NUEVOS
MODELOS EDUCATIVOS PARA LA ENSEÑANZA DE INFORMÁTICA EN EL NIVEL SUPERIOR.
Bombelli[1],
E.; Mella1, A.; Byorkman[2],
A.; Barberis1, G.; Cataldi[3],
Z.
bombelli@agro.uba.ar - mella@agro.uba.ar - estudiobyorkman@gmail.com -
barberis@agro.uba.ar - liema@fi.uba.ar
Resumen
Recientemente
la educación superior ha cambiado gracias a las Tecnologías de la Información y
Palabras clave: Informática, b-learning,
plataforma educativa, educación virtual.
1. Introducción
Gran parte de la educación actual,
sea abierta o mixta, utiliza lo que en forma generalizada e imprecisa se ha
dado en llamar Sistemas de Gestión del Aprendizaje (Learning Management Systems)
(LMS) o Entornos Virtuales de Apendizaje (Virtual Learning Enviroments) (VLE).
El primer LMS estuvo constituido
por el proyecto denominado Programmed Logic for Automatic Teaching Operations
(PLATO) en la década del ’60, perteneciente a
Según Edel [2009], los VLE se
caracterizan por:
·
El desarrollo de tecnologías
educativas.
·
El empleo de nuevas tecnologías en el
proceso educativo.
·
La influencia de Internet en los
procesos educativos.
·
Las modalidades y modelos de educación
a distancia.
·
El impacto de las plataformas
educativas en la educación.
·
El fenómeno de virtualización
educativa.
Las herramientas informáticas que
se fueron desarrollando a lo largo de los años, con base educativa, sobre todo
a partir del advenimiento de
En cuanto a las Tecnologías de la
Información y
De todas las TIC, Internet ha sido,
sin lugar a dudas, la más notable en cuanto a la influencia sobre los procesos
educativos. Su magnitud fue tal, que ha dado lugar a la aparición de nuevos
escenarios educativos completamente diferentes de los tradicionales, conocidos
como la modalidad de Educación Abierta o a Distancia (Bates, 1997) y que a su
vez ha generado modelos como el e-learning (Garrison y Anderson, 2004) y el muy
difundido b-learning (Cabero et al.,
2004; Garrison y Kanuka, 2004).
El impacto de las plataformas
educativas ha determinado que hoy día, la mayor parte de las universidades y
empresas, por no decir todas, cuenten con un LMS (Wexler et al., 2008), sin embargo, no se ha generalizado su uso por parte
de los docentes y quienes así lo hacen, muchas veces sólo lo consideran un
repositorio de materiales (de lectura principalmente).
Para comprender la última de las
características anteriormente citadas, es necesario conocer la naturaleza de
cada entorno y así construir un objeto de estudio sobre el cual generar
conocimiento redundante en el desarrollo de habilidades digitales globalizadas
(Peña López, 2009). Asimismo, dicha virtualización constituye un nuevo
paradigma que intenta transformar los modelos educativos, haciéndolos más
flexibles y transversales (Edel, 2007).
Quizás, el aspecto más importante
de las modalidades virtuales de aprendizaje, tales como e-learning, b-learning,
m-learning o z-learning, es no quedarse con los prefijos enunciados, sino más
bien enfocarse en el término learning (Edel, 2010).
En base a todo lo dicho, el
interrogante que surge espontáneamente es saber a ciencia cierta si los
actuales desarrollos y configuraciones de las plataformas educativas se
corresponden con la forma en que la actual sociedad de la información (Castells,
2006) concibe el aprendizaje de la informática; en términos de Morin (1999)
como un saber capital.
Evidentemente, las experiencias
prácticas y reales, así como la visión y análisis de las competencias
comunicacionales (Chan, 1999), son los aspectos que verdaderamente otorgan
funcionalidad a la herramienta en cuestión y no cuestiones presupuestarias
previas al diseño e implementación de la misma.
