Quiero comenzar esta conferencia -en el sentido menos pretencioso de su etimología: un caminar en compañía, orientar, conferir cumfero- haciéndoles partícipes de un convencimiento, que dejará muy clara mi posición ante nuestro autor y nuestro tema desde las líneas iniciales: considero a Francisco Ayala como uno de los grandes pilares del espléndido edificio de nuestra literatura del siglo XX. Hasta tal punto que, si la axiología literaria y los procesos de "canonización" de la escritura lo exigieran (y, sin duda lo exigen), no dudaría ni un momento en alinearlo con nuestras figuras mayores: estoy hablando, para que se me entienda con claridad y para que no haya ninguna duda, de autores como Miguel de Unamuno, Ramón María del Valle Inclán, Antonio Machado o Juan Ramón Jiménez... por sólo citar a algunos ya indiscutibles que, generacionalmente, le precedieron...
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