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Quaderns Digitals / Quaderns número 57
Este niño es un desastre. Aproximación al concepto de Dispraxia [29-03-2009]
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  Inmaculada Fernández Andrés
Raúl Tárraga Mínguez
Gabriela Acosta Escarreño
 
Resumen: En el presente artículo presentamos la Dispraxia, término utilizado en los

países anglosajones, francófonos y latinoamericanos. Además, el artículo intenta

mostrarnos claves prácticas para su identificación y nos aconseja que tareas realizar en

cada momento teniendo en cuenta la edad cronológica del niño.



Introducción

¿Qué es la dispráxia?

Etimológicamente la palabra praxia proviene del griego “Pratto”. En el

diccionario de la Real Academia Española “praxis” viene definida como práctica, en

oposición a la teoría. Jean Piaget define las praxias como un conjunto de movimientos

que se realizan para alcanzar un resultado o intención. Cada praxia se construye en

relación con un aprendizaje. Por otra parte, la partícula procedente del latín “dis”

significa negación o contrariedad.

Podemos diferenciar el significado de dos terminologías, la palabra apraxia y la

dispraxia. El término apraxia hace referencia a la pérdida de una secuencia de actos que

en un momento adquirió, por otra parte la palabra dispraxia hace referencia a la

imposibilidad de adquirir la construcción de un acto. En el plano clínico, se trata de

niños que son incapaces de llevar a término determinadas secuencias gestuales, o que

las realizan con extrema torpeza” (De Ajuriaguerra J.,1969).

En este artículo expondremos qué entendemos por dispraxia.

Seguro que alguna vez hemos conocido a algún escolar que ha tenido problemas

para atarse los cordones de los zapatos, abrocharse los botones de la camisa, coger

correctamente un lápiz o bolígrafo, escribir con letra legible, etc., estos síntomas son

propios de una dispraxia.

La dispraxia es en general un trastorno de los movimientos motóricos y puede

afectar incluso al habla. Como en todos los trastornos, no todos los niños que padecen

la dispraxia tienen la misma gravedad.

No es consecuencia ni de un retraso mental (RM), ni de una parálisis cerebral

(PC) pero sí que algunas ocasiones otros trastornos primarios (RM y PC) pueden

acompañar dicho problema.
 
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