Arte y a la vez madre de todas las ciencias, la matemática se ha impregnado de realismo. Más prosaica ahora, sus profesionales se dedican sobre todo a la aplicación, a la práctica. Nada nuevo: la matemática nació práctica, pero un grupo de griegos exiliados hizo de ella un culto y después un asunto de razón y divagación; de abstracción pura y, hasta hoy, fuente inagotable de inspiración y materia de pensamiento esencial. Porque, ¿qué es un axioma, que sólo tiene utilidad en sí mismo, sino artículo de fe para agnósticos y descreídos? Y no por fe, sino por razón, la matemática es ciencia insondable y cercana, y como tal hoy está en Internet.
|