La mercadotecnia política se incorporó a los procesos electorales de América latina a finales de los años 1980s como parte del proceso de transición hacia la democracia. A partir de esta incorporación, se ha generado un fuerte debate entre sus impulsores y sus detractores sobre su uso, potencialidades, contribuciones y riesgos que representa para el sistema democrático. En lo particular, tres han sido los cuestionamientos más importantes que se han hecho a esta disciplina: primero, sobre su alejamiento de los principios éticos. Segundo, sobre su relación adversa a los sistemas democráticos y tercero, sobre el carácter acientífico de la disciplina En el presente ensayo, se analizan estos cuestionamientos, a la luz de las formulaciones teóricas más sobresalientes de los últimos años, concluyendo que la mercadotecnia es una ciencia social, sin intencionalidad propia, que ayuda al mejor entendimiento de los procesos de intercambio político voluntario que se dan en toda sociedad democrática.
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