UNA MIRADA A LA ESCRITURA DE NIÑOS Y JÓVENES
ESCOLARES DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
María Inés Silva Comelin*
El
propósito de este trabajo (1) es dar a conocer, a interesados en la educación
básica y especialistas en lectoescritura, una
síntesis de un informe reciente de investigación acerca de la expresión escrita
de los estudiantes de este nivel de enseñanza, en escuelas federales y privadas
de la Ciudad de México (2).
Es
preciso realizar una aclaración inicial que contextualice
este trabajo. El citado informe de investigación fue un producto no esperado
del desarrollo de un estudio, "Educación ambiental: disposiciones y
resistencias al cambio en escolares del Distrito Federal", que actualmente
se lleva a cabo en la Universidad Pedagógica Nacional, Sede Ajusco.
Por requerimientos específicos de este estudio, el instrumento de recolección
de información, un cuestionario sobre asuntos ambientales y estilos de vida,
distribuidos entre alumnos de sexto de primaria y tercero de secundaria del
Distrito Federal en mayo, junio y julio de 1996, contenía una buena cantidad de
preguntas abiertas, cuyas respuestas nos pusieron frente a una muestra del
discurso escrito "natural" de los escolares de nivel básico de la
capital del país. La idea de detenerse en la expresión escrita de los
estudiantes y realizar un informe sobre este tema, ajeno a nuestra
especialidad, surgió y se afianzó hasta el límite de lo insoslayable al revisar
exhaustivamente los 326 cuestionarios de la muestra y encontrar en los textos,
en forma extendida y recurrente, deficiencias gramaticales de diferente orden
en el discurso escrito de estudiantes que estaban próximos a egresar de
primaria y secundaria tanto de escuelas federales como privadas. Era notable la
presencia de problemas de tipo ortográfico relacionados tanto con el uso
correcto de las letras, como con la utilización de la acentuación y puntuación,
e incluso se observaron no pocos casos de estudiantes que manifestaban además serios
problemas de escritura relacionados con su misma construcción. Nos pareció que
esta información se presentaba en los cuestionarios en forma tan destacada que
no podía ser y permanecer ignorada, sino por el contrario debía servir de apoyo
en el estudio y resolución de esta problemática en educación básica.
Metodológicamente
se trata de un estudio de casos. Los datos con que se cuenta se recogieron de
ocho grupos de escolares de educación básica (3), cuatro de sexto de primaria y
cuatro de tercero de secundaria de siete escuelas del Distrito Federal, cuatro
federales y tres privadas. Se seleccionaron grupos de sexto de primaria y
tercero de secundaria bajo el supuesto de que podían ser reveladores de
aprendizajes del nivel correspondiente dentro de la educación básica. Se
procuró que los grupos de sexto de primaria y tercero de secundaria
pertenecieran a escuelas que presentaran diferentes atributos significativos
para los propósitos de nuestro estudio; en otras palabras, que se tratara de
las escuelas "típicas", representantes de escuelas relativamente
comunes en el Distrito Federal. En el caso de las escuelas federales, escogimos
cuatro, dos primarias y dos secundarias, de diferentes turnos, en distintas
delegaciones políticas del Distrito Federal, unas evidentemente urbanas, otras
más relacionadas con el medio rural; seleccionamos estas escuelas también con
la expectativa de encontrar en ellas estudiantes de diferente nivel
socioeconómico. En el caso de las escuelas particulares elegimos planteles de
existencia consolidada y con un gran contingente de estudiantes; las tres
escogidas cuentan con niveles de preescolar, primaria, secundaria y
preparatoria; dos de ellas se caracterizan por tener una orientación
relativamente tradicional de la enseñanza, la tercera se considera más liberal,
las tres son laicas y a ellas acuden —con variantes— estudiantes de nivel
socioeconómico medio y contingentes de clase media alta y alta. Todos los
grupos analizados cuentan con un número similar de hombres y mujeres.
