Televisión digital y programación: de la televisión de
siempre a la televisión de pago y multicanal
(4.141 palabras - 10 páginas)
Dr. José Luis lbáñez Serna ©
Profesor titular en la
Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad del País
Vasco
Lic. Emilio Fernández Peña ©
Departamento de
Educación y Universidades del Gobierno Vasco
@
Desde la puesta en marcha de la primera televisión
en España (TVE) hasta las nuevas televisiones digitales han transcurrido poco
más de cuarenta años. En este periodo el modelo televisivo español se ha
modificado de una manera ostensible. Donde anteayer había una televisión
pública, única y gratuita; ayer un conjunto de televisiones públicas y privadas
gratuitas a excepción de Canal Plus; hoy trata de abrirse paso la nueva televisión
privada multicanal y de pago con incrustaciones públicas en alguno de los
casos.
1956. Televisión española Los primeros
años
Televisión Española inaugura de manera oficial sus
emisiones el 28 de octubre de 1956. Así, al final de la década de los
cincuenta, España tendrá una televisión en blanco y negro, analógica, única,
pública, generalista y gratuita. Llegaba hasta los receptores por ondas
electromagnéticas (VHF) y emitía informativos, teleseries, cine, teatro,
programas de variedades, espacios infantiles y diversas retransmisiones:
fútbol, toros y otras.
Desde 1967, emite de forma regular la Segunda
Cadena o UHF, si bien no llega a todos los lugares de España. La UHF programa
únicamente tres horas diarias entre las 20:30 y las 23:45. Se trata de una
programación cultural que podría calificarse, salvando las distancias, de
precursora de los actuales canales temáticos.
1982. Las
televisiones autonómicas. Euskal telebista
Entre los años 70 y los 90 la tecnología y el
panorama audiovisual evolucionan significativamente. En 196 hay en España
8.200.000 televisores, de los que 800.000 están preparados para emitir en color
(1). A principios de los 90, la televisión es en color, analógica, pública o
privada, generalista o temática, gratuita o de pago. Llega a los receptores de
los hogares por ondas electromagnéticas, por satélite y, en menor medida, por
cable.
En los años 80 surgen las televisiones autonómicas.
La primera televisión autonómica, Euskal Telebista, inicia sus emisiones de
manera experimental en los primeros meses de 1983.
Un estudio (2) realizado sobre las características
de su programación concluía:
l) El gran peso que el cine y las series tenían en
la programación de ETBI. Más del 33% de las 367 horas y media semanales de
programación estaba dedicado a esta categoría.
2) La gran importancia de los programas deportivos.
Un 20,68% del total.
3) Pese a las intenciones fundacionales de EITB,
llamaba poderosamente la atención el escaso porcentaje que alcanzaban los
programas de carácter cultural en la parrilla de programación de ETBL (6%).
4) Los informativos constituían el 13% de la
programación y aquí se producía la única excepción en el uso continuado del
euskera: el informativo diario Teleberri se emitía en castellano a las 14:30 de
la tarde.
5) La publicidad apenas superaba el 2% y ello por
falta de contratación. No porque la política del ente fuera en una dirección no
comercial.
6) Más de la mitad de la programación, el 63%,
correspondía a producciones ajenas. Del total de la producción ajena, casi la
mitad pertenecía a países europeos, en tanto que la otra mitad procedía de
Norteamérica (Estados Unidos y Canadá). El resto, un 3%, eran producciones
latinoamericanas, básicamente, las series conocidas popularmente como
culebrones.
1990. Las
televisiones privadas
A principios de los 90, concretamente en los meses
de enero y marzo inician sus emisiones las primeras televisiones privadas
gratuitas en España. Son Antena 3 (25.1.1990) y Tele 5 (3.3.1990). Canal Plus,
la primera televisión de pago, llega a las pantallas con carácter oficial el
martes 4 de septiembre de ese mismo año.
No se podía hablar de la televisión privada en
España sin tener en cuenta los orígenes y el desarrollo de la televisión en
EEUU y en Europa, así como los modelos que adoptó.
La televisión se desarrolla en los Estados Unidos
de América en forma de actividad privada y comercial, financiada por la
publicidad y con una programación orientada fundamentalmente al entretenimiento
y a la diversión de los espectadores, más que a su desarrollo cultural.
La financiación de las emisiones por agencias de
publicidad que desean atraer grandes audiencias para sus mensajes, condujo a un
modelo basado en el sensacionalismo y en la espectacularidad. Para paliar el
comercialismo, la F.C.C. (Federal Communications Commision) impuso en 1961 la
transmisión de unos tiempos mínimos dedicados a noticias y a asuntos de interés
público.
