A veces al grupo clase le faltan las conexiones afectivas y de relaciones interpersonales que hagan posible que los individuos actúen como personas y no solo como grupo de individuos. Los conflictos, en aquel contexto se resuelven con violencia, la participación en proyectos no existe y el profesor o profesora se convierte en juez y parte, eliminando la corresponsabilidad del grupo.
Pero todo esto puede variar. Es necesario para ello plantearse una nueva organización del trabajo, un nuevo estilo y una nueva filosofía: el consejo de cooperativa, el reparto de tareas y responsabilidades, la ayuda mutua, la valoración personal, la organización del trabajo personalizado, la posibilidad de avanzar a su propio ritmo,... Parece utopía, sin embargo es realidad la utopía se ha hecho realidad.
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