El uso del video en el aula de idiomas



Autora: Sonia Martínez Triguero



  Desde los tiempos en los que el aprendizaje de una lengua se resolvía simplemente con la traducción directa e inversa, hasta nuestros días, las metodologías en la enseñanza de idiomas han cambiado considerablemente. Los diferentes enfoques en la enseñanza de lenguas no son modas sino que responden a las características socioculturales de cada período y a las sucesivas aportaciones de las diferentes ciencias implicadas: lingüística, psicolingüística, sociolingüística, pragmática y didáctica. Las TIC no podrían ser menos y juegan un importante papel en el aula de idiomas tal y como pretendemos analizar con este artículo mediante el uso del video en el aula de idiomas.


Palabras clave: educación, video, enseñanza y aprendizaje de idiomas, TIC.




El acelerado avance de la ciencia y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), están presentes en todos los espacios de nuestra vida cotidiana, transformando nuestra manera de ser, actuar y pensar gracias a los medios audiovisuales. El "boom" de la televisión  nos ha llevado a conjugar los distintos efectos de sonido y color a través de la imagen que, junto al uso del video facilitan el desarrollo de las capacidades de comunicación y representación. De ahí que en la actualidad convivamos permanentemente con imágenes, ya sea la imagen de la televisión o de Internet, que junto con las proporcionadas por el CD o DVD, provoca que las TIC en general pasen a formar parte de nuestra cotidianeidad. La incorporación paulatina de todas estas nuevas tecnologías al ámbito educativo permite vislumbrar el potencial pedagógico de su aplicación al abrir un amplio horizonte de posibilidades educativas, así como la transformación de los procesos enseñanza aprendizaje y la generación de nuevos métodos que pretendemos analizar en este artículo mediante el uso indispensable del video como medio didáctico en el aula de idiomas.


Desde la incorporación del vídeo al aula, allá por los años ochenta, con los antiguos VHS, hasta hoy que han sido sustituidos por DVDs y próximamente éstos, los serán por los Blu-ray, la técnica ha aumentado considerablemente las posibilidades de uso y de calidad de audio y vídeo. Hoy en día cualquier ordenador, por no hablar de los teléfonos móviles, es a su vez un vídeo, y esto es una gran ventaja ya que se pueden ver los vídeos directamente desde dichos aparatos. Más aún si se trata de un portátil, o a través de USB que se puede conectar directamente a un televisor o incluso a una pizarra digital y proceder al visionado. Los ordenadores como reproductores de vídeos, pueden reproducir múltiples formatos de imagen desde su disco duro, un DVD o CD-ROOM. Aunque cabe destacar que los ordenadores no quedan limitados a estos formatos sino que son capaces de reproducir gran cantidad de vídeos desde internet desde páginas muy conocidas y gratuitas como: http://www.youtube.com/, http://www.megavideo.com/, http://es.video.yahoo.com/ que nos sirven como potencial didáctico para poder ser utilizado en el aula.

El vídeo se nos presenta por tanto, como una gran herramienta de trabajo dentro del ámbito escolar cuya explotación didáctica se centra en las prestaciones creativas, además de las motivadoras dentro del aula de modo que el alumnado pueda expresarse sobre determinados aspectos del currículo, valorándose más el proceso que el producto final. Para sacar mayor rendimiento a la parte didáctica se pueden reforzar conocimientos de todas y cada una de las materias ya que la tecnología del vídeo es sumamente funcional para este tipo de enseñanza, brindando las siguientes posibilidades de uso en el aula: mediante el simple y llano visionado de vídeos como tal, en el cual los alumnos han de observar los contenidos de un vídeo de modo crítico y responsable, además de contemplarlo relacionado con el currículum. Igualmente, como estudio del medio como lenguaje audiovisual en el que el conocimiento del lenguaje y el discurso del vídeo se hace necesario con el propósito de adquirir información implícita o explícita. Del mismo modo también podemos explotar su uso, entendiendo el vídeo como medio de creación y expresión a través de actividades con vídeos de creación propia o transformación de los existentes.

