez en una
traca de guerras civiles en los años 90;la tercera “reencarnación” comenzaría en 1991-92,siempre con el nombre de
Yugoslavia,pero reagrupando sólo a dos,Serbia y Montenegro,de los seis Estados
federados que constituyeron el antiguo país comunista en tiempos de Tito.
Unos cuantos invitados a estos debates
de TV basaban sus predicciones acerca de determinadas soluciones plausibles del
problema de Kosovo no sólo a lo que estaba acaeciendo en territorio yugoslavo
sino a “arrastrar el equipaje” hacia
las probables graves consecuencias para todos los países de la zona y aún más
para las propias potencias que participaron desde un principio en la operación
de castigo.Para ello,usaban mecanismos en forma de circunloquios que se
asemejaban más a razonamientos anclados en la deducción que en la inducción.
Partían de unos marcos generales de
ideas o asunciones previas para ir descendiendo poco a poco hacia la
explicación de los datos concretos y escalofriantes de esta guerra,apoyándose
en estructuras descriptivas intermedias que proyectaban búsquedas tanto hacia
atrás como hacia adelante(desde el punto de vista histórico-temporal) de gradientes
de información adicional.
Estos analistas procediendo como en
una serie de círculos concéntricos,desde el propio centro del problema-en este
caso Serbia-,concluían que para Milosevic la partida puede ser “a todo o nada”.Sus hipótesis de
partida se podrían resumir en que el líder yugoslavo intuía que la OTAN
díficilmente concibe ya un futuro que le permita mantenerse en el poder,aunque
aún le quepa agarrarse al clavo ardiendo de las gestiones en curso de Grecia y
Rusia,para parar la guerra con concesiones por ambas partes.
Para estas personas,de la victoria de
la OTAN habría que deducir una caída del régimen de Milosevic o su reducción a
la insignificancia estratégica,sometido al dictado internacional como en el
caso del pacto de Versalles,con un ejército derrotado y bajo vigilancia
permanente.En ese contexto cabría esperar también la separación de
Montenegro,que hasta el momento ha podido preservar una autonomía interior
contra los partidarios de Milosevic,y que se ve bajo las bombas de la OTAN a
pesar de su dirección política,considerada desde Occidente todo lo democrática
que su vecindad con Serbia permite.
A partir de estas reflexiones
audiovisuales de intelectuales con cierto prestigio dentro de sus ámbitos de
actuación,me instalé más en la idea si cabe de que este problema de Kosovo como
la mayoría de las dificultades con las que se tropiezan los científicos
sociales tenía las características propias de un problema “mal definido” o lo que yo llamó “abierto por los cuatro costados”,en el sentido no sólo de su pobre
definición de los operadores iniciales del problema,sino también por la
ausencia de una solución “correcta” en
términos cognitivos,más concreto aún,en términos de una teoría de la mente con “fachada social”.
La relación entre los distintos modelos
o teorías explicativas y el curso que van tomando los acontecimientos en Kosovo
está marcada por una notable dosis de imprecisión;esto da lugar a que
sistemáticamente capte tanto en las versiones de las personas en teoría más
informadas sobre el conflicto como en aquellas otras con menos información una
serie de sesgos en las explicaciones dadas que bailan a sones muy dispares.
La consideración de las consecuencias
que este conflicto de Kosovo puede acarrear sobre los países vecinos
precisamente se configura como una formulación de premisas alternativas tan
propias en el ámbito de los problemas sociales,que servirían para abrir frentes
de actuación que eviten las dañinas repercusiones por simple efecto de
contigüidad territorial.
Así,por ejemplo,muchos de los expertos
coincidían en que el “baile con la más
fea” en un primer círculo de naciones ex yugoslavas le tocaba realizarlo a
Macedonia,país al sur de Kosovo.Este territorio estaba compuesto antes de la
guerra entre la OTAN y Yugoslavia de 27 grupos étnicos reconocidos como
tales,de los que algo más de la mitad eran eslavos y alrededor de un 35%
albaneses.Se entendía por parte de las personas que manejaban datos oficiales
de los gobiernos occidentales que la acogida masiva de los aproximadamente 120.000
albaneses de Kosovo por Macedonia provocaría un giro brusco de la composición
demográfica,de tal forma que las peticiones albanesas de autonomía se tornarían
en llamadas a la independencia o unión a un futuro Kosovo separado de Serbia e
incluso anexión con Albania,que es el único Estado del mundo gobernado por la “etnia albanesa”.Además y como apoyo a
estos argumentos,estos expertos centraban su atención en la importancia de
constatar que la lengua macedonia muy próxima al serbocroata tal como se habla
en Serbia,sólo fue codificado como idioma oficial del país tras la Segunda Guerra
Mundial,y que son muchos tanto en Serbia,por el norte,como en Bulgaria por el
este,los que consideran que Macedonia es un mosaico hecho de sus respectivas
poblaciones nacionales y otras diásporas establecidas en la zona.No parece por
ello gratuito que reciba el nombre de Macedonia que sirvió para bautizar un
revoltijo de frutas,cortesía de la cocina francesa.
