Desde nuestro trabajo e investigación una de las evidencias que tenemos1, es que una de las vías más certeras la encontramos en el campo del currículum que nos brinda, en tanto es un espacio conceptual bien armado y clarificador para orientar la integración curricular de las TIC, que más allá de planteamientos instructivos supere objetivos y procesos educativos claramente instrumentales en la utilización de los recursos tecnológicos. Desde esta perspectiva analizamos los resultados en cuanto a rendimiento, motivación y propia evolución y trayectoria de un Programa de Diversificación cuya característica esencial es la realización de Proyectos de Trabajo. Con la integración y profundización del equipo docente en las competencias, el reto con ellos fue sistematizar la Evaluación. Surge una experiencia que nos exige, junto con ellos, a clarificar conceptos clave – evaluación y competencias - y a replantearnos nuevas formas de hacer en metodología. La primera tarea junto con los profesores y profesoras adscritas al Departamento de Orientación suponía unificar significados. En un segundo momento la tarea consistió en analizar las propias programaciones / proyectos, detectando mediante la autoevaluación los propios errores. De otra parte, el desarrollo de las TIC vuelve a dar a la metodología un protagonismo renovado, configurándose unas nuevas formas de socialización a través de las recientes formas de información que permiten expresar y comunicar experiencias de forma globalizada: la palabra hablada, escrita, con sonidos e imágenes. Es el momento de otros códigos de comunicación y habrá que adecuar procedimientos educativos. Se producen numerosos materiales que tienen como característica inquietante, el continuo cambio. 1 Rayón Rumayor, L y Rodríguez Torres, J.: La necesaria <> del docente para la integración curricular de las TIC. OGE, nº 4, julio de 2006
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