El vídeo permite analizar a fondo los recursos formales de secuencias de films o de series, los mecanismos de persuasión utilizados en los espots publicitarios, el planteamiento utilizado en los informativos. También en este caso, el hecho de poder repetir cuantas veces sea preciso, de poder congelar las imágenes, de poder modificar su cadencia paso, de poder suprimir la banda sonora, entre otras múltiples posibilidades, facilita enormemente este aprendizaje. Como lo facilita la experimentación de la expresión audiovisual mediante la utilización de la cámara. Lo ideal sería que la educación en los medios de masas se realizara en el aula de una manera interdisciplinar. Al cine, a la televisión o a la publicidad cabe acercarse tanto desde el área de lengua o idiomas, como desde la educación plástica o musical. Desde las ciencias naturales se podrán afrontar cuestiones relativas a la tecnología, y desde las ciencias sociales las cuestiones humanas o éticas. En nuestro caso, en el aula de idiomas, y dentro del plano meramente lingüístico, los videos nos resultan muy útiles a la hora de enseñar habilidades sociales mediante el uso de la lengua de aprendizaje porque el alumno se puede llegar a identificar mucho más con un vídeo que con otros medios de comunicación de masas. Atrás quedaron los años en los que el aprendizaje de una lengua pasaba por la mera traducción de los términos de una lengua a otra o por actividades centradas en la mera repetición sin que se rozara un ápice el uso práctico y comunicativo de la lengua en sí. El enfoque aquí adoptado, considera a los alumnos que aprenden una lengua principalmente como agentes sociales, es decir, como miembros de una sociedad que tiene tareas que llevar a cabo en una serie de circunstancias, en un entorno específico y dentro de un campo de acción concreto. El uso de la lengua mediante una participación activa en una interacción comunicativa es una de las condiciones básicas de las metodologías actuales en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las lenguas, en cuyas prácticas, los alumnos son naturalmente las personas finalmente implicadas en los procesos de adquisición y aprendizaje de una lengua. Son ellos los que tienen que desarrollar las competencias y las estrategias a través de la realización de distintas tareas, actividades y procesos necesarios para participar con eficacia en situaciones comunicativas, y para ello cuentan con las TIC en general y el uso del video en particular. De este modo, mediante el uso del video en el aula, podemos acudir a la empatía, viendo situaciones son capaces de ponerse en el lugar de los personajes del vídeo y analizar sus comportamientos, juzgarlos y ponerse en su lugar. Además, podemos investigar, crear aprendizaje significativo y duradero, todo está en la mano del profesor y su capacidad para llevar el vídeo de forma útil a su aula.

Con ello, lo que se destaca con respecto al vídeo es su alta permeabilidad en el aula a partir de su participación y manipulación. Es decir, hablamos de una escuela abierta, en la cual el alumnado ha de construir su conocimiento, quebrándose el modelo tradicional centrado en la enseñanza como mera transmisión de conocimientos. Ahora la actividad y participación del discente se erige como referente, priorizándose el aprendizaje colaborativo y dialogado poniendo la tecnología en manos de los alumnos para que se expresen de la manera más creativa posible. Se pretende que los alumnos aprendan, en el campo de lo audiovisual, a interpretar los mensajes y a crear mensajes, del mismo modo que, en el campo del lenguaje, aprenden a un tiempo a leer y a escribir. Con la cámara de vídeo pueden realizarse actividades mucho más asequibles y eficaces. Por ejemplo, trabajos de observación, de auto-observación o de investigación. Así, puede utilizarse la cámara para grabar a los alumnos, individualmente o en grupos, para poder observarlos o para que puedan auto-observarse, evaluando así su habilidad o su comportamiento. La cámara puede servir también para la realización de trabajos de investigación. La recogida de datos es la primera fase en cualquier trabajo de investigación, y el análisis de estos datos es la segunda. La tecnología del vídeo permite, en muchos casos, realizar estas fases con una eficacia muy superior a la que permite la simple observación directa, gracias a prestaciones como la congelación de imagen, la repetición cuantas veces haga falta, la modificación de la cadencia de paso, etc. En la bibliografía recomendada al final del artículo pueden encontrarse libros que ofrecen sugerencias para una utilización imaginativa, asequible y eficaz de la cámara en el aula.

