La obra narra la aventura de los profesores de un centro escolar que deciden revisar de una manera sistemática cómo están llevando a cabo la evaluación de sus alumnos. Organizados en grupos y ayudados por unas guías de trabajo que ellos mismos elaboran, analizan sus evaluaciones en el aula y afrontan con sinceridad y realismo sus dificultades. La coherencia de su trabajo les irá haciendo ver la necesidad de evaluar su actuación como docentes y la de efectuar una evaluación interna de la misma institución escolar.
Este artificio literario permite a la autora cubrir una doble finalidad: aportar información sobre la evaluación de la enseñanza y del aprendizaje, y ofrecer a los centros un modelo de actuación que puedan incorporar a su funcionamiento ordinario.