Pero es algo que nos tiene que hacer pensar... Hay un montón de entrenamiento en nuestras mentes para que el acto citado sea eficiente... Por un lado, debemos saber que para entrar hay que apretar un botón, que el monosílabo “sí?” quiere en realidad decir “quién eres?”, y que la respuesta “yo!” en realidad está indicando, no mediante la simple palabra, sino mediante el tono de voz, quien es el que está solicitando entrar...
Así, de la manera más sorprendente, con 4 letras se ha desarrollado un acto muy complejo... que alguien unos pisos más arriba haya podido permitir la entrada a alguien muy concreto con el que tiene alguna relación (el detalle de esa relación no lo he podido descifrar...)
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