Sincronía
entre formas sonoras y formas visuales en la narrativa audiovisual
(5.459 palabras - 14 páginas)
José
Alfredo Sánchez Ríos ©
Universitat Autònoma de Barcelona
Introducción
¿Dónde tiene que situarse el investigador para
realizar un trabajo que lleve consigo un conocimiento más profundo para
entender un fenómeno tan próximo y tan complejo como es la comunicación
audiovisual que usa sonido e imagen a la vez? ¿Cuál es el papel del investigador
en comunicación audiovisual para aportar nuevas aproximaciones en torno a su
objeto de estudio? Desde esta perspectiva, pensamos que la nueva tarea del
investigador en comunicación audiovisual será hacer una teoría menos
interpretativa-subjetiva y encaminar sus observaciones hacia conocimientos
segmentados que puedan ser demostrables, repetibles y autocuestionables, es
decir, estudiar, elaborar y construir una teoría con un mayor y nuevo rigor
metodológico. Por tal motivo, nuestro interés es un conocimiento que aporte
nuevos datos que hagan entender el fenómeno audiovisual a partir de la
transdisciplinariedad; el conocer desde una disciplina perceptiva nos
proporciona bases ya fundamentadas y contrastadas que pueden ayudar a construir
nuevas propuestas para nuestro gran objeto de estudio: la comunicación
audiovisual.
Ahora bien, el estudio segmentado de nuestro objeto
de estudio nos proporciona una amplia base conceptual que permite elaborar una
nueva teoría de la comunicación audiovisual, pero tampoco se puede descartar
muchas de las aportaciones que han desarrollado otros paradigmas de la
comunicación que basan sus principios en la sociología, la lingüística o la
filosofía hacia la comunicación audiovisual con sus métodos de trabajo. Esta
propuesta metodológica es una investigación que permite conocer un fenómeno a
partir de estímulos visuales y auditivos en una narrativa audiovisual que se
vale desde otras posturas como lo es la psicología, la física y la medicina:
específicamente ramas como la percepción, acústica y fisiología, dando como
resultado otra perspectiva de conocimiento para un fenómeno objetivo que hemos
denominado la sincronía.
A partir de esta breve justificación, ponemos de
manifiesto diversos problemas de conocimiento a tratar -como puntos de partida-
que se encuentran interconectados entre sí que dependen de una sistema
estructural narrativo, por ejemplo: ¿cuál es la relación sincrónica que existe
entre el sonido y la imagen? ¿Dónde están localizados los niveles de sincronía
entre el sonido y la imagen, el oído y la visión? ¿Existe sincronía en los
movimientos entre ambos fenómenos? ¿Dónde se encuentran los umbrales de fusión
entre uno y otro? ¿Cómo demostrar si existe o no una tendencia a la coacción?
Además debemos de considerar otros problemas que entre sí se van
interrelacionando y que nos ayudarán a conocer más a fondo nuestro objeto de
estudio. Tales problemas nos impulsan a enfrentarnos a los siguientes nuevos
problemas de conocimiento: ¿De qué modo el receptor unifica una forma visual y
una sonora que varía progresivamente en el tiempo y en el espacio?, -este
fenómeno debe interpretarse como un desplazamiento físico- ¿cuál es el origen
de las formas visuales y sonoras? ¿Cómo se fusionan? ¿Existe o no una
coincidencia entre la sincronía perceptiva y las formas visual y sonora? Y, ¿en
qué medida dependen las variaciones sonoras de las variaciones visuales?
Este proyecto de investigación podemos considerarlo
inédito hasta este momento, ya que no sólo se trata de combinar dos formas
(visual y sonora) y explicar cómo una percepción influye en la otra y la
transforma, sino que además, lo que se intenta estudiar es cómo y de qué manera
este fenómeno perceptivo físico puede fusionarse en el receptor por medio de
nuestro objeto de estudio la sincronía. En este proyecto, no sólo intentamos
describir qué es la sincronía, sino que además es necesario conocer cómo se
constituye, cómo se estructura, cuál es su clasificación, y lo más importante
su impacto que tiene en el receptor; pero, otro punto a considerar muy
importante, es que no podemos hablar del origen del fenómeno sin antes hablar
de su descripción, trabajar con elementos aislados que proporcionen a nuestro
conocimiento el rigor que exige la ciencia.