Otra zona geográfica a la que se
dedican análisis profundos es a la propia Bosnia.En esta república se
concentran desde el fin de la guerra civil en 1995,tras los acuerdos de
Dayton,croatas y musulmanes en una parte autónoma,y serbios en la otra;para una
serie de políticos que participaron en algunos debates durante las primeras
semanas del conflicto surgía el enigma de que si no se podía juntar a albaneses
y serbios en un Estado,¿por qué habría de hacerse otro tanto con
croatas,musulmanes o serbios?;o lo que es lo mismo,si las fronteras de la
Bosnia de Tito eran consideradas sacrosantas,¿por qué no habrían de serlo las
de Serbia con los albaneses en Kosovo y húngaros en la provincia de Vojvodina?
La tesis que planteaban estos
contertulios políticos es la siguiente:la pérdida de Kosovo arruinaría
cualquier esperanza de que los serbios de Bosnia se conformen un día con seguir
siendo ciudadanos bosnios a todos los efectos.
Habría dos países cercanos para los
que las consecuencias,al menos inmediatas,no se preveían graves.Eran Eslovenia
y Croacia.En el caso de Eslovenia,el país más homogéneo étnicamente de los
Estados post-yugoslavos,podría verse con relativa tranquilidad lo que pasa en
Yugoslavia,pero su comprensión por olvidarse de que es un país balcánico no
puede quedar bien servida por una guerra tan próxima.Croacia,por su parte,era
vista por estos políticos como “poco
llorona” por los problemas de sus adversarios serbios,pero,a diferencia de
Bosnia,puede confiar en que la misma lógica que destruyera hoy a Yugoslavia le
devolviese un día a sus croatas extraviados en el Estado federal de Sarajevo.
Pero casi todos los que pasaron por
los diversos debates que presencié en TV coincidían en indicar que el caso más
paradigmático era el de Albania.A este país le situaban en el extremo de ese
primer círculo de naciones más próximas a lo que fue la antigua
Yugoslavia.Albania no es ni eslava ni jamás fue miembro de la ex
Yugoslavia,pese a ser el país en principio más indirectamente implicado en el
conflicto por lo que es obvio para todos nosotros.
Quizás en las explicaciones que se
daban sobre Albania se concentrasen las mayores dosis de relativismo cognitivo al puro estilo acuñado por Deanna Kuhn y sus
colegas en los trabajos sobre las decisiones de los jurados.En el caso de
Albania,me percaté que los expertos usaban con más frecuencia esquemas de
causalidad múltiple y menos modelos simplificados de corte más lineal.Incluso
usaban más estos esquemas de causalidad múltiple en sus explicaciones sobre el
papel de Albania en el conflicto que el que desempeñaba la propia Yugoslavia o
la OTAN.
Partían de hacer notar que en 1997 se
produjo la virtual desintegración del Estado albanés como consecuencia de un
gigantesco escándalo financiero en torno al juego de la pirámide.En ese desbarajuste así formado,los arsenales de la
policía y el Ejército se ofrecieron,tanto por motivos patrióticos como
económicos,a los insurrectos de Kosovo.Explican que el Ejército de Liberación
de Kosovo,que existía desde 1993,pudo aprovisionarse entonces a través de una
frontera hermana, con fondos recogidos por la emigración albanesa,sobre todo,en
Alemania.
El final de ese esquema de vértices
múltiples que es Albania se explica con un argumento que,en principio,está muy
abierto a interpretaciones contradictorias.Para algunos,que no todos,de los
políticos que participaron en estos debates,la Albania más o menos restablecida
de 1999 se ve “obligada moralmente”
a aceptar a los refugiados de Kosovo con tutela de Occidente y jamás hará
declaraciones extremas sobre la destrucción de la vecina Serbia;Albania,por
ello,díficilmente se opondría tampoco a la unión con los kosovares,para
comenzar a hacer realidad lo que sólo pudo obtener durante los últimos años de
soberania turca hace un siglo:la reunión de todos los albaneses en una única
provincia,con la inclusión de los compatriotas de Macedonia,la Gran Albania.
Como resumen,podríamos decir que estas
consideraciones sobre los países que conforman el marco geopolítico más cercano
a la zona de conflicto en Kosovo,se han empleado como formulaciones
alternativas a la solución del problema,unas veces más por la vía directa de la
probable extensión de la guerra a alguna de estas naciones,y otras más por la
vía indirecta a través de la metáfora de los círculos concéntricos,en los que se resalta la utilidad de los
esquemas de causalidad múltiple en el tratamiento de conflictos como el de
Kosovo,que se entienden más como mosaico
de pequeños problemas que como problema a gran escala.Al menos,desde el
punto de vista de toda esta gente que ha sido acreditada como expertos en sus comparecencias en los
debates realizados en TV sobre el asunto o en sus artículos de periódicos.
Una vez más se constata,tanto en las
opiniones de las personas con más información sobre el conflicto como las que
tienen menos acceso a la información,que el papel del contexto en los problemas de índole social es sustancial para
decidir por una u otra dirección en cuanto a las loables vías de solución que
albergan miles de seres humanos como en el caso concreto de Kosovo.
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