De este modo, los estudiantes participan de manera activa en el proceso de enseñanza de la lengua, favoreciendo así la autonomía en la construcción de su conocimiento, convirtiéndose en protagonistas de la actividad, y el papel del profesor en dicho proceso pasará a ser el de orientador y supervisor de todas las acciones que se realizan. De hecho una de las actividades que se pueden trabajar desde el aula de idiomas es la de la escenificación de una obra de teatro favoreciendo el aprendizaje interdisciplinar de los contenidos: desde Educación Artística se puede trabajar el atrezzo y los decorados, desde Tecnología todo lo relacionado con el proceso de grabación, filmación y decorados, desde Física el estudio del sonido, Lengua y Literatura las distintas técnicas de interpretación y elaboración de guiones, desde Música la banda sonora. Esta actividad involucra, como ya adelantábamos anteriormente, a todos los alumnos y las alumnas de la clase, convirtiéndolos en protagonistas de la actividad, lo que les estimula y refuerza, siendo probable que hablen en inglés fuera del aula. Además del trabajo en grupo, se puede facilitar el trabajo individual y poder respetar la diversidad de la clase, teniendo en cuenta las posibilidades e intereses de todos. El aprendizaje autónomo se puede fomentar si “aprender a aprender” se considera un aspecto principal del aprendizaje de idiomas, dirigido a que los alumnos se hagan cada vez más responsables y conscientes de la forma en la que aprenden, de las distintas opciones de las que disponen y de las que más les convienen. De este modo, se respeta la diversidad del alumnado, ofreciéndole a cada uno un papel o tarea de acuerdo a sus posibilidades e intereses: unos preparan guiones, otros el atrezzo, la pronunciación, los dibujos, la puesta en escena, en definitiva, todos trabajan a la vez en un buen ambiente de aula. La experiencia permite montar situaciones o acciones propias del país nativo, como pueda ser un informativo, un anuncio publicitario o la manera de hacer té, proporcionando a la clase una aproximación cultural al país. Por supuesto, la actividad favorece el manejo de las nuevas tecnologías, ya que son los alumnos y alumnas los que filman sus propias creaciones.


Mediante la actividad, los alumnos en el aula de idiomas, pueden hacer uso de la cámara de video como recurso prioritario y así crear sus propios sketches, lo cual favorecerá el trabajo cooperativo, la creatividad, el tratamiento interdisciplinar de los contenidos, la reflexión crítica y la comprensión de valores en un ambiente lúdico y estimulante que genera ilusión por aprender y hablar en el idioma que se está aprendiendo cuando se presente la ocasión fuera del aula. Por medio de actividades de este tipo, se produce un aumento del grado de interés del alumnado ante el proceso de enseñanza-aprendizaje ya que el hecho de que los alumnos puedan verse y oírse en la pantalla en la audición final les refuerza su trabajo y les ayuda a superar la timidez que supone manejarse en un idioma que no es el propio, mejorando de este modo su autoestima. La actividad en sí actúa como una eficaz herramienta tanto de evaluación como de auto-evaluación, permitiendo una corrección inmediata tras la visualización de la grabación. Igualmente, se desarrollan múltiples capacidades que ayuda a mejorar las destrezas receptivas: la atención, la memoria, la expresión oral y se enriquece el vocabulario en el idioma en el que se está aprendiendo puesto que proporciona un contexto natural para la expresión oral en el idioma que se está aprendiendo, ya que al ser un medio visual se facilita la asociación entre ese lenguaje y las situaciones (contexto), lo que facilita su memorización.

El uso de video en el aula exige una constante reflexión sobre prácticas, metodologías y experiencias innovadoras de comunicación educativa. El vídeo en la enseñanza se presenta y representa como un instrumento útil para inculcar en el alumnado la posibilidad de enseñarles a aprender estimulando las interacciones entre los miembros de un grupo. Una herramienta que, quizá, para alguno esté tildada de manida u obsoleta, pero que aún tiene mucho que dar de sí en la educación como elemento motivador del proceso de enseñanza y aprendizaje de idiomas. Quisiera terminar este artículo con la aportación de Ferrés, cuya obra incluimos en la bibliografía, y cuya cita revierte en todo aquello que hemos querido mostrar acerca de las bondades del uso en el aula de idiomas: “Mediante la imagen en movimiento puede potenciarse una aproximación a la realidad. No se trata de partir de la realidad para llegar al vídeo, sino de partir del vídeo para llegar a la realidad. O, para ser más exactos, partir de la realidad para, con la mediación del vídeo, llegar nuevamente a ella” (Ferrés, 1994b: 59). Esperamos que estas líneas sirvan para animar al profesorado a incluir el video como herramientas de uso en el aula.

BIBLIOGRAFÍA DE INTERÉS

- Bartolomé, A. R. (1989). Nuevas tecnologías y enseñanza. Barcelona: Graó-ICE de la Universidad de Barcelona.

- Ferrés, J. (1992). video y educación. Barcelona: Paidós. (Segunda edición, corregida y aumentada, del libro aparecido en Laia en 1988. Teoría y práctica del video educativo. Reflexión sobre los motivos de su integración y sobre los criterios que deberían regirla. Propuestas para una integración variada y eficaz)


- Ferrés, J. (1988). Cómo integrar el video en la escuela. Barcelona: CEAC.


- Lonergan, J. (1985). El video en la enseñanza de idiomas. León: Academia


- Mallas, S. (1985). video y enseñanza. Barcelona: ICE de la Universidad de Barcelona.