1.
Objetivos
específicos
1.
Construir un marco
teórico que nos ayude a conocer el estado en cuestión en que se encuentra la
narrativa audiovisual determinado por diversas investigaciones, no sólo en el
campo de las ciencias de la comunicación, sino además apoyado desde una
perspectiva transdisciplinar como la acústica, la percepción o la fisiología,
pero utilizando formalizaciones científicas que puedan ser constrastadas por
sus propios fundamentos. Este antecedente exige ante todo la delimitación del
tema que se quiere abordar, la definición de su estado epistemológico y
finalmente el concepto de nuestro objeto de estudio, donde finalmente
propondremos una hipótesis a trabajar, junto con su método de experimentación
que pueda resolver los problemas de conocimiento planteados anteriormente.
2.
La construcción de un
instrumento de medida. Para validar nuestro objeto de estudio y la hipótesis
que propondremos será necesaria la utilización de dos tipos de instrumentación.
El método científico los clasifica de dos tipos: conceptuales y físicos, los
primeros ayudan a definir nuestro objeto de estudio; mientras que los segundos
a comprobar los que hemos establecido, es decir, medir objetivamente los grados
de sincronía que percibe el ser humano. Para Bunge, M. (1989: 145), el concepto
"es la unidad de pensamiento. Los conceptos hay que buscarlos mediante el
análisis."
1.
delimitación
del tema
2.1. La narrativa audiovisual y
el lenguaje audiovisual: formas de percepción
Estos dos términos propuestos
nos ayudarán no sólo a ubicar el objeto de estudio, sino también a conocer su
estado teórico, su estado epistemológico, aunque en este artículo sólo los
proponemos ya que por falta de espacio no podremos profundizar. Partir de una
base cuya estructura mantiene conceptos tan utilizados pero tan poco estudiados
en el ámbito perceptivo comunicacional puede darnos como resultado un estudio
fértil en este campo de estudio.
La narrativa audiovisual tiene
sus orígenes en la morfología (1) narrativa del cuento. La mayoría de los términos
utilizados tiene sus orígenes en la lingüística. "La palabra morfología
significa el estudio de las formas... Nadie ha pensado en la posibilidad de la
noción y del término de morfología del cuento con tanta precisión como la
morfología de las formaciones orgánicas", Propp V. (1971: 13). La
morfología narrativa representa el estudio de las formas y sus
transformaciones. Para el caso nuestro, la imagen y el sonido que cuentan con
características individuales propias.
Bajo esta perspectiva, una de
las propuestas fértiles en esta disciplina ha sido presentada por García
Jiménez, J. (1993: 16) donde organiza la narrativa audiovisual en cinco grandes
partes: el acontecimiento, la acción, los personajes, el espacio y el tiempo;
es importante resaltar estas dos últimas características, ya que son las bases
-desde mi punto de vista- para la construcción de nuestro objeto de estudio.
Cabe destacar que existe otra característica a considerar: la secuencia; pero,
podríamos atrevernos a asegurar que ésta es el resultado entre la unión de
ambas, ya que por su naturaleza, tiempo y espacio representan parte de un
principio.
Un concepto muy global que nos
facilita la comprensión hacia nuestro objeto de estudio es la propuesta
elaborada por García Jiménez, J. (1993: 13), quien ha establecido que la
narrativa audiovisual es:
[...] la facultad o capacidad
de que disponen las imágenes visuales y acústicas para contar historias, es
decir, para articularse con otras imágenes y elementos portadores de
significación hasta el punto de configurar discursos constructivos de textos,
cuyo significado son las historias, la narrativa audiovisual es la ordenación
metódica y sistemática de los conocimientos, que permiten descubrir, describir
y explicar el sistema, proceso y los mecanismos de la narratividad de la imagen
visual y acústica fundamentalmente, tanto en su forma como en su
funcionamiento.
