Norman trata en el libro sobre cómo estamos rodeados de objetos cuya utilización no resulta nada simple, quizás por el hecho de que quién los diseña no se para a pensar en cómo hacer la vida más fácil a quién tiene que usarlo. Él utiliza ejemplos que todavía hoy resultan de penosa utilización, como los lectores de videos... en efecto, estos últimos días he tenido un problema con uno de estos aparatos que me ha hecho pensar que soy más inepto de lo que en principio estoy dispuesto a aceptar. Por no decir problemas más simples, como el de puertas que no sabes como se abren, o las radios de automóviles, de las que usas sólo una muy pequeña parte de sus funcionalidades
|