Tanto en el panorama internacional, como en el iberoamericano, las revistas especializadas en comunicación, cultura de masas y nuevas tecnologías informativas no dejan de crecer y desarrollarse, aunque es cierto que no por ello se encuentran siempre en sus páginas novedades y aportaciones que supongan grandes avances teóricos o profesionales.
En general, se advierte en la producción escrita sobre los fenómenos comunicativos (tanto en revistas como en libros) una cierta redundancia en los temas, en las perspectivas y enfoques, y también en las informaciones ofrecidas. Es cierto que algunas propuestas son novedosas y hasta originales, pero a veces se tiene la sensación de que diferentes cuestiones, en particular las tecnológicas, son tratadas muchas veces sin presentar aportaciones nuevas, pues se limitan a repetir conceptos y datos abordados con anterioridad en las mismas publicaciones o en otras similares.
Seguramente resulta difícil que pueda ser de otra manera, debido a la enorme cantidad de artículos que salen a la luz cada año en este campo académico y profesional, al reducido número de fuentes disponibles para nutrirse y a que no todas las revistas van dirigidas al mismo público, bien por limitaciones idiomáticas o territoriales. En éste, como en otros ámbitos académicos y profesionales, la redundancia parece ser una de las características propias de nuestro tiempo, y todo apunta a que no sólo se mantendrá en un futuro próximo sino que seguramente aumentará.
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