El término lenguaje
audiovisual, desde el modelo estructuralista, y desde un paradigma literario,
ha sido considerado como un conjunto de señales, que dentro de sus
características se pueden encontrar: los modos artificiales de organización y
expresión. Sabemos que ha sido la tecnología quien ha permitido que imagen y
sonido hayan podido ser artificialmente fragmentadas, manipuladas y articuladas
gracias a la capacidad de poder fijarlas en soporte material. Bien podría
existir un debate sobre la existencia o no del lenguaje audiovisual, pero
considero que para este estudio no va al caso. Para Rodríguez Bravo A. (1997:
11), el lenguaje audiovisual, "es un conjunto sistematizado y
gramaticalizado de recusros expresivos que han sido siempre previamente
imaginados por un narrador y que permite estimular en el público series
organizadas de sensaciones y percepciones que se transforman en mensajes concretos
y complejos", para este estudio, lo que se intenta es describir y
descubrir estas series físicas de forma acústica y lumínica construidas por el
estilo del narrador y que son a su vez interpretadas y percibidas de forma
acústica y lumínica por un receptor. La función básica del lenguaje
audiovisual, según el autor, es simular de forma artificial las perturbaciones
físicas naturales del entorno humano para transmitir ideas o sensaciones.
Ciertamente, dentro del
lenguaje audiovisual, el receptor está condicionado, mientras que el emisor
tiene la tarea por preocuparse de cómo hacer que el mensaje pueda ser
entendido. Para nuestro estudio y visto desde el paradigma perceptivo, se ha
mantenido que todo receptor percibe los mismos estímulos físicos, las misma
gama de frecuencia sonora y lumínica gracias los dos sistemas receptores
exteriores: el oído y la vista, salvo las personas que estén privadas o
padezcan algún problema de la vista o que no puedan oír o su sistema auditivo
haya sido dañado. Por tal motivo, establecemos que el ciclo perceptivo del
lenguaje audiovisual inicia su proceso bajo las siguientes características
biológicas: el estímulo es percibido mediante los mismos mecanismos
fisiológicos –oído y ojo-, estos a su vez determinan la interpretación de las
sensaciones por las diversas variaciones acústicas y lumínicas por el medio al
que somos sometidos continuando por un reconocimiento condicionado que
almacenamos de acuerdo con nuestras características biológicas -memoria-, donde
finalmente hay una respuesta del receptor, cabe destacar que no sólo es un
estímulo, sino que es un conjunto sistemático que el sujeto organiza de acuerdo
a su situación contextual -hecho que no abordaremos-, ya que trabajamos con
unidades primarias, donde todo receptor es capaz de sentir y percibir.
Ahora bien, ¿qué es lo que
buscamos en esta ordenación metódica y sistemática de conocimientos dentro de
la narrativa audiovisual? Buscamos esencialmente los puntos de cohesión,
articulación y sincronización entre los fenómenos visuales y sonoros, desde una
representación perceptiva. Tomando como variables esenciales: el tiempo, el
espacio, las formas sonoras y visuales. Para Chion, M. (1993: 61) "un
punto de sincronización es, en una cadena audiovisual, un momento relevante de encuentro
síncrono entre un instante sonoro y un instante visual; un punto en el que el
efecto de síncresis está más acentuado...". Es importante retomar este
concepto de síncresis propuesto por Chion, para mostrar que nuestro concepto va
más allá que un simple punto de sincronización. La sincronía tiende a localizar
segmentos primarios e identifica códigos y signos que sean necesarios para
poder disponer mínimamente de una narrativa audiovisual bien estructurada.
2.2. El objeto de estudio: la sincronía
El estudio de la sincronía
quizá pueda resultar confuso o entenderse por otro concepto distinto al que se
persigue. El término sincronización es la expresión utilizada en el ámbito de
la comunicación como la coincidencia -tanto en el cine, televisión, vídeo- de
una imagen con un sonido determinado. Si bien es cierto, la sincronización
genera el efecto sincrónico.
