Expresiones
y contenidos del mensaje en periodismo escrito
(5.427 palabras - 12 páginas)
Dra. Pastora Moreno Espinosa ©
Profesora titular de la
Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla
1. CONSIDERACIONES
PREVIAS
La presente investigación parte de que cada
periódico tiene su lenguaje y, por consiguiente, un tratamiento diferente de
los temas, que se transmite a través de la lectura constante y reflexiva,
durante muchos años, de esos periódicos. Pero esta hipótesis ha de ser
demostrada por el único procedimiento posible: el análisis de esos lenguajes y
el tratamiento de esos temas. Y el análisis comparativo, por supuesto.
Por tanto, nos centraremos en el tratamiento
periodístico que los medios de comunicación, como garantía de una información
plural en una sociedad libre, han dado a un tema concretado como el debate
sobre el estado de la nación en un tiempo determinado. Se trata de un área
determinada de la información: la que hace referencia a la temática
socio-política. Por ello, conviene delimitar el concepto de información.
Podemos partir del concepto de información,
propiamente dicha entendiéndola "como cualquier acto sémico o
acontecimiento detectado, que pueda ser enviado desde un transmisor de
cualquier reino, especie o género, a través de los sistemas de comunicación
directa o instrumental, a un receptor humano que posea en alguna medida, el
código a que pertenece el significado dado y pueda decodificar a su nivel el contenido
del mensaje'' (1).
Igualmente, puede definirse como "el proceso
humano mediante el cual un emisor transmite a un receptor significado"
(2). Informar es sinónimo de introducir un orden en el flujo de señales. La
información prepara, pues, el conjunto real de señales para que sobre él pueda
efectuarse una función o aplicación respecto al conjunto de pautas (3). De esta
forma, la información sirve de cauce para que se establezca una comunicación
real entre las personas facilitando las tareas de codificación y decodificación
necesarias.
Ciñéndonos a la información periodística, puede
entenderse la misma tanto en un sentido amplio como en sentido estricto.
A. En sentido amplio, la información periodística se concibe como
"nervio moderno de la vida social, suministradora y retroalimentadora
constante de la actualidad a los instrumentos de comunicación colectiva, para
que estos reflejen y analicen los hechos, poniendo al alcance de los seres
humanos determinados contenidos suficientemente definidos y claramente
presentados en su objetividad o subjetividad originales" (4).
B. En sentido estricto, la información periodística es "aquel
subsector de la información que se canaliza de modo público y racionalizado, a
través de los instrumentos de comunicación colectiva, los cuales necesitan
organizaciones costosas para conformar la actualidad, valiéndose de estrategias
idóneas" (5). De forma más limitada, Roger Clausse define a la
información, que él llama de actualidad, como "la relación pura y simple,
más o menos circunstanciada, de un hecho -situación, acción, pensamiento,
opinión que pertenece al presente más inmediato" (6).
Tomamos como base la información escrita, ya que
consideramos que se presta mejor a un análisis que la información sonora o
visual, que, por su fugacidad, requiere la aplicación de unas técnicas de
difícil acceso.
Dentro de la prensa, nos ceñimos primordialmente a
los diarios, como exponentes más adecuados de la actualidad y de la noticia
cotidiana.
Resulta insoslayable, incuestionable desde la
experiencia, que el análisis de contenido no puede hacerse aisladamente. Lo que
publique o silencie un periódico sólo será plenamente comprensible si se
contrasta con las presencias o silencios de los demás medios, además de buscar
el posible tratamiento diferente que unos y otros den al mismo acontecimiento.
Por tanto, delimitamos nuestra investigación sobre
tres diarios españoles (El País, ABC, y El Mundo) que suponen en este momento
los porcentajes más altos de participación en el mercado de la prensa, con
grandes índices de tirada y por consiguiente una mayor difusión.
