DEL BAÚL

 

REFLEXIONES SOBRE

EL METODO NATURAL

Valter Martini*

 

El presente artículo recoge y sintetiza una serie de materiales y de reflexiones nacidas de los numerosos seminarios-laboratorio celebrados con  Paul Le Bohec, que en estos últimos años ha tenido el gran mérito de volver a proponer, en Italia y en el extranjero, el debate, estimulante por muchos aspectos, sobre el método natural.

 

Nos servimos además de aportaciones de Giancarlo Cavinato, Marisa Gizzio y Nerina Vretenar.

 

El método natural es:

 

- Conocer con todo el cuerpo, a través de la experien­cia, los canales sensoriales, la investigación, el hallazgo, en las acciones acompañadas por el éxito, de puntos de referencia estables.

- Reforzar progresiva­mente la seguridad, la confian­za de base, personal y de grupo, como condiciones para el éxito (una pedagogía del éxito frente a una pedagogía del fracaso; por consiguiente una metodo­logía de la valorización y de la escucha).

- Un método relacional, fundado en las relaciones, las dinámicas, el conocimiento re­cíproco, la utilización de las aportaciones de todos. No es el individuo el que se afirma sobre el colectivo como necesidad de destacarse y de evitar sus complejos, sino es precisamente el colectivo el que reconoce y valora al individuo. El grupo media, retorna, empuja, se hace cargo, anima. Se trata, por tanto, de educacion para la cooperación como estrategia eficaz para el individuo y el grupo.

- Una manera de vivir, no una técnica, que envuelve a la persona en­tera, no solo a su parte racional; las acciones acompañadas por resultados positivos se autorrefuerzan y se orga­nizan en técnicas «de vida». Esto afec­ta a la persona en su integridad: se le da, pues, importancia al aspecto afec­tivo en el desarrollo de las capacidades cognoscitivas, pero sin fracturas entre emotividad y racionalidad, entre cons­ciente e inconsciente.

- Un escucharse a si mismo, a las necesidades y deseos propios, y no superficiales e inducidos; a las poten­cialidades personales. Al mismo tiem­po es escuchar a los demás.

- El placer de aprender, el no rechazar ni ver rechazado nada; reco­nocer la importancia del error o mejor dicho la inadecuación a una situación. Si se parte del intento de comprender y explicar los orígenes de los «erro­res», uno se da cuenta de que los cami­nos posibles son muchos más de los que se pensaba y resulta la originali­dad implícita en los procesos de pensamiento.

- Partir del presupuesto de que cada individuo en el aprendizaje pre­senta y desarrolla características per­sonales y lleva a cabo actitudes, elec­ciones y modalidades de conocimiento particulares.

 

Problema básico en la enseñanza no es tanto la individualización, enten­dida como adopción en la didáctica de los diferentes ritmos de cada uno, co­mo fases, condiciones, división de los mismos aprendizajes, cuanto la perso­nalizacion (la posibilidad, por tanto, de expresion de las necesidades, moti­vaciones, dinámicas, ámbitos y conte­nidos diversos de conocimiento, ade­más de modalidades de conocimiento profundamente distintas).

 

Habrá que dar importancia al análisis de las estrategias de aprendi­zaje, de los progresos, de los retrasos, de los tanteos de cada uno y del grupo (construcción personal de un saber que después es socializado y vuelve a ser filtrado por el individuo);

 

- Una relación constante entre la práctica educativa, la experiencia escolar y la reflexión teórica.

 

Es una manera de vivir la rela­ción teoría-práctica, en la que el maes­tro es creador de su manera de hacer escuela (instrumentos, técnicas, orga­nización) e investigador junto con sus alumnos.

 

Hay que estar atentos a todas las perspectivas científicas, antropológi­cas, psicológicas, sociológicas, semi­ológicas, etc.

 

También en el plano de la inter­vención hay que tener presentes dos posibles puntos de partida, entre los que se dan muchos puntos de contacto:

 

* A partir de lo real, del cuerpo, hasta llegar a la simbolización.

* A partir de un principio, en cierta manera, general, abstracto, has­ta su concretización.

 

Las estructuras, los códigos, las «reglas» que los hombres se imponen son medios creados para vivir, sobre­vivir, actuar, comunicar, satisfacer ne­cesidades, proyectos...

 

No se pueden imponer estructu­ras predispuestas y pensar que puedan servir para afrontar la vida, la realidad y que puedan ser aceptadas.

 

Las estructuras que cada uno de nosotros se construye en la interacción con los demás, con la realidad, son las más adecuadas, adaptables. Cada uno de nosotros mira hacia la realidad de una manera distinta de la de los demás.

 

Esta vale tanto para el chico co­mo para el profesor, por eso la relación práctica-teoría se apoya en el método natural.

 

Se es tanto más rico, moderado y acertado en los conocimientos cuan­to más «esquemas» se poseen, a tra­vés de la confrontación, la colabora­ción, el contacto con los demás. (Importancia de la confronta­ción y de la participación en la manera de mirar de los demás, al mundo).