A diferencia de Estados Unidos, la televisión en
Europa se configura, inicialmente, como un servicio público debido a una serie
de razones entre las que destacan:
- la tradición de la empresa pública radiofónica
dominante en Europa y que servirá como modelo para el desarrollo del sistema
televisivo.
- la coincidencia de planteamientos entre la
derecha y la izquierda políticas que consideraban la televisión como un medio
demasiado influyente en la sociedad para dejarlo en manos de las empresas
privadas.
Sin embargo, pese a estar estructuradas como entes
públicos, las televisiones europeas no serán capaces de evitar totalmente el
modelo americano en su programación.
Esta tendencia se intentaría corregir con la
creación de canales UHF dirigidos a públicos con un nivel cultural más exigente
y selectivo. Si bien la televisión pública y la privada coexisten en Inglaterra
desde 1955, el gran debate sobre televisión pública/televisión privada no se
anima en Europa hasta los años setenta.
Esta situación lleva a preguntarse por la
viabilidad de reunir en un sólo modelo las ventajas de la televisión pública y
las de la privada: la independencia de los intereses comerciales y la vocación
de servicio a la sociedad de la pública y la pretendida creatividad e
innovación de la privada.
La respuesta -un sistema mixto en el que compitan
públicas y privadas podría contribuir a paliar defectos y sumar cualidades de
unas y otras parece ingenua cuando menos.
La coexistencia de la televisión pública y privada
no hace sino homogeneizar la oferta de la programación y empuja a la televisión
pública a entrar en la lógica de mercado, anteponiendo la comercialidad a la
calidad. Y es que no puede ser de otra manera.
Cuando la actividad televisiva obedece a criterios
económicos y comerciales y se regula por las leyes del mercado, el estado se ve
incapacitado para orientar el sistema televisivo hacia fines de interés
general, sean estos de naturaleza económica, política o socio-cultural.
La
televisión privada en España
La historia de la televisión en España hasta
principios de los ochenta es la historia de TVE. Hasta entonces el modelo de
televisión existente es consecuencia de un complejo ordenamiento jurídico que,
al igual que había ocurrido en otros países, se asienta en la normativa del
modelo radiofónico.
Con todo, pese a que las autoridades optan en su
momento por un modelo público de televisión, las diferencias del caso español
con los países de Europa occidental fueron notables. Así, no se recurrió al
canon por tenencia de aparato para su financiación y TVE fue en su momento una
de las pocas televisiones públicas europeas cuya financiación procedía casi
exclusivamente de la publicidad.
Del primer estudio global realizado sobre la
programación de todas las televisiones españolas, incluidas las privadas
-excepto Canal Plus (3)- se obtienen las siguientes conclusiones:
Los programas de entretenimiento alcanzaban el 78%
en Tele 5 por arriba y el 55% en TVE1 por abajo. Entre las televisiones
autonómicas, Telemadrid alcanzaba casi el 69% frente al 54% de TV3.
Los informativos ocupaban el 27% en 1VEI. TVG
(Galicia)parecía la menos interesada de las televisiones públicas en esta
categoría, con un 15%. Por debajo de la televisión privada Antena 3, aunque por
encima de Tele 5 (2,44%).
La programación cultural ocupaba el mayor
porcentaje en Canal 33, con un 14%, contra el 4% de TVE1 entre las televisiones
públicas.
En términos generales, existía una gran
homogeneización en la programación que corresponde con una filosofía
competitiva de todos contra todos.
Si existía un modelo de televisión pública
autonómica, éste había que buscarlo fuera de los criterios de programación y
contenidos.
Canal Plus
Canal +, que ya cuenta con 1,5 millones de
abonados, fue la primera televisión de pago en España. Su aparición instaura
una nueva cultura televisiva que es la de pagar por ver la televisión. La
transición hacia la televisión multicanal de pago se había iniciado.
Juan Luis Cebrián había declarado ya en noviembre
de 1989 a la revista Class que Canal Plus sería un gran club de
entretenimientos (cine y deporte) en la parte codificada y en la no codificada
emitiría informativos de calidad y programas de ocio similares a otras
televisiones.
El primer canal de pago español no ha variado en
gran medida su programación desde sus inicios. Un 59,9 % de sus contenidos los
dedica a ficción, un 16,2 a deportes y un 8,2 a programas culturales (4). Los
abonados a Canal + expusieron las razones de su suscripción en una encuesta
realizada por la cadena de televisión. El 34,5 % reconocía que se había abonado
por el cine, el 31 % por el fútbol, el 10,4 % por "la oferta diferente y
de calidad", el 9,8 % por el deporte en general, el 3,5 por ausencia de
publicidad, el 2,6 por la demanda familiar y el 1,9 por la programación taurina
(5).