Excluimos otros espacios de edición, tanto
nacionales como extranjeros, con el objetivo de profundizar dentro de la temática
que hemos elegido y no alejarnos de las pautas de una especialización
periodística, ya que de lo contrario la exposición sería demasiado extensa.
2. EL ESPACIO, COMO CONDICIONANTE DEL DISCURSO
Con posterioridad a lo expuesto anteriormente es
necesario ofrecer una visión de las circunstancias en las que se dan a conocer
las noticias, puesto que éstas continúan siendo el elemento esencial de la
información al igual que el objetivo del periodismo es informar a través de los
hechos.
La intencionalidad comunicativa de la mayoría de
los medios de comunicación se presenta como signo claro en los mismos de una
cierta dependencia del espacio en que aparece publicada una noticia.
El espacio puede llegar a ser tan determinante que
si ya de por sí estamos privados del acceso a la base referencial de los
acontecimientos, ésta se hace más inaccesible a medida que nos acercamos a los
intereses de los distintos medios de comunicación.
Coincidimos con Carmen Alcalde en que "la
noticia no sólo es la información sobre un tema determinado, porque para que
sea considerada como tal debe cumplir con su principal requisito: la
actualidad. La noticia se basa sobre todo en el hecho que acaba de ocurrir. La
rapidez en informar sobre el acontecimiento es el éxito fundamental de los
suministradores de noticias" (7).
Pero aparte del factor tiempo, ¿Qué extensión se le
dedica y qué lugar en el diario?
Hay ocasiones en las que las informaciones
tendenciosas nos asaltan enmascaradas tras un titular sensacionalista, tras el
orden de aparición de una noticia, o su disposición en la página de un diario o
tras su silenciación en un telediario o tras la intensidad en la voz del
presentador del mismo.
En relación a la actitud del medio y del informador
ante el tema Albert Kientz relaciona todo esto con lo que él denomina
"representaciones":
"Aplicado a los contenidos de las
comunicaciones de masa, el análisis de contenido destinado, según el modelo
"representacional", a obtener unos informes sobre la psicología del
emisor, tropieza con una peculiar dificultad: los mensajes de los media, aunque
vayan firmados, son casi siempre una obra colectiva. Sería más que aventurado
querer encontrar a través de ellos unas indicaciones exactas sobre los que
colaboran; en efecto, ¿Cómo determinar la exacta contribución de cada uno? El
análisis de los mensajes que difunden los media permite, sin embargo, descubrir
con precisión las actitudes, las tendencias y finalmente el espíritu que
caracterizan un diario, una emisora de radio o una cadena de televisión"
(8).
Gloria Pérez Serrano distingue cuatro posibles
actitudes en toda información:
1. Positiva: Busca el lado valioso de las cosas.
2. Negativa: Descubre antivalores o contraindicaciones. Intenta
presentar aspectos ambiguos o poco favorables.
3. Mixta: Entremezcla juicios positivos y negativos.
4. Neutra: Limpia de tendencia opinativa o de postura
enjuiciadora" (9).
El espacio que se dedique a una noticia también
vendrá determinado por la expectación que despierte o las consecuencias que
produzca. La celebración de unas elecciones generales o de unos juegos
olímpicos, por ejemplo, provoca una enorme cantidad de información con lugares
destacados que abarca no sólo el ámbito político y deportivo respectivamente,
sino el económico, social, político y cultural, etc.
También podemos encontrar hechos de actualidad
constante: el sida en el mundo, el hambre, la droga, etc., que se han
convertido en temas que ya no suponen una ruptura de la norma dada su presencia
en los medios y que, por tanto, no ocupan lugares relevantes en el tratamiento
de la información.
