Después de hacer un recorrido a lo largo de las distintas fases que han presidido la Reforma educativa desde sus comienzos, el autor nos advierte del peligro de una progresiva involución hacia los valores y disciplinas de la escuela más tradicional que conocemos. La degradación que se ha venido produciendo en el campo de la formación culmina en una fase en la que los modelos ofertados por las distintas Comunidades son ahora casi uniformes.Según el profesor lufiaurre, la Administración equipara conceptos como "calidad en educación" y "rentabilidad de la inversión". El camino hacia una escuela privada de élite está abierto.
La educación que por fuerza de la costumbre se llega a definir como un instrumento de integración social y vehículo para la transmisión de valores éticos, individuales y colectivos, no deja de ser una tarea de futuro que se estructura a partir de un presente de intenciones, de hechos y de realidades que apenas casan. En torno a la educación se dice mucho y se hace mucho discurso interesadamente vacío, pero apenas se aspira a contextualizar lo que se quiere y se debe hacer.
La formación del Profesorado se concibe también desde esta óptica. Es un gran reto, es necesario para el desarrollo de las Reformas en educación, pero no deja de tener cortapisas desde la propia Administración pues la Administración quiere ser la que, en sus juegos de fuerzas propios, regule y determine la tipología y el alcance de los planes y acciones de formación y los perfiles de las/los profesionales "liberados de la tiza"; mayormente no tanto por su saber hacer y dinamizar sino por su servidumbre al poder establecido. Y todo esto ha sido una constante que se ha venido reafirmando según se han ido acotando los procesos de Reforma en el tiempo
|