La riqueza de dicho proyecto es
no sólo combinar dos formas (2) "visual y sonora" dentro de la
narrativa audiovisual a partir de la propuesta planteada por Chion M. (1993:
11), al presentar las relaciones que existen entre estos dos fenómenos "en
realidad en la combinación audiovisual, una percepción influye en otra y la
transforma: no se «ve» lo mismo cuando se oye; no se «oye» lo mismo cuando se ve".
Lo que tratamos de llegar es a una propuesta más profunda al fundamentar y
suscitar una nueva hipótesis capaz de entender nuestro objeto de estudio.
Para formalizar nuestra
investigación y que ésta pueda ser contrastada en sus propios fundamentos, es necesario
precisar su estatuto epistemológico (3) como punto de partida. Posteriormente,
será necesario determinar que nuestro objeto de estudio es un proceso de
integración, es decir la suma de la imagen y el sonido a partir de las
relaciones que construye el emisor, donde finalmente se da, la coherencia
perceptiva (4) natural del receptor a partir de sus sentidos.
El objeto de estudio sincronía
es el resultado perceptivo entre un ajuste en el tiempo y espacio de dos
fenómenos sensoriales: visual y sonoro, que puede ser modificado sensiblemente
por el valor expresivo de una secuencia. Es una sola cosa, es mi mano y el
sonido: son la fuerza sonora del impacto y el movimiento visual a los que está
vinculado. Es lo que hace para nosotros perceptivamente la imagen y el sonido
sean uno solo. Aunque pueden existir distintos tipos de sincronía (5), o bien,
puede darse un proceso asincrónico, es decir, el caso contrario.
A partir de esta
fundamentación, la sincronía queda formulada de la siguiente manera. A la sincronía
la podemos clasificar en dos etapas progresivas que dan como resultado el
proceso sincrónico resumido a través de cuatro puntos principales
interconcentados entre sí: 1. La construcción subjetiva sincrónica que depende
de las necesidades e intenciones narrativas del emisor y del argumento. 2. La
construcción objetiva sincrónica es la producción y realización de mezclas en
el estudio como una fase en el proceso final, al tratar las distintas fuentes
(diálogos, efectos, música, silencio, etc.) que configuran la banda sonora y
visual. El fin es lograr, por el emisor, un equilibrio entre la imagen y el
sonido destacando las necesidades expresivas y de contenido de la narrativa
audiovisual. 3. La percepción objetiva sincrónica es lo que Rodríguez considera
como la coincidencia en el tiempo y en el espacio de dos estímulos distintos,
que el receptor percibe perfectamente diferenciados por sus sentidos. 4. La
percepción sincrónica es la estimulación de los sentidos a través de las
imágenes y los sonidos que se mantienen de forma unida y hacen que
subjetivamente sean para el receptor un sólo fenómeno (psicológico).
Podemos definir que para
nosotros la sincronía es un fenómeno perceptivo: es el fenómeno psicofísico que
desencadena la coincidencia espacio-temporal exacta de determinadas variaciones
perceptivas. Esta coincidencia produce en el receptor un intenso efecto de
fusión, haciéndole percibir varios estímulos físicamente distintos, como si se
tratase de uno solo.
2.
LA
SINCRONÍA: PROPUESTA DE ESTUDIO
El estudio de la sincronía como fenómeno perceptivo
necesita de una clasificación y de una estructura (6) a partir de su naturaleza
física. La sincronía como fenómeno físico cuenta con una ordenación de
criterios a partir de un nivel máximo como lo puede ser "la realidad
(7)" misma o bien un nivel mínimo, como quizá sea "lo
abstracto". El estudio de las formas "sonora y visual" es una
constitución que se estructura a partir de sus sustancia natural "luz y
sonido" y que da como resultado una base física medible: las vibraciones (véase figura 1). Una de nuestras propuestas es medir las
perturbaciones físicas que percibe el receptor por medio de un instrumento
específico (8) (véase figura 2) capaz de ser aplicado al concepto de
trabajo. Dichas perturbaciones las podemos clasificar por grados de variación
(lumínica y sonora).