No obstante, Mar de Fontcuberta en su obra "La
noticia. Pistas para percibir el mundo" indica: " A pesar de que la
actualidad inmediata sigue siendo una de las razones de ser básicas del
periodismo, cada vez aumenta la coexistencia en los medios de hechos que, más
que explicar la ruptura o las incidencias de una normalidad, muestran el
desarrollo de la cotidianeidad. En ese sentido, los medios, y en particular la
prensa, se dedican a analizar procesos y tendencias sociales cuya actualidad se
amplía a períodos largos que ocupan meses, años o décadas. La aparición de
nuevas formas de relaciones familiares, el problema suscitado por la mayor
expectativa de vida de la población y el descenso de la natalidad, los cambios en
las costumbres y mentalidades, son temas que aparecen con más frecuencia en los
medios para responder a la exigencia del público de entender mejor el
significado del mundo que les rodea (10).
Teniendo en cuenta todo esto resultaría, para el
análisis de contenido, de gran interés seguir de cerca un hecho cualquiera y su
tratamiento en los distintos medios para constatar la diferencia de criterios
según la línea informativa y la intencionalidad que subyace tras los elementos
que componen una noticia: titulares, fotografías, recursos lingüísticos...
Como fórmulas espaciales destacables en un diario
tenemos: la portada, la segunda página, la tercera página, otras páginas, los
anuncios y publicidad y la fotografía.
La portada o primera página tiene una responsabilidad
especial en la estructura del periódico y su realización permite que el lector
se entere del contenido interno del diario y perciba "su identidad".
El "marketing" es esencial en la portada porque a través de ella se
vende el diario. Además, normalmente se emplea como medio para atraer la
atención del público.
Pero, realmente, ¿de qué depende la estructura de
la portada de un periódico? Esta cuestión se puede responder a través de
diversas argumentaciones:
A. Hay una razón importante que es la línea
ideológica del periódico que queda sustentada por el grupo empresarial o el
partido político que respalda su publicación, pues, como afirma Enrique
Gustamante en "Los amos de la comunicación en España", estos
organismos no se limitan a aportar retribuciones económicas, sino que en la
actualidad determinan el tipo de noticia que saldrá a la luz mediante su
presencia en los distintos consejos de redacción (11).
B. Depende también del carácter del periódico, si
es local o nacional; en función de esto el titular principal de la portada lo
ocupará una noticia u otra.
C. Depende igualmente del grado de importancia que
tenga la noticia; de acuerdo con esto la extensión será mayor o menor.
D. Finalmente, influye de forma paralela la
intención implícita o explícita del consejo de redacción, lo cual se
manifiesta, entre otras cosas, en el tamaño de las fotos, así como en el tamaño
de los titulares.
Además de todo esto, la estructura de la portada se
completa en algunas ocasiones con la inserción de anuncios publicitarios en la
parte inferior de cada diario, generalmente aunque hay algunos, como es el caso
de ABC, que no llevan publicidad en portada.
La segunda página se suele dedicar a temas de menor
importancia, en general de "servicios". En algunos casos puede ser una
continuación de la primera, cuando no ha habido espacio suficiente en ésta.
El concepto de tercera página puede variar de un
diario a otro. De todos modos, en general tiene una especial importancia hasta
el punto que la mayoría de ellos prefieren insertar en esta tercera página los
artículos de opinión de prestigio y, casi siempre, también el editorial.
Mientras que éste implica un cierto compromiso del diario con el público ante
un tema, los artículos pueden mantener, sea cual sea la colocación que lleven,
un estilo diferente al tratamiento de la noticia del que se da en otras páginas
o secciones.
El resto de las páginas que aparecen en un diario
están ordenadas por secciones, normalmente secciones de información general
(internacional, nacional y local) y secciones especiales (espectáculos,
economía sociedad, cultura, etc.).
En cuanto a anuncios y publicidad, en general, la
publicidad que leemos en los diarios es variada: existe la publicidad
comercial, de ofertas y demandas (pequeños anuncios); es la más amplia y la más
rentable; la destinada a las páginas especiales de economía y finanzas; la de
espectáculos (en las páginas de las carteleras); las necrológicas, etc. Puede
haber ocasiones en que el mismo diario haga publicidad de los suplementos,
láminas, libros, etc. que acompañan al periódico en sí.
