En las presentaciones de libros, en los congresos y en las revistas solemos exponer nuestras aportaciones y resultados de investigación. A veces, un colega hace alguna aportación crítica, y ahí termina. Los árbitros de la revista dictaminan, pero los dictámenes son confidenciales. No fomentamos una cultura de debate. "Discutir y argumentar posiciones teóricas y metodológicas" es una de nuestras políticas editoriales "que aparece en la segunda de forros" que no hemos cumplido hasta ahora. La versión impresa de las revistas lo dificulta: no se puede exceder de un número de páginas determinado, incluir una sección más aumenta los costos o las fechas de
publicación fijas dificultan diálogos oportunos. Sin embargo, la versión electrónica no tiene estas limitaciones.
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