Los decanos de las facultades de Letras de España no consideran aceptable identificar la convergencia del sistema universitario europeo con una reducción del catálogo de titulaciones del ámbito de las humanidades: “ni la convergencia europea, ni las necesidades del mercado, ni las demandas de la sociedad, justifican la reducción de los
estudios universitarios de Letras”. Reivindican asimismo una presencia prominente en los debates que han de desembocar en la reestructuración del catálogo de títulos (que debería ser “lo más flexible y abierto posible”) y señalan que el Ministerio de Educación y Ciencia debería hacer públicas cuanto antes las líneas generales de este proceso,
acabando así con la actual indefinición que está dificultando sus primeras etapas. Estos son algunos de los puntos principales de la declaración aprobada por los más de 50 representantes universitarios reunidos el pasado fin de semana en Lugo con motivo de la XIV Conferencia Nacional de Decanos de Letras.
Otro aspecto destacado de la declaración es que los decanos de Letras, suscribiendo las propuestas hechas por los presidentes de las conferencias de decanos de determinados ámbitos científicos, reivindican el protagonismo de sus facultades en la definición y la organización de los futuros estudios de postgrado que preparen para impartir docencia en
los institutos, defendiendo que “la capacitación del profesorado de Enseñanza Secundaria se debe basar en una sólida y continua formación” en cada una de las disciplinas o ámbitos de conocimiento, mientras que los aspectos pedagógicos y metodológicos deberán ser complementarios y no centrales en el currículum de estos postgrados.
En relación con otra cuestión controvertida, el borrador de la Ley Orgánica de Educación, los decanos de Letras también se expresan con contundencia: ”nos oponemos a la reducción y supresión de contenidos de carácter humanístico” que prevé el citado anteproyecto.
La declaración parte del convencimiento de la “necesaria adaptación de las titulaciones de Letras a las cambiantes circunstancias del entorno”, pero afirma que esta adaptación debe conducir a la “potenciación y el desarrollo profesional” de estos estudios a partir de “criterios académicos y científicos”, de una “mejora de la financiación” y del “respeto a la autonomía universitaria”. |