En la práctica, la publicidad también determina el
espacio periodístico, como apunta Carmen Alcalde:
"...la publicidad, aunque asegura la
subsistencia del medio, suele ser coercitiva respecto a la libertad de
información. Es fácil comprender, por ejemplo, que si en las páginas de
espectáculos aparece una crítica negativa sobre ésta o aquella película, el
anunciante-empresario de la sala de cine donde se proyecta el film retire o no
inserte la publicidad sobre él (..) Eludir o por lo menos infravalorar la
noticia de que en una determinada autopista los vehículos suelen tener un alto
índice de accidentes, significa que la empresa constructora de esta autopista
anunciará en el periódico omisor. Valorar negativamente el que se produzcan
este tipo de accidentes en dicha autopista significará la cancelación inmediata
de la publicidad de la empresa constructora" (12).
Es patente que la publicidad es un arma de presión
sobre el periódico que puede hacer en determinados casos que un diario dedique
más información a un tema y que el lector no sepa descifrar por qué. En algunos
casos puede ser debido a los compromisos de inserción de publicidad que
determinados grupos pueden hacerle al editor, a cambio de suministrar noticias
favorables a un tema que les interesa.
Llegados a este punto, conceptos como el de
objetividad informativa son quizá más que un resultado, una actitud exigible al
sujeto enunciador por el público al que va dirigida la información. Podremos
plantearnos, entonces, si el poder de la prensa es realmente un poder en sí
mismo, o sólo un instrumento poderoso en manos de sus propietarios, cuestiones
que se podrían tratar más en profundidad en un posterior artículo.
En relación con la fotografía tenemos que decir que
para la mayor parte de los periódicos, las fotografías representan el único
elemento de arte. De ahí su importancia en la prensa. A medida que el público,
debido a la influencia de la televisión, se volvía, más visualmente consciente
(fines de los años 70) los periódicos volvían la vista al elemento arte, por
medio de buenas fotografías y material gráfico como su primer elemento de
diseño. Otro elemento importante de la parte visual son los pies de grabado o pies
de foto. Lo más común es que los pies sean indispensables para completar el
reportaje que la foto empieza a narrar, pues de hecho, las fotos en algunos
casos pueden ser confusas o tener un doble sentido.
De todos modos, después de varios estudios estadísticos
en algunos periódicos se ha podido comprobar que la función más frecuente es la
función referencial; la menos practicada es la función poética; la función
emotiva se manifiesta por titulares y subtítulos sensacionalistas, visiblemente
destinados a hacer vibrar al lector.
La fotografía desempeña un papel conminatorio en el
marco de la semiología de la imagen periodística. Atrae la atención del lector
respecto de una superficie impresa y designa los lugares privilegiados. El que
compone la página conoce todo esto y estructura no sólo unas formas sino, por
vía de consecuencia, unos contenidos. Aunque no quiera, clasifica las noticias
y las jerarquiza. Toda disposición de forma o de contenido de los titulares, de
los subtítulos, de las ilustraciones, de los gráficos, de los planos...
implica, pues, una ideología subyacente o al menos una concepción ética de la
información. La fotografía de prensa se inserta entre las columnas de un
reportaje o de un artículo. Con frecuencia aparece acompañada de un pie escrito.
Imagen y texto se hallan, pues, estrechamente ligadas y mantienen unas
relaciones.
En cualquier caso, definir una buena foto es tan
difícil como definir lo que es una buena novela o una buena película. Lo cierto
es que las buenas fotos periodísticas tienen ciertas características comunes.
Estas fotos atraen la atención de inmediato. Su calidad está determinada por el
impacto emocional que provocan en el lector.
Generalmente, las fotos deben colocarse en la parte
superior o inferior de una página, bajo un bloque de texto o un encabezado. Las
fotos que ilustren un reportaje deberán ir dentro del bloque tipográfico de
manera que el lector pase de la foto al contenido del reportaje.
