"Para derribar todas las fronteras": un proyecto
realizado con inmigrantes latinoamericanos
(2.902 palabras)
Laura Guillermina Moyano
Ortiz
Adscripta a la
cátedra de Periodismo de Opinión
Escuela de Ciencias de
la Información
Universidad Nacional de
Córdoba
1-
Introducción
Quería comentarles que
este proyecto que comparto hoy con ustedes surge de una idea inicial gestada en
el seno de una organización sin fines de lucro, de inspiración cristiana que,
creo, algunos de ustedes conocerán probablemente de nombre: Cáritas
Arquidiocesana de Córdoba, Argentina.
Es de destacar que este
proyecto fue avalado y apoyado por las siguientes instituciones públicas y
privadas:
* Secretaría de Derechos
Humanos y Sociales del Ministerio del Interior.
* Dirección Nacional de
Migraciones, Delegación Córdoba.
* Consulados de
Perú, Bolivia, Paraguay, Chile, y Uruguay.
* Consejería de
Relaciones Exteriores y Culto, Gobierno de la Provincia de Córdoba.
* Ministerio de Trabajo
de la Provincia de Córdoba.
* Fundación Comisión
Católica Argentina de Migraciones.
En realidad, la
valoración de este trabajo, con el sector de inmigrantes latinoamericanos en la
ciudad, está dada por el hecho de ser concebido desde un primer momento, desde
la observación de la realidad misma y de la preocupación concreta de
comunicadores sociales y periodistas por este grupo social. Este sector de la
población ha manifestado características socioculturales particulares que nos
permitió detectar necesidades de comunicación y contacto, de información y
encuentro.
En definitiva, dicho
proyecto consiste en la formación de un área de trabajo en la organización
Cáritas que contiene mínimamente al inmigrante, en aquellos aspectos que esta
institución puede contemplar. Desde este centro de comunicación se estructuran
subáreas de cooperación que conforman un espacio pluridisciplinar de
asesoramiento, en lo jurídico y social, de promoción cultural y de
acompañamiento en lo comunitario.
1.1- La institución receptora
Ante todo, y para no
cansar a quienes deban escucharme, quisiera explicar un poco qué es Cáritas, de
este modo nos será más sencillo comprender desde que espíritu surge el
proyecto. Cáritas es aquel organismo oficial de la Iglesia Católica, que busca
promover, orientar y coordinar la acción social d e la diócesis e instrumentar
la comunicación cristiana de bienes con el fin de ayudar a la promoción humana
y al desarrollo integral de la persona y que actúa en nombre de la comunidad.
Se ubica dentro de las organizaciones no gubernamentales (ONG) sin fines de
lucro en el campo de la acción social y el ámbito de su competencia es el
territorio internacional, nacional, diocesano o parroquial
La acción de Cáritas
traduce el amor fraterno en servicios de animación, participación y
transformación de la sociedad. Esto se realiza en un estilo de vida en el que
la solidaridad y el compartir son actitudes y realizaciones permanentes que
enmarcan la vida de las personas y de las comunidades, pues su fe y el
seguimiento de la doctrina cristiana implican una opción no exclusiva, ni
excluyente pero sí claramente preferencial por los más pobres de la sociedad,
por la búsqueda de la justicia y por la defensa de los derechos de los más
débiles.
La misión de
Cáritas es, por tanto, la de abrir nuevos cauces para la vivencia de la
solidaridad social, haciendo crecer en la comunidad la conciencia de la
justicia y del sufrimiento humano, desarrollando proyectos de acción concretos
que afronten los problemas desde la raíz que los produce. Su finalidad es
promover a las personas, en especial a las más necesitadas, aquellas que viven
en situación de marginalidad, fomentando el crecimiento de la vida en
comunidad, promoviendo iniciativas y acciones que generen una toma de
conciencia y actitudes de compromiso en la caridad.
La tarea de esta
institución no es un fin, sino un medio para despertar las energías propias de
los grupos afectados, incorporándolos a la búsqueda de soluciones para sus
problemas. Por estas razones nos planteamos la necesidad de ofrecer una
respuesta desde el área inmigrante de Cáritas y hacia este sector marginal que
es el de los inmigrantes latinoamericanos en Córdoba.
1.2- Para conocer el sector
Este grupo social al
cual nos dirigimos reúne ciertas características que quisiera precisar, para
que podamos comprender a qué grupo de la población nos dirigimos.