Al hablar de los niveles (9), grados y funciones en
la sincronía tenemos que considerar dos dimensiones de las que hemos hecho
mención en un sinnúmero de veces y que están integradas en nuestro objeto de
estudio: el tiempo y el espacio, que a su vez se relacionan con los dos tipos
de sincronía propuestos (véase figura 3 y figura 4). Para que existan estos grados de
articulación es necesario considerar cómo y de qué manera se componen, así como
también el conocer su modo de organización, ya que están íntimamente ligados a
su clasificación y a su dimensión; a su vez, proponemos cuatro niveles para
conocer cómo se articulan dichos grados: El primer nivel de articulación (10)
es aquel donde cualquier forma se fusiona al principio y al final; un segundo
nivel (11) es aquel donde la suma de un principio y un final dan como resultado
un punto de inflexión; el tercer nivel (12) es aquel donde la fusión se centra
en los puntos de inflexión por cada tiempo que asciende y desciende; y por
último, un cuarto nivel (13) de articulación o nivel de sincrónica rítmica.
Recapitulemos, si hemos dicho que necesitamos medir
relativamente las perturbaciones físicas que percibe un receptor y éstas se han
clasificado a través de sus niveles (grados de variación), es necesario conocer
la naturaleza física de nuestro objeto de estudio, así como también saber que
nuestro fenómeno trabaja con estímulos físicos perceptibles, medibles, en donde
dos formas varían en el tiempo y en el espacio; a su vez, este proceso está
constituido por un conjunto de actuaciones sucesivas relacionadas entre sí. Por
tal motivo, para nosotros, las dimensiones de la sincronía se constituyen como
unidades de magnitud (14) que pueden ser capaces de medir la sincronía.
4.
CONCLUSIONES Y PROPUESTA METODOLÓGICA
La serie de grados de articulación que se reciben a
través de la vista y el oído son percibidos de manera sincrónica por el
receptor como formas seleccionadas que dependen del cambio de intensidad,
frecuencia o movimiento. Asimismo, este conjunto de informaciones que el
sistema perceptivo unifica está interrelacionado con la organización y la
experiencia. Si la narrativa audiovisual está constituida por mezclas sonoras y
visuales, sabemos que el receptor está condicionado fuertemente. Y su
"voluntad" es la del propio emisor, ya que es éste quien quiere que
escuchemos el tic tac del reloj, el grito ante el tráfico o la sonrisa antes
que el llanto. Es él quien determina la intensidad de cualquier forma sonora y
visual. Ponemos de manifiesto nuestra hipótesis de la siguiente manera: Existe
una serie finita de grados de articulación formales físicos (sonoros y
visuales) que al ser percibidos en un mismo espacio y en el mismo instante
temporal desencadenan el efecto de unificación audio-visual denominado
sincronía.
El reconocimiento y la formalización de estos
grados nos permitirá denominar narrativamente los efectos perceptivos de la
sincronía: conduciendo la atención del receptor, unificando imágenes y sonidos
a voluntad del narrador.
4.1.
Metodología propuesta
Consideramos que ciertos grados de articulación
pueden ser suficientes para que aparezca una pauta-patrón dentro de nuestro
objeto de estudio, es decir, que las frecuencias, intensidades o movimientos
(visual y sonoro) puedan determinar una diversidad sincrónica. Asimismo, la
combinación de estos grados conlleva a la elaboración de una prueba piloto que
validará los problemas planteados con anterioridad. Esta prueba también
considerada como pre-condicionamiento sensorial donde el emparejamiento de dos
estímulos sin propiedades motivacionales, como una luz y un sonido, son
suficientes para que se establezca una asociación entre ambos. Naturalmente, no
es fácil observar el desarrollo de la asociación entre dos estímulos
motivacionalmente neutros (frecuencia, intensidad, longitud o superficie) ya
que no provocan respuestas potentes, comparables a las provocadas por los
estímulos incondicionales más complejos o más convencionales. Sin embargo,
aunque el aprendizaje de esta asociación tiene lugar de forma conductualmente
"silenciosa", es posible medirlo de forma indirecta una vez
establecido. El procedimiento para demostrar la asociación entre dos estímulos
neutros, esquematizados en la figura 9 anexo 4, incluye tres fases diferentes: En la primera se
emparejan la frecuencia sonora y la superficie visual, por ejemplo fs y sv. En
la segunda fase, la sv se acelera a la fs o la fs se acelera a la sv. De todo
esto se obtiene una respuesta (R). Esta R es el umbral mínimo o máximo que el
receptor puede sincronizar. A su vez podemos trabajar con la combinación entre
intensidad sonora is y longitud visual lv y continuar con la combinación de
ambas: frecuencia sonora fs + intensidad sonora is y emparejarlos con la
superficie visual sv + longitud visual lv y medirla con el instrumento creado.