Con respecto al tamaño de las fotografías, la
mayoría de los informadores está de acuerdo en que el tamaño poco común de una
fotografía creará un interés mayor en el lector, independientemente de su
colaboración en relación con el reportaje. Debido a su impacto visual, la
fotografía representa un punto clave de las noticias o de las secciones fijas.
Y, aunque el tamaño es importante, es probable que la característica más
importante de la fotografía sea lo que comunica visualmente con una
intencionalidad más o menos marcada.
Y es que la fotografía pretende ser un acto de
comunicación, y por ello puede hacer uso de un lenguaje connotado. Para esa
intencionalidad y esas connotaciones, el lenguaje de las imágenes se sirve de
varios efectos técnicos: el empleo de la profundidad de campo, los filtros, los
spots coloreados, la luz artificial, la insuficiencia de la exposición, etc.,
pueden expresar efectos significativos. Así, por ejemplo, un personaje en
primer plano se hace más patético o más digno de compasión, o más aterrador al
ser confrontado a todo un contexto legible en segundo plano.
En resumen, los espacios periodísticos, en relación
con el tratamiento de la información, nunca son ingenuos. Así como las noticias
no están carentes de un grado más o menos elevado de subjetividad, tampoco lo
están los espacios que éstas ocupan con una cierta intencionalidad y que
también se relacionan con el tratamiento periodístico.
No debemos soslayar la importancia del poder de la
palabra sobre el receptor. El hecho de elegir un vocablo determinado en una
situación y no otro cambiaría completamente la información y produciría un
efecto radicalmente distinto en el lector. Seleccionar o eliminar datos, la
persona que escribe influye en el resultado final que llega a las masas
incluyendo el gran poder de persuasión y fascinación de las imágenes y la
publicidad.
3. ANALISIS DEL
TRATAMIENTO PERIODISTICO
En cuanto al análisis del tratamiento periodístico,
uno de los casos prácticos que hemos elegido es el debate anual sobre el estado
de la Nación que tuvo lugar en España el 20 de abril de 1994.
El debate que nos ocupa fue especialmente
significativo por los acontecimientos políticos que le precedieron -escándalos
Rubio y Roldán- y que le sucedieron: crisis política y dimisiones provocadas,
por los anteriores casos de corrupción.
Indudablemente, este aspecto y sus derivaciones
políticas fueron protagonistas de la especial cita parlamentaria que tiene
lugar cada año en la Cámara.
En nuestra investigación hemos recogido el
despliegue informativo que tres diarios españoles de difusión nacional: El
Mundo, ABC y El País, pusieron en marcha para dar cobertura al debate anual.
Para realizar este estudio comparativo del
tratamiento dado a un mismo suceso por tres empresas informativas distintas
hemos hecho un seguimiento que abarca los días 19 y 20 de abril. Un estudio más
detallado de este período nos podrá dar algunos perfiles interesantes sobre el
tratamiento de la noticia: lenguaje empleado, estructuración de la información,
tratamiento gráfico y tipográfico, ubicación, contextualización y un largo
etcétera .
La estructura del estudio, además de reflejar la
impresión personal sobre el tratamiento dado a la noticia en cuestión, ha
tratado de dejar establecido un análisis de los discursos empleados, con la
intención de averiguar cuál era la noticia, que quería decir, cómo se ha
investigado, qué se ha respondido, etc., acompañando cada fase de esta
exposición de los debidos ejemplos o de la falta de ellos, en el caso de que
sean las omisiones lo más destacado en el análisis a realizar.
Para empezar, no estaría de más detenernos en la
evolución formal de la noticia. Recogeremos las portadas, las informaciones
interiores, su tipografía y extensión, dando un primer vistazo sobre el objeto
de este estudio.
