Las relaciones entre el norte y el sur son muchas veces el resultado de las relaciones y las transferencias tecnológicas y también de la posibilidad para el sur de desarrollar investigaciones científicas y tecnológicas independientes. La división internacional del trabajo condiciona y es condicionada también por estas relaciones de dependencia e independencia en el sentido tecnológico y científico. Los Estados más poderosos conjuntamente a las estructuras productivas industriales y de servicios contribuyen al fortalecimiento del poder tecnológico de los países del norte y al mismo tiempo los grandes complejos productivos y las redes de éstos vienen a ser como Estados mundiales sin pretender ser Estados.
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