4.2.
Conclusiones
Este artículo es el resumen general de la tesina
presentada el la Universitat Autònoma de Barcelona. A partir de esta breve
justificación, concluimos en lo siguiente: El estudio perceptivo-estructural ha
dado como resultado la introducción sistemática de los llamados "códigos
universales", donde al ser segmentados conlleva a la integración de grupos
comunes, es decir, hacia una introducción a la gramática audio-visual. Por esto
existe la necesidad de trabajar con formas mínimas de reconocimiento como base,
para construir y hablar de una sintaxis sonora-visual. La sincronía puede ser
parte de esta gramática perceptiva-estructural, ya que cuenta con unidades de
estímulo independientes que se articulan físicamente. Dichas unidades son
percibidas por un receptor de manera subjetiva, dándole un significado.
Una de las ramificaciones que hemos encontrado
dentro de nuestra investigación se basa en un estudio que contempla no sólo el
contenido, sino el sentido expresivo que tiene la narrativa audiovisual; el
estudio de la sincronía expresiva puede modificar sensiblemente el valor
expresivo (la fusión) de una secuencia, dando como resultado un proceso de
transformación continua y si hablamos de un estado emotivo, el receptor está
condicionado por su percepción.
Anexo 2
|
Tono/Movimiento |
Intensidad Sonora / Movimiento |
Intensidad sonora / Int. Lumínica |
Ascendente |
Tono sube Movimiento sube |
Int. sonora sube Mov. se acerca |
Intensidad sube Luz aumenta |
Descendente |
Tono baja Movimiento baja |
Int. sonora baja Mov. se aleja |
Intensidad baja Luz disminuye |
Homóloga |
Tono estable Movimiento estable |
Int. sonora estable Objeto quieto |
Intensidad estable Luz invariable |
Figura 6. Representación del segundo nivel de
sincronía
En donde un principio y un final dan como resultado
Lo que hemos denominado punto de inflexión.
Figura 7. Representación del tercer nivel de
sincronía
Total |
Parcial |
Intensidades acentuadas en el compás. Coinciden
con cambios de imagen. (Cambios de plano) |
Intensidades acentuadas del compás. Coinciden con
los movimientos. |
Figura 8. Representación de la sincronía rítmica o
4to. nivel.
Aquella que trabaja la estructura rítmica
sincrónica.
Anexo 3
|
Físico/Unidad |
Perceptivo |
Observaciones |
Sonido |
Frecuencia (Hz) Presión (Db) |
Tono Intensidad |
A mayores longitudes de onda corresponden
frecuencias más bajas (tonos graves), y longitudes pequeñas originan altas
frecuencias (tonos agudos). Equivale al flujo de energía sonora por unidad de
tiempo. Esta decrece con la distancia de la fuente sonora. La intensidad
decrece de forma inversamente proporcional al cuadrado de la distancia. |
Luz (movimiento) |
Superficie (cm2) Longitud (cm) |
Altura/anchura Desplazamiento |
|
Tabla 1
Una posible conclusión a este apartado, y para
trabajar la sincronía es la utilización del sonido y la luz con una dimensión
sincrónica que proponemos a continuación:
Dimensión
de la sincronía:
Tiempo-espacio |
Luz: logitud - superficie (cm) y (cm2). |
Sonido: frecuencia - presión (Hz) y (Db). |
Tabla 2
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Notas
1.