Según las cifras
brindadas por el Ministerio del Interior de la Nación, en la provincia de
Córdoba hay aproximadamente 20.000 inmigrantes latinoamericanos, de los cuales
10.000 serían ilegales (la cifra de ilegales puede ser mayor)
Si se tiene en cuenta el
censo poblacional realizado en 1991, en Argentina hay 32.615.528 habitantes, de
los cuales 817.144 provienen de países limítrofes, lo que representa el 2,5 %
de la población total del país.
El inmigrante no es sólo
lo que define el diccionario, una persona que ingresa a un país habiendo
emigrado de otro, sino que es además una persona con los mismos derechos y
obligaciones que cualquier nacional, al menos así lo establece la Constitución
Nacional Argentina en su artículo nº 20.
Considerando la
problemática social del inmigrante latinoamericano, podemos decir que muchas
veces estos grupos humanos carecen hasta de lo indispensable: trabajo,
vivienda, atención médica, otras veces son explotados laboralmente, marginados
por su color de piel, su lenguaje, sus costumbres, a ello se suma la dramática
experiencia del desarraigo y de la paulatina pérdida de aquello que lo
identifica: sus valores, creencias, sus familiares y amigos, en definitiva de
sus afectos.
Partiendo de un análisis crítico de la región, no
podemos soslayar cuáles han sido las causas de estas sucesivas expulsiones de
masas humanas hacia el exterior que están sufriendo la mayoría de los países de
Latinoamérica. Podríamos ver que están relacionados con esto los diversos
procesos políticos e históricos sufridos por nuestros pueblos que han generado
una distribución desequilibrada de los recursos y bienes, el militarismo, el
narcotráfico, los injustos sistemas económicos que recaen sobre las clases
menos pudientes, la persecución por motivos ideológicos o raciales. En los
últimos diez años, las ciudades de Latinoamérica experimentaron un crecimiento
demográfico acelerado, grupos masivos de personas emigraron de zonas rurales a
la ciudad; de esta manera se van conformando lo que se conoce como "Villas
de emergencia", "Conventillos" o "Fabelas" en los
centros de las grandes ciudades. Las viviendas precarias, el desempleo, el
subempleo, el trabajo insalubre, la indocumentación, la prostitución como medio
de supervivencia, la violencia en sus múltiples formas, el analfabetismo, la
falta de asistencia sanitaria y de educación para la salud forman parte del
drama social en el que vive el inmigrante en Latinoamérica.
Desde hace treinta años,
aproximadamente, el arribo de inmigrantes provenientes de Europa y hacia
Argentina disminuyó pero se produjo otro tipo de movilidad humana intensa y
compleja: la de las migraciones limítrofes, esto es grandes grupos
poblacionales provenientes de países como Bolivia, Perú, Paraguay, Uruguay,
Chile que, paulatinamente, pueblan las áreas periféricas de las grandes
ciudades, como así también el campo argentino. Además de lo mencionado, cabe
agregar que en Argentina no existe una política migratoria orgánica que sistematice
y reglamente adecuadamente el ingreso de los extranjeros en el país. Las
medidas adoptadas por el gobierno en materia de inmigración se reducen a una
serie de decretos que van señalando, en todo caso, una marcada intención de
selección en cuanto al tipo de inmigración, a través del aumento progresivo en
el costo de las tasas y de los requisitos para radicarse. Este grupo social
manifiesta carencias a distintos niveles:
a - Nivel laboral: los salarios de la mayoría de los inmigrantes son
más bajos que los de cualquier nacional, las jornadas de trabajo prolongadas
excesivamente, las condiciones de trabajo son insalubres, carecen de obra
social y no cuentan con aportes jubilatorios.
b - Nivel económico: En general no cuentan con ingresos económicos fijos,
y si los tienen no les permite cubrir mínimamente sus necesidades básicas.
c - Situación
habitacional: Si el convertirse en
propietario de una casa es un privilegio de algunos, acceder a una vivienda en
alquiler significa un esfuerzo desmesurado para cualquier inmigrante.
d - Salud: Si bien el
inmigrante es atendido gratuitamente en los hospitales públicos, no puede
acceder a medicamentos, prótesis, radiografías, servicios odontológicos,
intervenciones quirúrgicas, etc.
e - Cultural: El desconocimiento de la cultura a la que se
enfrenta, el lenguaje y costumbres del país donde reside dificulta la
adaptación del inmigrante; su integración en la nueva sociedad y, por tanto, le
será mucho más complicado poder comunicarse satisfactoriamente con los demás.
f - Educacional: Parte de la integración a la nueva cultura está
dada por las posibilidades del acceso a la educación, el inmigrante se
encuentra en la encrucijada de contribuir al desarrollo del país que lo recibe.