 

- Un método ligado a la vida.

 

Todos los seres vivos, para so­brevivir en su amiente, poseen una estructura capaz de comunicar con él: de tomar informaciones, de dar res­puestas, de establecer un intercambio. Todo ser vivo posee, por tanto, una «estructura natural» que le permi­te ese tipo de aprendizaje que le es necesario para sobrevivir en dicho am­biente.

 

El ambiente del hombre es ac­tualmente desde hace muchos siglos eminentemente cultural; el ser huma­no, pues, posee una estructura mental «natural» de aprendizaje de la cultura de su ambiente.

 

Es «natural» para el hombre y para el niño adherirse a una realidad que se presenta como una confusa ma­raña de relaciones y de fenómenos, intentar poner orden, establecer jerar­quías, encontrar recurrencias, analo­gías, referencias.

 

La realidad sorprende a niños y adultos de formas diferentes, produ­ciendo en ellos conflictos, tensiones, sistemas de fuerzas conflictivas. Los individuos -y los niños son particular­mente dados a este punto de vista­ buscan respuestas, soluciones, vías de escape, construyéndose hipótesis de intervención.

 

Demasiadas veces, en cambio, la escuela actúa precisamente para impe­dir que cada individuo aprenda de for­ma original y se construya personal­mente su cultura (primero saber, des­pués saber hacer; primero las reglas, después las aplicaciones).

 

Hay elementos de base sobre los que se apoya un método natural de aprendizaje, cualquiera que sea el campo de investigación, de conoci­miento, de dominio de la realidad en la que se sumerge.

 

Estos elementos son: la práctica personal, los fenómenos de grupo, las referencias, las peculiaridades, los im­pulsos, el esquema de cinco puntos, las circunstancias.

 

PRACTICA PERSONAL

 

Es condición indispensable practicar directamente para obtener un aprendizaje eficaz, intuir, intentar en­tender, modificar, emplear directa­mente energías.

 

Corresponde al intento experi­mental, al tanteo analizado con origi­nalidad por Freinet en varias obras.

 

LOS FENOMENOS DE GRUPO

 

El grupo es siempre algo más que la suma de las partes que lo com­ponen. Se verifican a menudo fenóme­nos de aislamiento, de oposición, de colaboración, de protesta, de poder li­gado al saber, de lucha, de boicoteos, de partición.

 

Es el grupo el que nos permite encontrar particularidades, compren­der hipótesis y explicaciones que por sí solas no se hallarían.

 

LAS REFERENCIAS (hallazgo de las informaciones).

 

No se puede, efectivamente, sa­ber todo, puesto que se está aprendien­do continuamente, pero cada uno quie­re aprender por sí solo, quiere deber su saber sólo a sí mismo, porque cada uno quiere limitar al máximo el poder que los demás podrían ejercer sobre él de­bido a su necesidad de aprender.

 

No se puede, ciertamente, apren­der por sí solo. Se intenta, sin embar­go, hacer referencia en orden de prefe­rencia:

 

- Ante todo a sí mismos, a la experiencia y pasado personales.

- Después a sus semejantes, que son sus iguales, por lo tanto no se arriesgan demasiado a dominar porque también ellos están en situación de debilidad.

- Por último al maestro, pero esto puede ser peligroso. También, a los libros, a los diccionarios, a los anua­rios, a los códigos, a los ordenadores que son menos dañinos porque son instrumentos técnicos que no perjudi­can a la seguridad real.

 

LAS PECULIARIDADES

 

Ninguno de nosotros ha sido construido con el modelo de otro. Está el protestón, el creativo, el meticuloso, el que capta globalmente las cosas, el puntilloso, el que tiende a oponerse a todo.

 

En un grupo de investigación lo que podría ser un defecto se convierte, en cambio, en una virtud.

 

Pero hay también particularida­des personales que son verdaderas ca­racterísticas psicológicas: algunas per­sonas tienen un amplio campo de inte­reses, no pueden más que interesarse un poco en un gran número de cosas. Otras tienen un campo de intereses más reducido, se interesan de manera más profunda en un pequeño número de problemas.

 

Algunos no consiguen trabajar en grupos numerosos; otros tienen constantemente necesidad de enfren­tarse con la realidad; otros incluso tie­nen la tendencia a escapar de ella con­tinuamente.

 

Algunos formulan hipótesis, otros las verifican. Algunos son sensi­bles a los aspectos geométricos, espa­ciales de la realidad, otros a los aspec­tos numerales o a las apariencias sen­sibles; algunos se cansan mucho fácil­mente, otros, por el contrario, no...

 

Esta es la clase de riqueza de personalidades complementarias de las que puede estar formado un grupo.

 

LOS IMPULSOS

 

Hay también características de tipo psicológico: está el obstinado, el dominante, al que le gusta actuar me­cánicamente, el que está más orienta­do hacia lo manual, al que le gustan las clasificaciones, el que tiene un herma­no mayor brillante y tiene que superar­le, el que ha tenido que emplear ener­gías en un terreno distinto del de sus hermanos, el que tiene que tener éxito a toda costa porque sus padres dudan de sus capacidades, etc.

