Las preguntas más fundamentales acostumbran a parecer las más tontas. Así, por ejemplo, quizás una de las preguntas más importantes en los negocios es: ¿por qué existen las empresas? O, más exactamente, ¿por qué precisamos de organizaciones complejas y "ordenadas" (jerarquizadas) para producir algo, si disponemos de un mercado en el que quién tiene algo y quién lo busca pueden ponerse de acuerdo?
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