2. Objetivo
Analizar las competencias
tecnológicas para desempañarse en un Entorno Virtual de Aprendizaje, bajo un
modelo b-learning.
3. Metodología
La experiencia se llevó a cabo
sobre la asignatura Informática, incluida en los planes de estudio de las
carreras de Agronomía y Lic. en Ciencias Ambientales de
Dicho LMS responde al software
Moodle (Figura 1). La configuración de la plataforma utiliza módulos temáticos
para organizar de forma más adecuada los contenidos de la materia, en cada uno
de los cuales existen “recursos” y “actividades”, según el agrupamiento propio
de la plataforma. Los primeros están representados por material de lectura en
formato pdf y audiovisuales educativos en formato swf. Las actividades comprenden
a los foros (para realizar consultas y fomentar el trabajo colaborativo) y la
subida avanzada de archivos (para el envío de las tareas) (Figuras 2 y 3).
Figura
1: Sitio correspondiente a la asignatura Informática desarrollado en plataforma
Moodle.
Figura
2: Módulo correspondiente al tema “Procesador de Textos”.
Figura
3: Recursos y actividades del sitio.
Para llevar a cabo la colecta de
datos se utilizó un cuestionario administrado al final del curso, que interrogó
a los alumnos sobre características relacionadas al uso de plataforma en su
gran mayoría, y unas pocas de corte estrictamente tecnológico.
Dichas preguntas fueron las
siguientes:
1-
Tengo PC personal en mi casa.
2-
Comparto
3-
Poseo Internet en mi casa.
4-
Me conecto desde locutorios.
5-
Asisto a las clases presenciales a
tiempo.
6-
Uso Youtube.
7-
Uso Facebook.
8-
Uso Chat.
9-
El modelo b-learning ha facilitado mi
aprendizaje.
10-
El empleo de la plataforma ha
facilitado mi aprendizaje.
11-
He usado la plataforma sólo para
realizar las actividades.
12-
He usado la plataforma sólo para la
lectura del material.
13-
He leído el material antes de realizar
la actividad.
14-
He leído el material durante el
desarrollo de la actividad.
15-
Realicé todas las actividades
propuestas.
16-
He usado la plataforma sólo para ver
los audiovisuales educativos.
17-
He usado la plataforma para la lectura
del material, ver los audiovisuales educativos y realizar las actividades.
18-
La plataforma me resultó fácil de
manejar.
19-
El material de lectura es apropiado.
20-
Los audiovisuales educativos son
adecuados.
21-
Las actividades son el reflejo de lo
aprendido con el material de lectura y los audiovisuales educativos.
22-
Considero mi preparación previa
suficiente para encarar la asignatura.
23-
Llevo al día el estudio de los temas.
24-
Resuelvo las dudas preguntando al
profesor en la clase presencial.
25-
Resuelvo las dudas preguntando a través
del foro de consultas.
26-
Resuelvo las dudas preguntando a mis
compañeros en la clase presencial.
27-
Las clases presenciales fueron claras.
28-
La evacuación de dudas durante la clase
presencial fue apropiada.
29-
Me fue fácil seguir la clase
presencial.
30-
Me siento satisfecho con lo aprendido.
31-
Me parece interesante esta asignatura
para mi formación.
32-
El programa de la asignatura se ha
desarrollado completamente.
33-
Aprobé en la primera instancia de
evaluación.
34-
La evaluación se ha ajustado a los
contenidos desarrollados y actividades propuestas.
35-
El modelo b-learning influyó en la
relación con mis compañeros de comisión.
36-
El profesor-tutor realizó una adecuada
atención de consultas y estimulación para la participación.
Para dar respuesta a cada una de
las preguntas enunciadas, se utilizó una escala como la que se muestra a
continuación:
·
Muy deficiente (1 o No, según el tipo de
pregunta).
·
Deficiente (2).
·
Regular (3).
·
Bien (4).
·
Muy bien (5 o Si, según el tipo de
pregunta).
·
No sabe o No contesta.