Estimamos
que los problemas encontrados en relación con la expresión escrita de los
estudiantes en cada tipo de escuela pudieran estar siendo compartidos por
estudiantes que acuden a escuelas de similares características a las
consideradas en este estudio. Lamentablemente en este espacio tan reducido no
podemos entrar a información más detallada; nos limitaremos a una perspectiva
general.
Algunas precisiones conceptuales
Dos
aspectos de la escritura de los estudiantes de educación básica llamaron
nuestra atención: la ortografía y un problema cuyas manifestaciones guardan
relación con la construcción de expresión escrita.
En
este trabajo, entendemos la ortografía como la "manera de escribir
correctamente las palabras de una lengua", "que da reglas para el
adecuado uso de las letras y otros signos en la escritura" (4). Constituye
una parte de la gramática normativa y tiene la intención de mantener una unidad
entre los diferentes hablantes de la misma lengua. Se trata de una manera de
escribir institucionalizada. No queremos ni podemos entrar a un debate sobre la
legitimidad de la autoridad lingüística y sobre el problema que representa el
mantenimiento de una unidad formal fundada en una diversidad real, la de los
hablantes de la lengua española. Ésta es una tarea que corresponde a los
profesionales en esta rama del conocimiento.
Cuando
nos referimos a que algunos estudiantes presentan serios problemas de expresión
escrita, o problemas de construcción, estamos haciendo alusión a la presencia,
en sus escritos, de varios de los siguientes fenómenos: frases y oraciones
incompletas; palabras escindidas; partes de palabras diferentes unidas,
convertidas en un término; palabras a las que les faltan sílabas; sílabas a las
que les faltan letras; dificultades para expresar a través de la palabra
escrita las ideas que se tienen, y hasta no pocos casos de falta de relación
entre fonemas y letras o, en sentido más general, de sonido y expresión
escrita. Los alumnos que presentan estos problemas manifiestan, además,
notables problemas de ortografía en el sentido definido en el párrafo anterior.
Una visión general: interrogantes, reflexiones y sugerencias
Aquí
presentaremos, como ya lo anunciamos, una visión global del conjunto de casos.
Es necesario apuntar que se trata de un conjunto de estudiantes de sexto de
primaria y de tercero de secundaria, de la ciudad de México, que presenta
variedad en su comportamiento ortográfico y en la construcción de su discurso
escrito. Las diferencias entre alumnos de primaria y secundaria, de escuelas
federales y particulares, han quedado detalladamente señaladas en la versión
ampliada. Sin embargo, recuperaremos en este espacio ciertas tendencias
fundamentales que se presentan en el conjunto de escolares encuestados.
En
primer lugar, podemos decir que se trata de un conjunto de estudiantes de
educación básica que manifiesta tener una ortografía deficiente en relación con
el uso correcto de las letras en su escritura. Se trata de un problema regular
que se presenta en todos los grupos analizados, aunque su intensidad varía. Dos
ejemplos: uno, por un lado, el grupo que presenta una mejor ortografía en este
aspecto, el caso 8 (tercero de secundaria de escuela privada), donde el 37.5%
de sus integrantes incurre en frecuentes errores ortográficos en un texto y
sólo el 42.5% muestra una ortografía correcta en este aspecto. Por otro lado,
si nos vamos al otro extremo, al grupo que muestra la peor ortografía del
conjunto, el caso 2 (sexto de primaria de escuela federal), el 94.74% de sus
miembros tiene mala ortografía y no se encuentra ningún alumno que muestre
tener una ortografía correcta. Dos, si consideráramos los tres mejores grupos
(casos 8, 3 y 5), el porcentaje de los alumnos que escriben correctamente no
alcanza, ni cercanamente, a la mitad de sus respectivos grupos (42.5%, 35.71%,
34.78%, en orden). La ortografía deficiente está particularmente acentuada en
los estudiantes que cursan sus estudios en escuelas federales, a excepción de
los jóvenes que asisten a la escuela secundaria federal identificada en este
estudio como caso 3. Y en los alumnos de familias pobres.