Conclusión:
Los factores antes mencionados afectan no sólo a la participación del
inmigrante en la sociedad, sino también a su dignidad como persona, a su
supervivencia, cuando no se cuenta con lo más elemental, difícilmente se pueda
contribuir al engrandecimiento del país.
2 - Desde la práctica y hacia el
proyecto comunicacional
Al implementar este
proyecto comunicacional, lo primero que nos planteamos fue la necesidad de
conocer y reconocer objetivamente a este grupo al cual queríamos dirigirnos, ya
que consideramos, al igual que Jesús Martín Barbero, que "... hay
comunicación en la medida en que se asume el lugar en el cual las personas
viven, dentro del cual las personas se colocan. Es un lugar objetivo, una
objetividad con la espesura de las dimensiones culturales que tiene la vida misma,
por donde pasa lo religioso, lo sexual, lo político, el dolor, la emoción, la
devoción".
Queríamos saber cómo
viven, colaborar en sus organizaciones. Si bien hay herramientas que queríamos
transmitirles, para nosotros lo más importante era asumir la realidad cultural
del grupo y a posteriori situarnos desde un concepto de comunicación que nos
permitiera "conversar con la gente", acompañarlos en los distintos
procesos, acercarnos a ellos para colaborar en el logro de una buena
organización superadora de los conflictos en la que se ven inmersos.
Desde otro ángulo,
sabemos que la comunicación a través de los medios es un fenómeno cultural,
"por el que mucha gente vive la constitución del sentido de la vida. La
comprensión del mundo del arte, la comprensión del sentido de la muerte, de la
juventud, de la enfermedad, de la belleza, del dolor. Y es justamente en estas
prácticas de comunicación donde aparece revelada la socialidad, lo social; en
la red de relaciones que construyen de forma habitual al juntarse, al reunirse.
Como bien lo explica Barbero, es "en los modos de comunicar donde se
juegan y expresan dimensiones claves del ser social".
Queríamos comunicarnos
con este grupo ubicándonos en lo cultural, desde donde se percibe la globalidad
de lo social. Tampoco quisimos dejar de lado que las democracias en
Latinoamérica significan participación política, pero también posibilidades
económicas y sociales de desarrollo de una vida digna. Por esto es fundamental
para nosotros reconocer "la inercia que manifiestan los procesos políticos
y también las consecuencias de la brutalidad, de la situación económica, ya que
por medio de esto se estructura la economía global. No obstante, la economía
sola no nos muestra "la totalidad de lo social", la cultura quizás
tampoco, pero tal vez podamos llegar a entender un poco más a la gente,
valorando la dimensión cultural de estos sectores populares, en términos de
culturas cotidianas." Lo que el pueblo hace con su vida, lo que piensan,
lo que sienten.
Podríamos llamar
"cultura popular," a eso que viven las mayorías en sus visiones del
mundo, sus valoraciones "su modo de percibir, de amar, de cocinar,
caminar, etc." Tres ejes, entonces, sobre los que hacer girar nuestro
trabajo:* La idea de cultura popular como manifestación de lo cotidiano.
* La estrecha relación entre economía y
pobreza.
* La comunicación como una respuesta a las
necesidades sentidas de la gente.
Era nuestro deseo
descubrir, también, qué rol queríamos jugar dentro de una comunidad de
inmigrantes y qué papel desempeñábamos para la institución que proponía este
proyecto.
Nos planteamos preguntas
que pudiéramos respondernos sobre la marcha:
a- ¿Cómo doy a conocer
este servicio que brinda Cáritas?
b- ¿Qué es lo que debo
resolver desde mi área de trabajo?
c- ¿Puedo resolver el
problema, puede un comunicador coordinar esta tarea
Enfrentar el desafío de
trabajar en un terreno desconocido para nosotros fue reconocer que, más que
ejecutores, debíamos aprender a diseñar todo un proyecto de comunicación que
fuera desde la idea hasta la realización, como señala J. M. Barbero,
"quien produce comunicación debe dar cuenta de lo que se quiere comunicar,
de los públicos a los cuales se dirige y de los discursos que debe emplear para
expresarse".
Comenzamos a entender un
poco más a la gente desde el momento percibimos que por detrás de la pobreza se
asomaban valores, aptitudes, apetencias, exigencias de este sector, que nos
llevaron a reformular nuestros objetivos iniciales y adaptarlos a esta realidad
que nos sorprendía por lo compleja, rica y distinta. Empezamos a "derribar
fronteras" (como le llamamos nosotros), a partir de la distinción de
ciertos conceptos arraigados en la cultura de estos inmigrantes, algunos de
ellos:
* La idea de superación,
en lo económico, educativo y social, lo que trae aparejado la necesidad de
imperiosa de trabajo, no sólo para subsistir sino más bien y además para crecer
como persona dentro de la sociedad.