4. Resultados Obtenidos
De un total de 254 (n=254)
encuestados se obtuvieron los siguientes resultados:
En cuanto a consideraciones
tecnológicas de base, más del 96% indicó poseer computadora personal en el
hogar, el 75% no la comparte con otros miembros de la familia, en tanto que un
25% si lo hace. Más del 98% posee Internet en el hogar. El 90% nunca se conecta
desde locutorios; del 10% restante, sólo el 3% se conecta regularmente y el 7%
lo hace de vez en cuando.
En orden decreciente de uso el 79%
utiliza “Facebook”, el 63% usa “Chat” y el 47% hace lo propio con “Youtube”. El
mismo orden para los que no usan dichas herramientas fue de 16,67% para “Chat”,
12,96% para “Facebook” y sólo 5,56% para “Youtube”. Los porcentajes restantes
se distribuyen irregularmente para el resto de las categorías evaluadas.
La plataforma, como herramienta,
fue de muy fácil manejo para el 81% de los alumnos. Asimismo facilitó de manera
muy buena el aprendizaje para el 72%, para el 18% sólo fue buena y para el 10%
restante se reparte de forma irregular entre el resto de las categorías
evaluadas.
Para el 78% la tutoría a través de
la plataforma fue muy buena y para el 18% buena (el 4% no respondió).
El 60% aseveró verse muy bien favorecido
por el modelo b-learning en relación a la facilitación de los aprendizajes, a
un 25% le resultó bien el modelo en el mencionado sentido, para el 5%
constituyó un aporte regular, para el 4% el aporte fue deficiente, otro 4%
indicó que el mismo fue muy deficiente y un 2% no respondió a la pregunta
(Figura 4).
Figura 4: Influencia del modelo en la facilitación del
aprendizaje.
En relación a la forma en que
dicho modelo influyó en la relación entre estudiantes, el 24% consideró la
influencia como muy buena, para el 13% fue buena, para el 18% regular,
deficiente para el 6% y muy deficiente para el 33% (el 6% no respondió) (Figura
5).
Figura 5: Influencia del modelo b-learning en la relación
entre pares.
El 44% usó la plataforma sólo para
realizar las actividades que propuso la asignatura, el 59% la usó para leer el
material, el 68% para ver los audiovisuales educativos y el 75% para las actividades
y recursos anteriormente mencionados en su conjunto.
El 60% indicó que el material de
lectura fue muy bueno en relación a las actividades planteadas, el 15% lo
consideró bueno, el 20% regular, el 4% deficiente y el 1% muy deficiente
(Figura 6). En cuanto a la lectura del material, el 57% lo hizo antes de
realizar la actividad, en tanto que el 72% lo hizo durante su desarrollo.
Figura 6: Valoración de la relación entre material de
lectura y actividades propuestas.
El 72% (muy bueno) respondió lo
mismo en cuanto a lo que refiere la primera parte de la pregunta anterior, aunque
en relación a los audiovisuales educativos, en este caso, el 16% consideró a
estos últimos buenos, el 7% regulares y el 5% no respondió (Figura 7).
Figura 7: Valoración de la relación entre audiovisuales
educativos y actividades propuestas.
Todas las actividades fueron
desarrolladas por el 80% de los alumnos y el 20% restante no las cumple en su
totalidad. Respecto de la relación entre estas y lo incorporado a partir de los
dos canales educativos (material de lectura y audiovisuales educativos), el 72%
indicó que dicha relación fue muy buena, el 11% buena, el 9% regular, el 4% muy
deficiente y otro 4% no respondió. Para evacuar dudas el 66% de los alumnos formularon
preguntas en la clase presencial, el 4% lo hizo en los foros de consulta, el
30% hizo preguntas a pares (Figura 8).
Figura 8: Formas en que los alumnos evacúan dudas.
Más allá de quienes evacuaron sus
dudas en la clase presencial, a partir de preguntas, el 75% opinó que dichas aclaraciones
en la clase presencial fueron muy buenas, en tanto que para el 14% fueron buenas.