Para ello intentaremos aproximarnos al concepto de
noticia, ya que las definiciones que hay sobre este concepto son muy variadas
desde la que dice que es un hecho verdadero, inédito o actual, de interés
general, que se comunica a un público que puede considerarse masivo después de
haber sido recogido, valorado e interpretado por los sujetos promotores que
controlan el medio utilizado (13), hasta la definición elaborada por Herráiz,
que aseguraba que noticia es lo que los periodistas creen que interesa a los
lectores y, por tanto, la noticia es lo que interesa a los periodistas.
Y es que el propio concepto de noticia puede llegar
a ser muy distinto entre periodistas que trabajan en un mismo país o cultura, y
mucho más si pertenecen a culturas diferentes. Bastaría echar una ojeada a los
periódicos italianos, alemanes o ingleses y a los españoles para comprobar esta
teoría .
Así pues, no es difícil llegar a la conclusión de
que los intentos dedicados a definir qué es noticia son más la expresión de un
deseo de sus autores, de lo que les gustaría a ellos que fueran o llegaran a
convertirse las noticias, que lo que probablemente son: productos que los
medios de comunicación nos presentan como noticias. Puede darse el caso,
excepcionalmente, de que cualquier cosa que aparezca en una publicación
periodística con formato de noticia, tenderá indefectiblemente a convertirse en
eso mismo, aunque no sea novedoso, ni inédito, ni interese a nadie. También
puede suceder que los informativos diarios de las cadenas de televisión
españolas se limiten a recoger lo que otros han elaborado, es decir, hechos que
en la mayoría de los casos han ocurrido, por lo menos, el día anterior, con lo
que ya no es actual estrictu senso para unos medios de comunicación que podrán
hacer de la actualidad algo más inmediato, reducido a un término de horas. Y esto
por no hablar de las noticias-relleno, presentes en muchos informativos
televisivos, que nos cuentan cosas ocurridas semanas atrás pero que no fueron
portada de ningún periódico nacional.
Por tanto, si alguien quiere opinar sobre lo que es
o no una noticia, seguramente podrá aportar un matiz nuevo ya que desde que
Dovifa (14), en 1964, definiera la noticia hasta hoy, treinta y tantos años
después, ha habido un sin fin de definiciones que aquí, por hallarnos en un
apartado eminentemente práctico, no vamos a recoger.
No obstante, dentro de la consideración de la
noticia como mensaje periodístico tenemos muy en cuenta para nuestro análisis
las palabras de Fernández del Moral, quien escribe:
"El mensaje, desplazado constantemente por los
medios, tiene una vida efímera y su captación está condicionada por la
satisfacción que produce, por el fin que persigue y por el esfuerzo que
exige" (15).
Volviendo al tema que nos ocupa intentaremos
corroborar todos estos hechos.
* Los días 19 y 20 de abril de 1994 en las páginas
de El País encontramos una visión completamente distinta del desarrollo del
debate sobre el estado de la Nación que en los demás diarios analizados, ABC y
El Mundo.
En primer lugar se intenta restar protagonismo a
Aznar. El debate sigue centrado en Felipe González, quien, pese a haber
recibido cierta embestida de la oposición, no piensa dimitir y supo reaccionar
a tiempo en el turno de réplica. El País arropa totalmente la figura política
de Felipe González.
La figura de Aznar recibe el mismo tratamiento que
la del resto de los protagonistas de la jornada. Su discurso sólo merece una
página, eso sí impar pero con publicidad.
No hay ninguna alusión a que el líder de la
oposición se haya superado a sí mismo en esta ocasión, como recogen los otros
dos diarios.
La figura de Anguita no merece ningún comentario.
La crónica referente a su intervención es fría, casi de agencia.
Es en el único periódico donde se nombra por dos
veces el "caso Naseiro".
* El diario ABC es el que más partida toma en
contra del Gobierno, llevando a cabo un claro despliegue contra éste e
identificándolo en todo momento con la corrupción.
