La formación del profesorado viene constituyendo un lugar común de críticas y perfeccionismos excesivamente centrados en los aspectos profesionales. Aquí proponemos un ejemplo de prácticas universitarias como modelo realizable e igualmente formativo dedicado al caso de la enseñanza de la Historia. La formación de los futuros profesionales de la educación ha de pasar, sin ambages, por una ejercitación completa y continua de la reflexión sobre el diseño de todo Prácticum.
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