El títere como herramienta educativa frecuentemente se ve afectado por una serie de prejuicios relacionados, por ejemplo, sobre su asociación a la infancia. Sin embargo, una mirada a la historia del títere nos revela que esta asociación ni está fundamentada en la historia (encontramos una larga tradición de espectáculos para públicos diversos) ni en las posibilidades didácticas (que son importantes en la enseñanza de adultos, como lo son en la educación infantil). Dejando a un lado estereotipos diversos, podemos hallar en el títere un buen recurso en la educación lingüística y literaria de las personas adultas.