La sociedad multicultural sin duda se está conformando como modelo para el futuro próximo.

Si queremos que sea una sociedad pacífica y justa, tenemos que ser muy cuidadosos con la educación que estamos ofreciendo a los niños inmigrantes: hay que hacer un gran esfuerzo para que estos niños tengan las mismas oportunidades y hay que educar a nuestros propios hijos en la diversidad. Tenemos que trabajar todos para alcanzar lo que decía ese acertado eslogan antirracista: “diferentes pero iguales”.