Morfología f. (del gr. Mophê,
forma, y logos tratado). Para nuestro caso el término será tratado como
el estudio de las formas de la imagen y el sonido. Para la lingüìstica, es el
estudio de las formas de las palabras y de sus transformaciones (Pequeño
Larousse Ilustrado, 1991: 700). La morfología narrativa corresponde
fundamentalmente al estudio de la estructura narrativa. Para Propp V., la
morfología narrativa es la propuesta de un modelo de descripción centrado en el
inventario de los elementos constantes de un tipo particular de obra narrativa.
Op.Cit. García Jiménez J. (1993: 16).
2.
Es importante tratar de
resolvernos la siguiente cuestión ¿por qué trabajar con las formas? Una de las
posibles respuestas es aquella donde se establece que el receptor integra y
sintetiza por series las distintas perturbaciones físicas que le son
presentadas. Para nosotros, la forma es una unidad, que cuenta con
características propias. Las formas no son tan sólo signos (visuales y
sonoros), ya que para la narrativa audiovisual existen dos variables que
condicionan constantemente: el tiempo y el espacio. A la forma la hemos visto
desde una perspectiva Aristotélica, es decir, vista como una estructura
inteligible de la sustancia emotiva, con caracteres propios que la constituyen.
Y por último, por su relativa simplicidad.
El estatuto epistemológico del cual iniciamos es a
partir de las propuestas planteadas por tres autores que desarrollan en concepto
de sincronía: Chion M., Nieto J. y Rodríguez Bravo A. Para el primero, el
proceso esta determinado por puntos de sincronización "un punto de
sinconización es, en una cadena audiovisual, un momento relevante de encuentro
sincrónico entre un instante sonoro y un instante visual"; por su
parte Ángel Rodríguez indica que la sincronía es "la fusión perceptiva
audio-visual -y la define como- la coincidencia exacta en el tiempo de
dos estímulos distintos que el receptor percibe perfectamente diferenciados.
Estos dos estímulos pueden ser percibidos por el mismo sentido o por sentidos
distintos".
La percepción de la imagen y el sonido de manera
única desencadena el proceso de cohesión. Esta combinatoria el sujeto ha
llegado a percibirla cómo única por el principio propuesto por los gestaltistas
como coherencia perceptiva; y por un importante proceso llamado adaptación.
Dentro de nuestras propuestas, una primera
clasificación ha sido desarrollar dos tipos de sincronía que solemos encontrar
en un producto audiovisual. La primera es la sincronía conectiva: este tipo de
sincronía se da cuando una de sus formas (sea visual o sonora) mantiene su
unidad de estímulo durante un tiempo determinado, superponiéndose con otra
forma que varía de manera constante su unidad de estímulo; la segunda la hemos
denominado sincronía de impacto: esta clase o tipo de sincronía causa en el
receptor un sobresalto que le toma por sorpresa. Se da cuando dos formas
(visual o sonora) mantienen su unidad de estímulo de manera uniforme, es decir
uno a uno.
Una categoría que consideramos propia para tomarla
como criterio de clasificación ha sido la estructura, que da como resultado el
conocer los puntos clave de la sincronía. Es importante saber qué y como estas
variaciones o "grados de variación" interactúan de acuerdo a su
simplicidad estructural. Ponemos de manifiesto que tanto las imágenes como los
sonidos mantienen ciertos "rasgos y grados simples", como por ejemplo
la intensidad, el tono, el movimiento o la luminosidad, etc., de tal modo podemos
decir que, tanto las formas sonoras como las formas visuales pueden ser
estudiadas como si estuviesen compuestas por unidades mínimas de variación
vibratoria. Al constituirse como vibraciones, estas unidades pueden ser
medibles.
Cabe recordar que la capacidad de elección del
receptor en el mundo real depende de su situación fisiológica o
psíquica. Para la televisión, el cine o vídeo, el receptor es condicionado y no
tiene capacidad para elegir, le es dado. Pero consideramos que los distintos
grados de articulación que el receptor obtiene de un mundo construido
audiovisualmente funcionan de la misma manera que los del mundo real,
es decir, su base teórica la podemos encontrar en el funcionamiento de la
percepción.
