Desde un punto de vista ecológico, la ciudad de hoy, la gran ciudad de la sociedad industrial o postindustrial, se sitúa justo en el extremo opuesto de lo que podríamos entender por ciudad educativa. Es una afirmación rotunda y quizá pesimista, que espero justificar. Pero quiero advertir desde ahora que no estoy en contra de la ciudad, a pesar de ello, ya que estoy convencido de que es en las ciudades, y con ellas, como se construirá el futuro.
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