En este artículo se defiende la existencia de unas relaciones muy directas entre la calidad del aprendizaje y las condiciones de la enseñanza. No sólo se definen y bosquejan estas condiciones cruciales de la enseñanza en términos de los niveles de recursos, a los que se refieren los modelos al uso, sino en relación con las estructuras y culturas básicas que configuran el trabajo de los maestros y las relaciones que éstos establecen, por medio de su trabajo, con otras personas. En tercer lugar, el artículo sostiene que las culturas y estructuras actuales del trabajo de los maestros están anacrónicamente enraizadas en las necesidades y demandas de la época precedente: la era de la industria mecánica pesada y de las también pesadas burocracias. Estas formas de trabajo de los maestros no se adaptan bien a la era postindustrial, postmoderna, con sus pautas de producción y organización fluidas, flexibles y cambiantes. Por último, el artículo contempla algunas posibilidades y problemas del rediseño de las estructuras y culturas del trabajo de los maestros en la era postmoderna, con el fin de conseguir una enseñanza y un aprendizaje de calidad para el siglo XXI
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