El
tipo de dificultades más comunes que tienen los estudiante en materia de uso de
letras radica en el empleo de la hache ("h"), de la be
("b") y de la uve ("v"), de la ce ("c"), ese ("s"),
y zeta ("z"), de la elle o doble ele ("ll")
y de la y griega ("y"); de la g ("g") y de la jota
("j"). Estos problemas están presentes en todos los grupos, pero la
diferencia estriba en la extensión del problema entre los estudiantes y la
intensidad con que se presenta en cada uno de ellos. Aunada a las
insuficiencias anteriores, se presenta con relativa frecuencia en las escuelas
federales, con excepción del caso 3, una tendencia en los textos de los alumnos
que consiste en asociar el fonema correspondiente a la letra "ñ" con
la letra "ll".
En
segundo lugar, encontramos estudiantes que, al finalizar la primaria y, aún
más, al terminar la secundaria, muestran no sólo problemas de ortografía con
respecto al empleo correcto de las letras, sino graves problemas en el
ejercicio de la lengua escrita, en su misma construcción. En esa condición se
detectó a un número de 16 estudiantes de los 326 encuestados, de los cuales 15
asisten a escuelas federales. En otros términos, ello representa el 4.9% de los
escolares encuestados, el 9.43% de estudiantes de escuelas federales
entrevistados y un 16.66% del contingente de alumnos de sexto de primaria de
escuelas federales que contestaron el cuestionario. Este problema se presenta
asociado a la pobreza.
En
tercer lugar, en relación con la ortografía en lo que respecta específicamente
a la acentuación y puntuación, vemos una conducta regular entre los estudiantes
de educación básica entrevistados. Aunque también se observan variantes entre
los casos analizados, en todos ellos los estudiantes tienen menos problemas con
el ejercicio de la puntuación que con la utilización del acento gráfico. El
aprendizaje de la acentuación gráfica se muestra también muy deficiente entre
los escolares estudiados de los que se pudo obtener información sobre este
asunto. De un total de 316 alumnos, 39 acentúan correctamente en todo su texto,
esto es, sólo el 12.34% del conjunto, 22.47% nunca lo hacen y la mayoría usa el
acento eventualmente. La dificultad está singularmente anotada en las escuelas
primarias en las que sólo seis escolares de 160 que asisten a ellas, es decir,
3.75%, acentuó su escrito en forma adecuada. Es común encontrar, entre los
alumnos que no emplearon los signos gráficos de puntuación en su texto, la
utilización de la conjunción "y" como sustituto.
Si
en la primera revisión de los cuestionarios nos llamaron la atención la
extensión y frecuencia de las deficiencias ortográficas entre los estudiantes,
y aun los problemas de construcción que mostraban algunos de ellos a un paso de
dejar la primaria y la secundaria, y nos interrogábamos acerca de su posible
explicación, al finalizar este análisis los resultados encontrados
incrementaron nuestras interrogantes hasta formar un abanico de preguntas desde
diferentes perspectivas. Dejamos a los especialistas la tarea de buscar una
explicación y reflexionar en torno a las implicaciones en la formación integral
de las personas y, por tanto, en su capacidad de desarrollo futuro de la
presencia de estas insuficiencias y deficiencias estructurales.