1995. La
televisión por cable
Como señala Piaget (6) la televisión por cable no
procede de un descubrimiento científico ni de una nueva tecnología, sino más
bien del encuentro fortuito del sistema de la transmisión por hilo con la
televisión.
A partir de 1985 surgen en el sur y levante
peninsular los llamados videos comunitarios ante la escasez de una oferta de
ficción en la única lugares del territorio peninsular se entenderá el
desarrollo, siquiera incipiente, del cable.
Algunos vídeos comunitarios se transforman en
modestas empresas de televisión por cable al mejorar sus infraestructuras,
ampliar su oferta y el número de hogares a los que llegan. Su programación se
restringe a la reemisión de las cadenas nacionales y autonómicas herzianas
junto con algunas recibidas vía satélite en su mayoría de otros países y en
otros idiomas y en muchos casos también un canal local.
Otros operadores hasta un total de 27 constituyeron
la denominada Asociación de Empresas de Servicios Distribuidos por Cable,
AESDICA y sirven televisión por cable a 80.000 hogares. Estos operadores se
diferencian de los primeros en sus mejores infraestructuras y en que pretenden
ofrecer una mejor programación. Además del canal local propio emiten las
televisiones por aire, las de satélite gratuitas y uno o varios paquetes
adquiridos a las productoras y empaquetadoras, caso de Cableantena o Multicanal
TPS (Canales de cine, infantiles, de documentales o de música, todos ellos en
español). Es aquí donde radica la novedad respecto a los ya clásicos videos
comunitarios reconvertidos en televisiones por cable. Su intención de
satisfacer los derechos que conlleva la normativa de propiedad intelectual es
una característica que los dota si cabe de mayor entidad.
Las grandes corporaciones se crean a partir 1992
ante el anuncio de que la ley se aprobaría de modo inminente. Sus accionistas
son bancos, cajas y empresas eléctricas, principalmente. Son precisamente estas
empresas las que se están haciendo, vía concurso, con el mercado (7).
Junto a ellas Telefónica podrá operar en todas las
demarcaciones 16 meses después de que se hayan resuelto los concursos. Si se
tiene en cuenta que Telefónica es la máxima accionista de Vía Digital parece
razonable pensar que los contenidos que transmita por cable serán básicamente
los mismos que ofrece esa plataforma.
En diciembre de 1995 se aprueba la Ley de
Telecomunicaciones por Cable que regula no sólo los servicios de televisión
multicanal que pueden transmitir los operadores, sino que se extiende a la
telefonía y los servicios telemáticos que desde enero de 1998 pueden ofertar
los cableoperadores. Atrás habían quedado seis anteproyectos de ley.
En 1996 se habían registrado 802 operadores que
ofrecían servicios de televisión por cable a 420.000 abonados (8).
Hasta 1994 los contenidos audiovisuales temáticos
en castellano eran muy escasos. A partir de octubre de 1994 se crea el paquete
de programación en español TPS, más tarde se ofrece a los operadores
TNT&Cartoon Network con parte del audio en español y posteriormente surge
Cableantena. Todos estos paquetes de programación ofrecen canales especializados
en cine, series de televisión, contenidos para niños, documentales o canales
musicales. Los operadores de cable distribuían a sus abonados una oferta
temática exclusiva. Con esta nueva oferta el cable español pasa de ofrecer
películas de vídeo, re-emitir canales por satélite sin costo alguno o de ser
simplemente un modo de mejorar la recepción de las cadenas a convertirse en una
fuente de programación diferenciada, una televisión no sólo de pago, sino
temática.
1997. La
televisión digital
La televisión digital por satélite surge en 1994 en
EE.U U, un país en el que el cable llegaba ya a 59.689.070 de hogares (9). El
desarrollo de la televisión digital se materializa gracias a la tecnología que
posibilita la compresión digital, lo que permite multiplicar por siete o más
los canales que se podían transmitir por un sólo transpondedor (reemisor) de
satélite. Se debe tener en cuenta además que en el caso estadounidense existía
un desarrollo importante de la televisión multicanal propiciada por el cable.
El mercado proporcionaba una programación más que suficiente. Los canales
digitales sólo tenían que adquirirla.
En España, el grupo Prisa lanza los servicios de
televisión digital por satélite con Canal Satélite Digital (CSD) el 31 de
diciembre de 1997. En marzo de ese año la televisión digital por satélite
inaugura los servicios de pago por visión. El 30 de septiembre de ese mismo año
comienza sus emisiones Vía Digital.