Porcentajes muy similares a los anteriores resultaron en favor de la claridad
de las clases presenciales, muy buena (74%) y buena (15%).
Con relación a los conocimientos
previos para encarar la asignatura, el 35% los consideró muy buenos, el 30%
buenos, el 20% regulares, el 4% deficientes, el 9% muy deficientes y el 2% no
respondió.
Respecto de la asistencia puntal
de los alumnos a las clases presenciales, el 80% indicó haber cumplido muy
bien, un 10% respondió haber sido buena y el 10% restante se reparte con un 4%
de asistencia regular, 2% deficiente y 4% muy deficiente.
Para el 68% la clase presencial
fue muy fácil de seguir, para el 11% fue fácil, para el 7% regular y el 14%
restante se reparte entre muy difícil de seguir y sin respuesta (5% y 9%
respectivamente).
Los temas de la asignatura fueron
llevados al día en forma muy buena por el 53%, buena por el 18%, regular por el
12%, deficiente por el 4% y muy deficiente por el 13% de los estudiantes.
El 92% aprobó el examen en la
primera instancia y el 85% aseguró que la evaluación se ajustó muy bien a los
contenidos; para el 15% la evaluación se ajustó sólo bien a los contenidos.
La satisfacción acerca de lo
aprendido fue muy buena para el 70% y buena para el 20%. Para el 80% fue una
materia muy interesante y el 74% indicó que el programa se desarrolló en forma
completa.
5. Conclusiones
De acuerdo a los resultados
encontrados, los aspectos tecnológicos de base muestran una infraestructura
(mayor al 90%) y cierto grado de alfabetización tecnológica (entre 47% y 79%) considerados
adecuados, de cara a la implementación de un modelo b-learning.
Los porcentajes referidos a la
facilidad de uso de la plataforma y como herramienta facilitadora de los
aprendizajes oscilaron entre 70 y 80. También el modelo (b-learning), como facilitador
del aprendizaje, estuvo comprendido en el mismo rango de porcentajes, si se
consideran las dos primeras categorías evaluativas (muy bueno, bueno).
Supera el rango anterior (mayor al
80%), la forma en que los alumnos consideraron las tutorías realizadas por los
docentes, a través de la plataforma, teniendo en cuenta también en este caso,
las dos primeras categorías evaluativas (muy bueno, bueno).
Los dos canales educativos
provistos (material de lectura, audiovisuales educativos), fueron valorados por
los alumnos y utilizados en grado variable de acuerdo a sus formas de
aprendizaje, sin embargo, más del 70% los utilizó en forma conjunta para el
desarrollo de las actividades propuestas.
No extraña el bajo porcentaje
(inferior al 5%) de alumnos que utilizó los foros de consulta para evacuar
dudas, característica ya conocida por los docentes de la asignatura, desde que
la misma se impartía utilizando un foro de discusión (cerrado y moderado) de
dominio “Yahoo”, antes de la aparición masiva de los LMS en el ámbito
académico, para consultas y repositorio de materiales. Ello demuestra que no
está todavía instaurada la cultura de uso de los foros como herramienta
colaborativa de aprendizaje entre pares, al menos en la casa de estudios en la
que se llevó a cabo esta investigación.
Lo anterior no hace más que
reforzar la importancia que todavía tienen las clases presenciales en los
nuevos modelos educativos y por qué los que más se han difundido e
institucionalizado han sido los mixtos (b-learning).
Finalmente, más del 90% aprobó la
instancia evaluativa final (sumativa) y el 80% consideró interesante la
asignatura, como también satisfizo sus expectativas en relación a la misma.
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[1] Facultad de
Agronomía. Universidad de Buenos Aires. Av. San Martín 4453. C1417DSE. C.A.B.A.
[2] Estudiante de
[3] Facultad de
Ingeniería. Universidad de Buenos Aires. Av. Paseo Colón 850. C1063ACV.
C.A.B.A.