En
relación con los problemas de construcción de la escritura, nos hemos
preguntado: ¿cómo es posible encontrar alumnos que cursan el sexto de primaria
e incluso el tercero de secundaria, que muestran no saber escribir? ¿Qué pasó
con ellos luego de seis y nueve años de educación básica en que, supuestamente,
uno de los objetivos fundamentales desde los primeros tiempos, ha sido la
enseñanza de la lectoescritura? En este aspecto
específico, ¿para qué le sirvió haber asistido a la escuela? ¿Sobre qué bases
fueron promovidos? ¿Las deficiencias de aprendizaje que presentan en esta
materia, las tienen en otras áreas de conocimiento? ¿Presentan estos niños y
jóvenes particulares dificultades físicas de aprendizaje como consecuencia de
la pobreza? ¿La escuela a la que asisten realmente es una expresión concreta
del uso de un código elaborado, como la planteó Basil
Bernstein? ¿Qué formación, experiencia y dedicación
tienen los maestros de esas escuelas? ¿Cómo afecta el origen social de los
maestros y sus condiciones socioeconómicas actuales al ejercicio de la labor
fundamental y determinante que les encarga la sociedad que es la instrucción y
formación de los jóvenes? ¿Qué opinan los maestros de esas escuelas de estos
resultados de aprendizaje? En relación con la ortografía de los estudiantes,
¿cómo es posible que ésta sea tan deficiente después de tantos años de asistir
cotidianamente a la escuela básica? Si bien el nivel socioeconómico de los
estudiantes parece afectar la intensidad de este problema, ¿éste se presenta en
todo tipo de escuelas y en los diferentes estratos socioeconómicos? ¿Qué
variaciones ha sufrido este problema con respecto a la década anterior? (5)
¿Qué consecuencias tiene esta situación de aprendizaje de la lengua materna
escrita en la vida personal futura de los escolares, en su desarrollo
espiritual y cultural, en su acceso al mercado de trabajo?
Por
último, cabría agregar algunas ideas y reflexiones que guardan relación con las
interrogantes anteriores.
Una,
mucho se comenta la importancia que tiene el ejercicio de la lectura en el
aprendizaje de la expresión escrita de los estudiantes. De los alumnos de
educación básica encuestados para esta investigación, la mayoría de ellos
declara gustarle la lectura, porque según su apreciación mejora su habilidad
para leer y para escribir, o porque por medio de ella se introducen a mundos
nuevos e interesantes. Sin embargo, de este conjunto son muy pocos los que leen
por propia iniciativa, más allá de un deber escolar; casi todos ellos se
limitan a leer los libros obligatorios para ese grado escolar en su escuela;
cuando se les pregunta qué libros han leído el último año, se repiten los
títulos al interior de cada grupo analizado. En no pocos casos, al dar el
nombre del libro, incurren en errores de ortografía. En suma, parece necesario
estudiar más detenidamente los caminos seguidos para incentivar el gusto por la
lectura en la escuela básica y, a juzgar por los textos analizados, las
consecuencias reales que tiene la lectura en el aprendizaje de la lengua
escrita, particularmente en lo que a ortografía se refiere.
Dos,
en estrecha relación con el punto anterior, Carlos Monsiváis
expresó en alguna oportunidad que las actuales generaciones vivían insertas y
estaban siendo formadas en una "cultura de imagen", la que había
desplazado a la "cultura de la palabra". Muy probablemente, Monsiváis tenga la razón. Para un numeroso contingente de
los estudiantes de educación básica, ver la televisión forma parte de su vida
cotidiana, de su rutina o agenda diaria, como ir a la escuela: más de la mitad
de los escolares declara ver más de tres horas de televisión por día y una
quinta parte de ellos reconoce entre varias alternativas que es su actividad
preferida en el uso de su tiempo libre. Podríamos suponer que la omnipresencia
de la "cultura de la imagen" en la vida cercana de los niños y
jóvenes estudiantes, vía televisión, pudiera no estar afectando tanto a la
expresión oral de los estudiantes (incluso la podría haber estimulado en algún
sentido, aunque quizás a través de formas estereotipadas), como a su expresión
escrita; el discurso televisivo no apoya el aprendizaje de la escritura y entra
en competencia con la lectura.