En este periódico el lenguaje pierde cualquier
rémora de objetividad para poner toda la carga dialéctica y lingüística contra
el PSOE. Se han roto todos lo diques que podían existir apelando a la
objetividad para dar paso a un lenguaje duro y cargado de adjetivos
contundentes cuando se hace alusión al PP. Sin embargo, para González se recurre
a términos derrotistas o incluso despectivos. Por ejemplo, en la portada del
día 19 de abril al debate se le llama "debate sobre el estado de la
corrupción".
El lenguaje denota un claro apoyo al líder de los
populares. Se trata pues de despejar toda duda sobre la hipotética incapacidad
de éste para alcanzar el poder. No hay ningún reproche, ninguna crítica para
los populares, por ejemplo, no presentar una moción de censura.
ABC siempre se dirige a Aznar como líder del PP o
como presidente del principal partido de la oposición, nunca como José María
Aznar. A González se le llama indistintamente presidente o Felipe González.
Se emplean técnicas de choque en los sumarios: se
enfrenta una afirmación poco acertada o de escasa credibilidad de González frente
a una frase contundente de Aznar (pág. 22 y 23 del día 20).
González: "No cabe duda de que estamos
empezando a salir de la crisis, en la senda de la recuperación", en
oposición a lo que dice Aznar:" ¿A qué le llama recuperación? ¿A 3.700.000
parados? ¿A Suzuki? ¿A Santa Bárbara, a Ebro, a Gillete?".
* En cuanto al diario El Mundo, el día 19 de abril
dedica al tema que nos ocupa un total de tres páginas, unidas por un cintillo
que incluye un anagrama: dos caras enfrentadas y separadas por un mapa de España.
El cintillo dice: "Estado de la Nación". Además también le dedica la
portada que está casi únicamente dedicada al debate, con excepción de un dos
por dos en el que aparece más información sobre el caso Rubio.
El día 20 de abril El Mundo distribuyó la información
de la siguiente forma:
- Una página, más una columna de la siguiente, para
información general del debate.
- Cuatro columnas para el discurso del presidente
González.
- Dos páginas para el discurso de Aznar.
- Una página para la intervención de Anguita.
- Una página para las intervenciones del Grupo
Mixto y nacionalistas.
- Una página que recoge las reacciones de la
oposición y de miembros del PSOE.
- Una página de ambiente de los pasillos del
Congreso.
Destaca por parte de El Mundo la amplia cobertura
del debate. Se señala la importancia histórica que el mismo tiene para el
momento político que vivimos.
Presenta una estructura pareja de las páginas y
gran unidad en la confección de las mismas, salvo las destinadas a informar
sobre el PP, el PSOE y la política económica. La inclusión del discurso de
Aznar al completo rompe esa estructura y aparece en una página impar, en la
página 11.
Se denota, con diferencia, un mayor despliegue
informativo a favor del PP. El mensaje generalizado respecto a este partido y
en especial respecto a su líder: éste estuvo genial y pronunció el discurso de
su vida. Se destaca el triunfalismo vivido en los bancos del PP y se apuntala
esta imagen con fotografías que recogen ese triunfo y a un Aznar exultante, en
titulares como los de la página 9 y 10.
Por lo que respecta a González, el mensaje es el
siguiente:
- Ha salido derrotado.
- No habló tanto de corrupción como cabía esperar
dada la grave situación que atraviesa el país a causa de ese problema (El
Mundo, día 20, pág.6).
- Tuvo que aguantar la tormenta procedente de los
bancos populares por primera vez en esta Cámara. En este detalle se insiste en
tres crónicas sucesivas: páginas 6, 7 y 15 y con ello se trata de reforzar la
imagen de derrota del líder del PSOE.
- Se relega a un segundo plano al grupo
parlamentario del PSOE y se resalta la actitud de los diputados más díscolos y
polémicos como Guerra y Garzón (El Mundo, día 20, pág.9).