El satélite hasta la aparición de la televisión
digital alimentaba las cabeceras de los operadores del cable. Para aquellos
usuarios que disponían de parabólica era también un canal de acceso a otros
canales televisivos. La televisión digital hace del satélite una fuente de
transmisión al hogar de una televisión multicanal y temática.
Esta nueva televisión supone una ruptura del
concepto clásico de parrilla de programación siempre identificado con la
televisión generalista.
Para el ex director de la CBS, Gene Jankowski (10)
existen dos dinámicas en el mundo de la comunicación: la agregación de
audiencias que identifica con aquellos productos de las industrias culturales
(libros, discos o películas) que interesan a la mayor parte del público y la
disgregación de audiencias que tiene que ver con los gustos de pequeñas
audiencias por cuestiones especializadas. Según Jankowski esas dos dinámicas
sirven a dos necesidades diferentes: la necesidad de pertenencia a un grupo
social y la necesidad de ser individual y matiza que no son competitivas, sino
complementarias.
La
televisión digital en España. Programación
La oferta de la televisión digital está
estructurado de la siguiente manera:
Un paquete básico en el que se incluyen algunos
canales generalistas como los autonómicos, emisiones en otras lenguas (NBC
Europe, Télévision Intemationale) y canales temáticos: infantiles,
documentales, cinematográficos, informativos y otros.
Los contenidos de este paquete básico tienen un
bajo costo para el operador, ya que en muchos casos son canales por satélite en
abierto. En el caso de las plataformas digitales españolas muchos de estos
canales son creación de las propias plataformas, puesto que apenas existían
precedentes en el mercado de la televisión multicanal. Los operadores de
satélite incluyen canales que propician la captación de nuevos abonados y el
mantenimiento de los antiguos.
Para acceder a otros canales no incluidos en la
oferta básica el abonado debe pagar una cantidad adicional Es el caso de
algunos canales cinematográficos.
Existen además canales a la carta que se contratan
individualmente y van dirigidos a públicos más restringidos (Canal Mundovisión
para ciegos y sordos, Canal C: con telecarga o Muzzik).
En un principio el cine y fútbol eran los motivos
que aducían los abonados a Canal Plus para suscribirse a la primera televisión
de pago española. Curiosamente son estas categorías de programas los contenidos
más contratados en el sistema de pago por visión (pay per view). En la nueva
televisión multicanal se cobra más por acceder antes a un determinado tipo de
programas. El proceso de estreno de las películas es el siguiente: primero pago
por visión, después canales de pago (Canal Plus) y más tarde en los canales
generalistas o en los paquetes básicos.
Transición
de la TV y programación publicitaria
Ninguna de las plataformas habla de publicidad y si
lo hacen es para negarla. No en balde la televisión digital está financiada con
el dinero de sus abonados.
No parece que las grandes marcas vayan a renunciar
a difundir sus productos precisamente a las capas de población de mayor poder
adquisitivo, es decir, al sector de la población que más fácilmente puede
acceder a la televisión digital. Tampoco parece que las grandes marcas vayan a
renunciar a unos públicos que las propias plataformas pueden ofrecer ya
segmentado en función de sus gustos y preferencias audiovisuales.
Las fórmulas pueden ser varias, pero el patrocinio
es seguramente la más adecuada y también la más sencilla.
Algunos de los canales que se anuncian bajo el
nombre de Teletienda como servicios no son sino programación publicitaria. Un
mercado que las grandes empresas de distribución no pueden dejar al margen.
Las agencias publicitarias en este momento tienen
un gran reto: realizar la transición de la televisión generalista a la
televisión digital con el mínimo coste posible, y eso requiere dedicar muchos
recursos a la investigación.
Consideraciones
finales
Si convenimos, cuarenta años después de la primera
televisión pública española y ocho años después de la implantación de las
televisiones privadas, que la televisión deriva hacia el negocio total, ¿qué
será de la televisión pública generalista?
Hace unos meses parecía razonable pensar que si
algún sentido iba a tener la televisión pública española en los próximos años,
ése debía ser erigirse en elemento corrector de las diferencias sociales en el
acceso a lo audiovisual con una programación de calidad.
La incorporación de Televisión Española a una de
las plataformas, al igual que el resto de las televisiones autonómicas, puede
ser el definitivo adiós a esa esperanza Entre otras cosas porque las pérdidas
de los entes públicos de televisión se cuentan ya por miles de millones.