Tres,
resulta necesario fortalecer y diversificar la enseñanza de la escritura en la
escuela básica y poner un énfasis especial en el ejercicio de la expresión
escrita entre sus estudiantes. Al respecto, conviene recuperar tanto la idea de
Paulo Freire de que a leer se aprende leyendo y a escribir escribiendo (6),
como otras recomendaciones ya señaladas por especialistas en el sentido de que,
mejor que hacer planas enteras de escritura y ortografía, se estimule la
redacción y el maestro corrija los textos (7). Resultaría conveniente que los
estudiantes desarrollaran periódicamente escritos breves sobre temas que les
llamen la atención. En la investigación que hemos realizado, detectamos que
algunos de los asuntos que más los motivan giran alrededor de las actividades
que realizan en su tiempo libre y en los diferentes problemas que encararán como
adolescentes. Así, podría encargárseles relatos cortos acerca de lo que
hicieron el fin de semana, comentarios sobre el ejercicio de algún deporte,
sobre películas, programas de televisión, etcétera, que pudieran ser corregidos
en el salón de clases de forma participativa. Esto tendría que ser
complementado con cursos previos de actualización para maestros.
Cuatro,
una vertiente que cabría desarrollar en futuras investigaciones sobre problemas
de expresión escrita y sobre ortografía en particular, y para indagación de
otros problemas prioritarios y apremiantes que enfrenta la educación básica,
sería detenerse en el estudio extensivo y con profundidad de los casos que sí
funcionan, que dan resultados positivos. Por ejemplo, para el tema particular
de este informe, tenemos el caso 3 de esta investigación: se trata de una
escuela secundaria de carácter federal, cuyo grupo de estudiantes encuestados
alcanza niveles de aprendizaje muy aceptables y muy
diferentes a los alumnos de otras escuelas federales. Sería interesante
conocer si ese nivel de aprendizaje se explica por la condición social de los
alumnos o por las características particulares de esa escuela. Detenerse
particularmente a detectar si en los diferentes grupos de ese plantel se dan
resultados de aprendizaje similares en estos aspectos; en ese caso, recuperar
historias de grupo con un buen nivel de aprendizaje, historias de vida de
alumnos y maestros, etcétera.
Notas
1
Antes que nada damos las gracias a las escuelas que nos permitieron la entrada,
a sus directivos y maestros muy interesados en conocer lo que sucede en su
interior y para poder llevar a cabo, dentro de sus posibilidades, los ajustes
necesarios, y un reconocimiento muy especial a los estudiantes que, en su gran
mayoría, tuvieron una gran disposición para darnos a conocer sus opiniones y
propuestas en relación con sus problemas ambientales, que trataremos en
trabajos sucesivos.
2
La versión amplia de este trabajo "Acerca de la expresión escrita de
escolares de educación básica del Distrito Federal. Problemas, interrogantes,
sugerencias", diciembre de 1996, aún inédita, se puede encontrar en la
Dirección de Investigación de la Universidad Pedagógica Nacional, sede Ajusco.
3
Descripción de cada uno de los grupos componentes de la muestra.
Escuelas Federales:
Caso 1: grupo de sexto de
primaria, turno matutino, delegación Venustiano
Carranza. Compuesto de 40 estudiantes (20 mujeres y 20 hombres), de
entre once y doce años de edad (16 y 23 alumnos, respectivamente; sólo
un estudiante de trece años), pertenecientes, en forma equilibrada, a
familias de nivel socioeconómico medio y bajo. El 55% de las madres
trabaja en forma exclusiva en el hogar.
Caso 2: grupo de sexto de primaria, turno vespertino,
delegación Xochimilco. Compuesto de 38 estudiantes
(18 mujeres y 20 hombres), de entre los once y los quince años (trece de once,
18 de doce, cinco de trece, uno de 14 y uno de 15), pertenecientes en su casi
totalidad a familias de estrato socioeconómico bajo; el 71% de las madres de
los estudiantes trabaja en forma exclusiva en el hogar.