 

Todas estas cosas provocan es­fuerzos más o menos profundos en lo que se hace; y tienen que ver con la motivación.

 

ESQUEMA DE CINCO PUNTOS

 

Nuestros actos son siempre inte­resados y motivados.

 

1. Puede haber un estímulo de tipo objetivo, analítico por el conoci­miento de un fenómeno.

2. Se puede actuar porque expe­rimentamos un verdadero placer sub­jetivo en hacer una determinada cosa.

3. Podemos estar animados por una necesidad de comunicación, de relación con los demás.

4. Podemos estar interesados en la proyección, en la búsqueda de situa­ciones evocativas, en el intento de ha­cer emerger necesidades profundas.

5. En resumen, y muy a menudo, tenemos que actuar con la finalidad de la supervivencia, con la necesidad de tener que hacer para podernos mante­ner.

 

CIRCUNSTANCIAS

 

El método natural no puede ser utilizado en todas las circunstancias. A veces hay imperativos de tiempo: en­tonces se está obligado a contentarse con la regla dada porque no hay tiem­po de llegar a la regla hallada que es sin embargo la que todos soñamos, porque es la más gratificante, la más eficaz, la más memorizable.

 

Para el método natural son nece­sarias ciertas condiciones de tiempo, de número, de continuidad, de progre­so, de repetición, de lugares, de gru­pos, de salud física, psicológica, inte­lectual... Esto conlleva fases de aper­tura, descubrimiento, y fases de es­tructuración más mecánicas para la in­tegración.

 

CONCLUSIONES

 

Hace falta, por tanto, para apli­car el método natural:

 

- Identificar los fenómenos de grupo, aprender a animar, etc.

- Organizar las referencias: li­bros de Freinet, artículos, escritos de no freinetianos, pero también  Biblio­tecas de Trabajo, programas para el ordenador, diccionarios ortográficos, etc.

- Aceptar las peculiaridades de cada uno y conocer las de uno mismo, intentando volverlas menos opresivas.

- Intentar liberarse en el plano psicológico a través y por medio de la expresión (escritura, teatro, matemáti­ca, palabra, canto,...) o de la responsa­bilidad.

- Organizar las circunstancias.

 

Todo esto es sólo una informa­ción. Todo puede empezar cuando de una primera práctica personal se pasa, a través de la teorización, a un nivel superior, a una capacidad de saberse inventar nuevas reglas, porque «cada uno de nosotros no debe más que a sí mismo su saber (el saber personal, el propio saber)».

 

BIBLIOGRAFIA

 

Obras más importantes de Elise y Celes­tin Freinet traducidas al italiano:

 

- Los dichos de Matteo. Nuova Italia, Florencia, 1962.

- La escuela moderna. Loescher Ed., Tu­rín, 1963.

- Nacimiento de una pedagogía popular. Nuova Italia, Florencia, 1963. Editor¡ Riuniti, Roma, 1975.

- Mis técnicas. Nuova Italia, Florencia, 1969.

- El aprendizaje de la lengua, según el método natural. Nuova Italia, Florencia, 1971.

- La escuela del pueblo. Editor¡ Riuniti, Roma, 1973.

- La educación del trabajo. Editor¡ Riu­niti, Roma, 1977.

- La escuela del hacer: principios, méto­dos y técnicas. Emme Ed., Turin, 1977.

- El aprendizaje de la escritura. Editor¡ Riuniti, Roma, 1978.

- El aprendizaje del dibujo. Editor¡ Riu­niti, Roma, 1980.

 

Paul Le Bohec

 

Ha publicado: Los dibujos de Patrick (aspectos terapeúticos de la libre expresión), Ed. Casterman, París, 1980.

 

El método natural II. La escritura (en colaboración con C. Freinet), Ed. Delachaux et Niestle, Neuchatel, 1971 (traducido y publicado por Editor¡ Riuniti, Roma, 1978, con el título El aprendizaje de la escritura). ¡Ah! ¡Escribid jun­tos! C.E.L., Caunes, 1983.

 

Rémi a la conquista del lenguaje escrito (3 vol.) C.E.L., Caunes, 1967-68.

 

Las co-biografías en la formación, C.E.L., Caumes. La matemática libre (3 cuader­nos), C.E.L., Caunes, 1969-70.

 

Creaciones orales: Lenguajes inventa­dos, Construcciones de Canciones (2 discos), C.E.L., Caunes, y un número monográfico de «El educador» sobre la invención matemática. Sobre la revista pedagógica y cultural mensual del M.C.E. «Cooperación Educativa» han aparecido los siguientes ensayos:

 

- Nº 6185 ¿Hay un aspecto político en la pedagogía de Freinet?.

- Nº 8188 Escribir es también jugar.

- Sobre «Informaciones MCE para una pedagogía popular» señalamos el nº 11187. Metodología de la animación y forma­ción adulta.

 

Traducción: Pilar Rodríguez Reina.