En esta comunicación se investiga la influencia del uso de los simuladores y los
laboratorios virtuales en la enseñanza de la química. Así, el software permite el trabajo
en un ambiente protegido que facilita la tarea y convierte al laboratorio en una
aventura sin riesgos permitiendo que los estudiantes ensayen, prueben y se arriesguen a
equivocarse sin miedos. Los programas también ayudan a representar eventos del
mundo real lo más cercanos posibles a como aparecen en la realidad. El uso de
programas de aplicación permite incrementar el interés de los estudiantes al “aprender
haciendo”. Así se busca que recuperen la satisfacción respecto de sus aprendizajes a
través de la adopción de estos complementos virtuales que les abren nuevas opciones y
así, en alguna medida, se pueda revertir la idea de que la química es difícil como
normalmente la conciben y que la puedan aprender con motivación.
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