Respecto a Julio Anguita: La consideración general
es que se resta valor a su discurso en favor del de Aznar (El Mundo, día 20,
pág.12). Esta idea aparece en la información y también se recalca en las
columnas de opinión.
4. EN CONCLUSION...
Todos los periódicos que hemos analizado recurren a
la continua repetición de claves o mensajes que reiteran en una información
tras otra, de forma que al lector no le quede la menor duda de la veracidad de
ese mensaje. Esta técnica de repetición al servicio de los intereses políticos
de los tres diarios que nos ocupan la encontramos perfectamente reflejada en la
información referente al debate del estado de la Nación.
La clave para El País es que Felipe González
finalmente recuperó su tesón y en absoluto está acabado, en tanto que para El
Mundo Felipe González tuvo que soportar por primera vez la superioridad de su
rival político, además de los abucheos del PP. Para ABC, que no pierde el
tiempo disfrazando sus intereses reales bajo máscaras de aparente objetividad,
está más que claro que Felipe González debe marcharse.
Respecto a Aznar, El País lo ignora en la medida de
lo posible, lo que demuestra que su discurso fue consistente. De lo contrario,
hubiera pasado al ataque directo.
Los otros dos periódicos ensalzan su figura
política, revalorizada tras el discurso que pronunció en el Parlamento. Para
ABC y El Mundo es el protagonista incuestionable y recibe la cobertura de estos
medios en titulares, subtítulos, sumarios, crónicas informativas y columnas de
opinión.
Julio Anguita pasa prácticamente inadvertido en
ABC. En El País se acerca al más puro tratamiento objetivo, lo cual también
supone establecer un juicio de valor. Sin embargo, esta actitud contrasta con
la tradicional aversión que este líder recibe del periódico.
El Mundo no se cansa de repetir la poca altura del
discurso de Anguita.
Como conclusión final podemos retomar la idea del
principio de que existen dos clases de periódicos: los que están con el poder y
los que están en contra de él. En estos momentos que hemos estudiado (abril de
1994), la prensa española ha dejado de lado las apariencias de subjetividad e
independencia para ponerse manos a la obra en el apoyo a un cambio político,
como es el caso de ABC o El Mundo, o por el contrario en el apuntalamiento del
felipismo (entonces) en el poder, como es el caso del diario El País.
Ha quedado claro que el seguimiento informativo
sobre el debate del estado de la Nación fue un momento idóneo para ver
reflejada la defensa que de sus diferentes líneas ideológicas hacen los medios
escritos nacionales españoles de más difusión. Ha habido posteriormente
ocasiones semejantes, dado que el día a día de la política nos lo demuestra.
En cualquier caso, se constata que la información
no es algo único con una sola cara, sino que puede presentarse con mil. El
discurso tiene una estructura formal, una organización lógica de signos con una
significación precisa, pero con condicionantes como hemos visto: la expresión,
la recogida de datos, la selección, la fragmentación, los intermediarios
humanos y técnicos y, cómo no, el receptor. Así pues, todo ello permite que
cobren actualidad las palabras de Umberto Eco:
"La información sólo ofrece alternativas a
quien no está prisionero de los medios de comunicación de masas".
Notas
Trabajo presentado en la II Bienal de la
Comunicación, celebrada en la Universidad de
Cartagena (Colombia), en mayo de 1999.
FORMA DE CITAR ESTE
TRABAJO DE LATINA EN BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre de la autora, 1999; título del texto, en
Revista Latina de Comunicación Social, número 19, de julio de 1999, La Laguna
(Tenerife), en la siguiente dirección electrónica (URL):
http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999fjl/69pas.htm
Revista Latina de Comunicación Social
La Laguna (Tenerife) - julio de 1999 - número 19
D.L.: TF - 135 - 98 / ISSN: 1138 - 5820
http://www.ull.es/publicaciones/latina