* Su concepto de calidad
de vida, que les permite disfrutar de instancias de recreación y no pensar
tanto en consumir, como quizás hacen otros grupos sociales.
* La idea de
conservación de la identidad, que se manifiesta en la riqueza de sus
producciones culturales, en la danza, la música, el canto, los platos típicos y
en su religiosidad, fruto de la mezcla entre lo pagano y lo sagrado, lo masivo
y lo popular.
Del contacto con estas
familias surgen diversas iniciativas: la implementación de las 22 huertas
familiares en un asentamiento (*) de inmigrantes bolivianos, con el apoyo del
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la elaboración de
cartillas, folletos, vídeos, etc. que sirvieran de apoyo en los encuentros de
reflexión y formación, que ellos mismos pedían a fines de organizarse en cooperativas,
grupos de encuentros, equipos de trabajo, etc.
A través de las
múltiples consultas que nos hicieron, vimos la necesidad de elaborar la guía de
recursos para el inmigrante, que les permitió orientarse en cuanto a los
trámites que deben realizar para lograr la radicación, adónde tenían que
concurrir, y cómo hacían para llegar a estos lugares.
Asimismo, detectamos la
urgencia de estas familias por conseguir que sus hijos ingresaran al sistema
educativo formal, de alguna manera, por algún espacio libre que dejara la
burocracia y la falta de recursos, entendiendo que a partir de la comunidad
educativa se podrían abrir canales de comunicación e integración hacia toda la
parroquia, el dispensario, el almacén. Es en este momento cuando se empieza a
tejer una red de solidaridad que va desde la oficina de Migraciones hacia el
Registro Civil de las Personas y desde aquí hasta los consulados que poco a
poco van cumpliendo una función de cooperación que había sido dejada de lado
desde hace ya un tiempo.
A partir de las demandas
concretas de recreación, se fue organizando el I Campeonato de Fútbol del Día
del Inmigrante, ya que entendimos que a través del deporte lograríamos la
unidad entre diferentes sectores sociales, en un intento de propiciar nada más
que el encuentro fraterno entre diferentes colectividades.
No quedó sin ser
considerada la posibilidad de comunicarnos con este sector y con la población
en general, a través de la emisión de un programa de radio a difundirse en
forma semanal. Nuestro objetivo no sólo fue encontrarnos por medio de la
música, las costumbres y la cocina regional, sino una ocasión para hablar de lo
que nos preocupa, de nuestra religión, de la política, etc. Gracias a esta
alternativa mucha gente se acercó a nosotros con el fin de obtener su
radicación; es probable que de otra forma no lo hubiesen hecho.
2.1 Conclusiones
Sería muy largo citar
todas las actividades que se realizaron durante el año 1994, sólo quería
comentarles que a través de estos encuentros, a veces ocasionales, a veces
sistemáticos, pudimos realmente sentirnos cerca de lo popular, compartiendo
vivencias, modos de vida y partiendo de algunas herramientas de comunicación.
No fueron pocos los inconvenientes que tuvimos, a
pesar de esto llegamos a algunas conclusiones que enriquecieron aún más nuestra
labor: descubrimos que la falta de recursos dejo de ser un problema para llegar
a ser un estímulo para crear y arriesgarse en cada acto y en cada gesto que
proponíamos; encontramos que la comunicación puede ser un medio para integrarnos,
participar, comprender pero también puede ser un fin, para encontrarnos,
recrearse y disfrutar de una comida, un paseo o un mate (**).
Notas
(*) Grupos de personas
que se establecen en tierras que no les son propias, en general son territorios
fiscales.
(**) Infusión hecha con
yerba mate, muy popular en Argentina, Paraguay y Uruguay.
Bibliografía consultada:
- Jesús Martín Barbero,
'Pretextos: conversaciones sobre comunicación y sus contextos'.
- Armand Mattelard, 'El
retorno de la cultura', Telos Nº 37, Madrid.
- Joan Costa, 'Universo
social', Telos Nº 37, Madrid.
[Trabajo
presentado en las I Jornadas La Laguna - América sobre Comunicación,
celebradas
en la Universidad de La Laguna, en marzo de 1996]
Revista Latina de Comunicación Social
La Laguna (Tenerife) - enero de 1998 - número 1
D.L.: TF - 135 - 98 / ISSN: 1138 - 5820
COMUNICACIÓN POPULAR