En la actualidad se habla con insistencia de las alternativas a la enseñanza, pero tales alternativas se formulan más como un reformismo que no como una actividad que deberá cambiar redicalmente. Por eso el propósito del autor es el de ofrecer una verdadera ruptura, para lo cual analiza la función del saber sobre el que se apoya toda nuestra enseñanza y que se lleva a cabo en la escuela. En su análisis el autor nos muestra cómo las diferentes funciones que la escuela realiza son la consecuencia de haber instaurado un especial tipo de saber que deberá ser denunciado. Después de hacer una crítica del saber por el que el cual deberá ser sustituído. Y ese cambio en la base de la enseñanza repercutirá de modo muy diverso en la sociedad, en la tarea de los docentes y en la metodología didáctica usada por éstos.Toda la influencia de esa reforma del saber básico es examinada con bastante detalle por el autor en esos tres aspectos citados. Al final, y con objeto de facilitar la tarea de los docentes que deben trabajar en la línea de la ruptura propuesta, se añade un conjunto de normas útiles para el mejor rendimiento de los grupos de trabajo organizados por los docentes.
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