En nuestra sociedad, las ciencias y las técnicas tienen una imagen terriblemente ambigua. Por una parte, hacen y deshacen nuestra vida diaria y unas minorías saben explotarlas para desarrollar riquezas. Por otra parte, su evolución desestabiliza nuestros medios de existencia y nuestros valores éticos y .culturales. Las ciencias y las técnicas se convierten entonces en objeto de controversias. Fenómenos de rechazo se extienden en la sociedad. Atacadas, suscitan nuevas interrogantes, levantan contradicciones y surge la angustia. El desarrollo de movimientos anti-ciencia, la subida de lo irracional y del integrismo están ahí para dar prueba de ello.
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