LA COLABORACIÓN EN LA EDUCACION*
La mayor
parte de las contribuciones que forman parte de este dossier han sido
realizadas en torno a la jornada de trabajo sobre La colaboración en la
educación, que tuvo lugar en la Universidad de Barcelona en mayo de 1996. La
organización del propio encuentro se llevó a cabo de forma colaborativa, dado
que su estructura organizativa giró en torno a la discusión entre grupos
heterogéneos (alumnos, profesores, formadores, personal de la
administración,...), multiculturales (por la presencia de participante de
distintos países Latinoamericanos) y interdisciplinares.
Al hacer
pública la propuesta nos sorprendió recibir, sin haber realizado un gran
esfuerzo publicitario, un importante número de contribuciones en forma de relatos
de prácticas, informes de experiencia y descripciones de proyectos que sus
autores/as consideraban de orientación colaborativa, desde ámbitos
insospechados y con gran variedad de perspectivas y miradas. No realizamos ninguna
selección (aunque en este dossier no se recojan todas). Una finalidad de la
jornada era explorar, también, qué podía entender la comunidad educativa por
colaboración en educación.
Esta
respuesta nos lleva a pensar que, en las fronteras de los movimientos oficiales
de renovación pedagógica, al margen de las reformas educativa, dentro y fuera
de la escuela, en la intimidad de muchas aulas y prácticas profesionales,
existen sujetos y actuaciones no visibles, ni reconocidas, que año tras año
insisten en el reconocimiento de una forma de entender y vivir la educación. No
hemos podido incluir todas las participaciones ni recoger los ricos y profundos
debates generados. Pero dejamos el tema abierto. Esperamos que entre los
lectores surjan mil discusiones.
Marilyn
Johnston, profesora de la Universidad de Ohio (EEUU), presenta una interesante
reflexión a partir de su amplia experiencia en todos los niveles educativos
como docente, formadora e investigadora de los procesos colaborativos en el
aula entre docentes y alumnos y en la formación del profesorado, a, través de
estrategias como la coenseñanza en proyectos colaborativos entre la escuela y
los centros universitarios de formación docente. Estos artículos conforman la
base teórica de este dossier junto a nuestro artículo Las complejas realidades
de la colaboración educativa, que de un modo introductorio contextualiza el
conjunto de las colaboraciones de este dossier y recoge las aportaciones más
interesantes habidas en las múltiples discusiones realizadas a lo largo de la
preparación y realización de las jornadas. Confiamos haber sido fieles al
espíritu de las ideas allí aportadas.
Los
relatos prácticos se caracterizan por la diversidad de experiencias
colaborativas presentadas. Virginia Ferrer, profesora universitaria, junto a Bernardo
Grande y Javier Pemoff, docentes de primaria, presentan el proyecto
Escuela Universidad (P.E.U.) basado en una experiencia de trabajo conjunto
durante dos años entre dos escuelas de primaria y la Escuela Universitaria de
Formación del Profesorado de la Universidad de Barcelona, a través del diseño,
desarrollo y evaluación de actividades didácticas compartidas y de la
realización de intercambios pedagógicos entre profesorado y alumnado de los dos
niveles educativos, mostrando los amplios beneficios curriculares, formativos,
personales y profesionales que este proyecto ha generado. Gloria Rincón,
maestra y asesora pedagógica, aborda el relato de un grupo de mujeres docentes
colombianas que iniciaron hace siete años un viaje compartido hacia la transformación
institucional a través de la profundización en las dimensiones comunicativas e
intersubjetivas de la construcción escolar. Varias estudiantes de Pedagogía y
el profesor José Contreras, relatan de forma compartida “la crónica de una
muerte anunciada”, explorando las dificultades e imposibilidades de llevar
adelante, con todos los compromisos que ello implica, una relación
colaborativa en el aula universitaria. En un sentido parecido, dos estudiantes
de la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado, Jordi Colell y
Carolina Díaz, abordan y evalúan su experiencia del “contrato pedagógico”, que
permite el planteamiento de explicitación, discusión, negociación y acuerdo
sobre la planificación, desarrollo y evaluación curricular planteado por la
profesora Virginia Ferrer en la asignatura Didáctica General de primer curso,
deteniéndose en la exploración de las vivencias, contradicciones, retos y
aprendizajes generadas. En relación a la producción colaborativa de escritos
entre docentes universitarios y no universitarios, Fernando Hernández, asesor
de formación y profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de
Barcelona, explora críticamente los límites y posibilidades de la autoría
compartida. Rosa Laffitte, profesora del Departamento de Didáctica y
Organización Educativa de la Universidad de Barcelona, nos hace reflexionar
sobre su experiencia basada en el diálogo como proceso de aprendizaje
colaborativo en varios grupos de formación. Pasando a la formación permanente
del profesorado, Maite Mases, formadora del Instituto de Ciencias de la
Educación de la Universidad de Barcelona, plantea su experiencia como asesora
en un centro de primaria a través de una experiencia de formación colaborativa
en un centro de primaria. Montse Ventura, también desde la formación
permanente, explora la experiencia colaborativa y participativa en la formación
de formadores y asesores de formación de los Centros de Profesores del Ministerio
de Educación español en el diagnóstico y análisis de necesidades de formación
docente. Por otra parte, Silvia Brusilovki, profesora e investigadora
argentina, nos ofrece un riguroso y clarificador análisis de un proyecto
comunitario de extensión universitaria de formación de pedagogos como educadores
de adultos desde una perspectiva crítica y emancipadora
El
aspecto más novedoso de esta forma de organizar el contenido del dossier, es
que se habla de la colaboración, sus problemas y sus aportaciones, desde focos
del sistema educativo de los que se suele tener menos información. El hecho de
que la mayor parte de los asistentes fuesen formadores de profesorado (inicial
o permanente) y en algunos casos docentes y alumnado universitario, explica
que, como veremos más adelante, sus experiencias de colaboración se situasen
mayoritariamente en estos espacios formativos.
Algunos
lectores del KIKIRIKI COOPERACION EDUCATIVA podrían pensar que no hablamos del
“aula” porque solemos pensar que sólo existen “aulas”, es decir, educación
formal conformada por un currículum establecido, en la escuela primaria y
secundaria. Quizás las páginas que siguen consigan el efecto del que
hablábamos al principio “joder hablar de nosotros a partir de contrastar lo que
hacen los demás”.