La segunda gran oportunidad de la televisión
pública generalista puede estar pasando a la historia. La primera fue con la
llegada de las televisiones privadas y no supo aprovecharla. Se dejó llevar por
el mercado y el mercado se quedó con ella.
La historia de la televisión es sobretodo la
historia de su programación. La evolución tecnológica que ha influido de manera
fundamental en el aumento del número de canales apenas ha influido en los
contenidos esenciales de los programas. De hecho no son tantas las diferencias
-excluidas las propias del desarrollo tecnológico- entre los programas emitidos
en sus orígenes por Televisión Española y los que emite hoy cualquier
televisión multicanal. Otra cosa sería considerar la abundancia de los
programas.
La revitalización de los viejos programas
(películas, series, documentales) es una de las consecuencias de la nueva
televisión. Aquellos programas que las televisiones consideraban caducados
adquieren un nuevo valor en el mundo de la televisión multicanal.
Algunos de los accionistas de la televisión digital
por satélite española (TVE, Televisa o las autonómicas) producen miles de horas
anuales de ficción, de informativos y de documentales.
Una parte de la programación de los canales que
ambas plataformas emiten son de producción propia, otros son canales importados
que en algunos casos se doblan y en otros se mantienen en el idioma original.
Esta vocación de diversificación vertical hacia la producción o empaquetado de
contenidos audiovisuales es propia de las plataformas digitales.
En cuanto al cable, es preciso señalar que el
operador es, sobre todo, una empresa de infraestructuras. Según estudios
recientes su principal fuente de ingresos estará en el teléfono (11). Se puede
hablar entonces de la televisión por cable como uno de los servicios que
ofrecen los operadores de telecomunicaciones: un servicio de transmisión de
programas de televisión básicamente, si bien cuenta con algunos intereses
todavía muy limitados en el empaquetamiento y producción de contenidos.
Está por ver hasta qué punto la proliferación de
las nuevas televisiones va a fomentar el desarrollo de la industria audiovisual
española a gran escala: por un lado recurren al empaquetamiento de viejos
contenidos; por otro se convierten en distribuidores de los cientos de miles de
horas de programas realizados y almacenados por la industria audiovisual
estadounidense que debe dar salida a su producción.
La tendencia a no producir en consonancia al número
de horas que se emite se había iniciado ya en los años ochenta en la televisión
generalista. En esa época, mientras los presupuestos de los canales de
televisión se habían multiplicado por seis, las horas de emisión lo habían
hecho por más de doce (12), una tendencia que probablemente se acentúe.
En la nueva televisión los programas de cada canal
son clasificables en función de un tema central que la mayoría de las veces se
manifiesta en diversos enfoques y géneros televisivos. Así, en un canal sobre
historia tienen cabida documentales sobre historia, películas y series
históricas o un programa de entrevistas a historiadores.
El surgimiento de la televisión digital por
satélite introduce por primera vez la competencia en la televisión de pago
española monopolizada hasta entonces por Canal Plus. La llegada al mercado de
Vía Digital beneficia a los abonados de Canal Plus que pueden suscribirse a CSD
a un precio más ventajoso. Esta medida facilita el pase de los abonados de
Canal Plus hacia el formato digital (13). Las emisiones de Canal Plus
convencional dan origen a tres canales digitales que se emiten en CSD. La
transición de los espectadores a la televisión digital es una realidad.
Por lo que respecta a la programación publicitaria
los canales temáticos son la coartada perfecta para una publicidad selectiva y
perfectamente orientada al consumidor de esos canales.
NOTAS
FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO EN
BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre del autor, 1999; título del
texto, en Revista Latina de Comunicación Social, número 14, de febrero de 1999,
La Laguna (Tenerife), en la siguiente dirección electrónica (URL):
http://www.lazarillo.com/latina/a1999c/130emilio.htm
y en Ámbitos 1 / Revista Andaluza de
Comunicación, Sevilla, 1998, pp. 61 a 72.
Ámbitos está editada por el Grupo de
Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación de la
Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla. Su
director es el Prof. Dr. Ramón Reig.
La dirección de correo electrónico de
Ámbitos es: mjruiz@pop.cica.es
Latina Revista de
Comunicación Social La Laguna
(Tenerife) Febrero de 1999 - número 14 D.L.: TF - 135 - 98 ISSN: 1138 - 5820 http://www.lazarillo.com/latina |
ÁMBITOS Revista Andaluza
de Comunicación Número 1 - Año
1998 D.L.: SE - 1493
- 98 ISSN: 1139 -
1979 Facultad de
Ciencias de la información Universidad de
Sevilla |