Retrayéndonos en el tiempo para sumergirnos en nuestra reciente historia se observa que a principios de los años 50 se pasó muy rápidamente de la sociedad industrial a la sociedad de la información gracias al impacto combinado de la informática, la televisión y los medios de telecomunicación. A finales ya del siglo XX el uso de las nuevas tecnologías ha provocado entre otras consecuencias la aparición de dos nuevas clases sociales en la que puede ser calificada con propiedad como sociedad de la información: personas que poseen información y aquéllas que no la poseen.
Todo ello tiene importantes repercusiones en educación. Los avances tecnológicos de los últimos años nos obligan a hablar de la importancia de la imagen electrónica, de los nuevos medios de comunicación propiciados por las mayores posibilidades de la informática (hipertextos, hipermedios, multimedios y realidad virtual) y la comunicación a través de redes que nos permiten hablar ya no de autopistas de la información sino de auténticos canales de comunicación por su bidireccionalidad y su grado de interactividad. Los cibernautas de finales del siglo XX apenas tienen nada que ver con los sufridos alumnos de hace muy pocos años.
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