La propuesta para medir estos grados de
articulación y trabajar con los niveles primarios propuestos, junto con los dos
tipos de sincronía presentados es un instrumento denominado sincrómentro
que permite trabajar con unidades medibles, tal es el caso de la frecuencia,
superficie, longitud e intensidad.
Para comprender que significan los niveles de
sincronía es necesario construir a sus vez cuatro gráficos representativos que
nos permitan ver cómo, cuándo y de qué manera funciona la sincronía, a su vez
entenderemos y conoceremos el grado de articulación que mantienen con la
realidad referencial. Estas escalas son una ordenación muy general, pero
representan un instrumento de clasificación para la sincronía.
El primer grado de sincronía que puede existir en
el proceso es aquel que por sus características (tono/movimiento, intensidad
sonora/intensidad lumínica) se fusiona de manera "simple" en un
tiempo y un espacio. La unión de cada característica con sus ascendentes,
descendentes u homólogo. El resultado permite conocer también cuáles son los umbrales
mínimos o máximos de la sincronía. (Véase figura 5 anexo 2).
El segundo grado de articulación que puede existir
en la sincronía es aquel en donde dos formas, o puede ser también una sola
forma pero con cualquiera de sus características (tono, intensidad, movimiento,
etc.), se mantienen constantes en un principio y un final. Ambas coincidencias
dan como resultado un punto de inflexión denominado impacto. Este grado de
unión donde se conjugan dos series de perturbaciones -o más- pueden representar
de manera muy simple un gran impacto en el receptor. Véase gráfico 6 anexo 2)
El tercer nivel de sincronización que proponemos es
aquel en donde dos o más formas, con sus características propias (tono,
movimiento, intensidad) interactúan de tal modo que dan como resultado puntos
de inflexión. Estos se centran, tanto en los ascendentes (puntos de inflexión
bajos) como en los descendentes (puntos de inflexión altos). Es en estos dos
puntos, donde consideramos que existe la fusión entre las distintas formas, dando
como resultado un fuerte impacto continuo. (Véase figura 7 anexo 2).
Por útimo, este cuarto nivel por sus
características (tono, movimiento, intensidad sonora, intensidad lumínica,
etc.) mantiene una coincidencia en su estructura rítmica. El cuarto grado se
articula de acuerdo con las intensidades acentuadas en el compás, donde
coinciden los cambio ya sean de sonido o intensidad de sonido; ya sea de
movimiento o de imagen. A este nivel lo hemos denominado sincronía rítmica.
Las magnitudes de las cuales hablamos están
condicionadas a dos variables que se encuentran en el audio y en la visión:
espacio y tiempo . La importancia del tiempo-espacio es para nosotros una
magnitud que representa de manera muy relevante cómo y de qué manera evoluciona
el fenómeno sincrónico físico a través de su proceso. tanto el sonido como la
luz trabajan con ondas de longitud y ondas percibidas por nuestro oído y ojo,
restectivamente y a través de los distintos grados de variación. De las
unidades de medida que podemos trabajar se encuentran representadas en la tabla
número 1 anexo 3. De las dimensiones propuestas a trabajar serán las
siguientes, véase tabla número 2 anexo 3.
Trabajo presentado en las VI Jornadas
Internacionales de
Jóvenes Investigadores en Comunicación, celebradas
en
Valencia en abril de 1999
FORMA DE CITAR ESTE TRABAJO DE LATINA EN
BIBLIOGRAFÍAS:
Nombre del autor, 1999; título del texto, en
Revista Latina de Comunicación Social, número 22, de octubre de 1999, La Laguna
(Tenerife), en la siguiente dirección electrónica (URL):
http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999bno/19alfre/do.html
Revista Latina de Comunicación Social
La Laguna (Tenerife) - octubre de 1999 - número 22
D.L.: TF - 135 - 98 / ISSN: 1138 - 5820
http://www.ull.es/publicaciones/latina