Caso 3: grupo de tercero de secundaria, turno matutino,
delegación Coyoacán. Compuesto de 42 alumnos (21
mujeres y 21 hombres) entre los 14 y 16 años (25 de 14, trece de 15, tres de
16), miembros en su inmensa mayoría de familias de nivel socioeconómico medio.
El 45.23% de las madres realiza trabajo exclusivamente en el hogar.
Caso 4: grupo de tercero de secundaria, turno vespertino,
delegación Xochimilco. Compuesto de 39 estudiantes
(19 mujeres y 20 hombres), de entre los 14 y los 17 años (cuatro de 14,
20 de 15, 14 de 16 y uno de 17), pertenecientes en su mayoría a familias
de nivel socioeconómico bajo. El 84.61% de las madres trabaja en forma
exclusiva en el hogar.
Escuelas privadas:
Caso 5: grupo de sexto de primaria de un colegio de larga
tradición, delegación Benito Juárez. Compuesto de 46 alumnos (21 mujeres y 25
hombres), de entre once y trece años (siete de once, 38 de doce y sólo uno de
trece años), pertenecientes en su inmensa mayoría a familias de estrato
socioeconómico medio. El 35.55% de las madres se dedica en forma exclusiva al
hogar.
Caso 6: grupo de sexto de primaria de un colegio de
tradición liberal, delegación Coyoacán. de Compuesto
de cuarenta y dos alumnos (21 mujeres y 21 hombres) de entre once y trece años
de edad (cuatro de once, 37 de doce y sólo un alumno de trece años), miembros
de familias de nivel socioeconómico medio y algunos de medio alto. El 42.85% de
las madres se dedican en forma exclusiva al hogar.
Caso 7: grupo de tercero de secundaria de una escuela con
más de cuarenta años de existencia, delegación Alvaro
Obregón. El grupo está compuesto de 39 estudiantes ( 20
mujeres y 19 hombres) de entre 14 y 16 años (dos de 14, 20 de 15 y 17 de 16
años), miembros de familias de estrato socioeconómico medio y medio alto. El
41% de las madres de los escolares de este grupo se dedica exclusivamente al
hogar.
Caso 8: grupo de tercero de secundaria, de la misma
escuela del caso 6. Compuesto de 40 alumnos (20 mujeres y 20 hombres) de entre
los 14 y los 16 años (trece de 14, 22 de 15 y cinco de 16 años) pertenecientes
a familias de nivel socioeconómico medio y medio alto. El 22.5% de las madres
de los alumnos se dedica exclusivamente al hogar.
4
Gran Enciclopedia Larousse, reimpresión febrero
de 1980, Tomo VII, p. 1014.
5
En su artículo "Ortografía española: Estratificación social y
alternativas", en Nueva Revista de Filología Hispánica, Tomo XL,
1992, núm. 2, Raúl Dávila da a conocer los resultados de una investigación sobre
la ortografía de los estudiantes de primaria, concretamente de tercero a sexto,
distinguiendo por tipo de escuela y sexo.
6
Ver en Margarita Gómez Palacio et al., Pedagogía general y didáctica
de la lengua escrita. Fascículo III; elementos indispensables para la enseñanza
y aprendizaje de la lengua escrita, OEA, Universidad de las Américas, México, 1989, las aportaciones tanto de Freire
como de otros autores sobre temas relacionados directa e indirectamente con el
aprendizaje de la escritura.
7
Libro para el maestro, Primer Grado, SEP, México, 1980.
*María
Inés Silva Comelin: Profesora investigadora de la
Dirección de Investigación de la Universidad Pedagógica Nacional, sede Ajusco.
Artículo
publicado en la revista Educar
Número 8 Lectura y Escritura
http://www.jalisco.gob.mx/srias/educacion/consulta/educar/dirrseed.html