Es casi un lugar común decir que la información es el componente más importante del progreso de las sociedades modernas actuales. Las llamadas “sociedades post-industriales” y las culturas con un gran crecimiento del sector servicios atribuyen a la información un valor estratégico debido a que la eficacia en el logro de los objetivos de una empresa o institución depende, en gran medida, de la cantidad y la calidad de la información que manejan. En la cultura anglo sajona, la información ha pasado a ser un valor relativo, por lo que se considera que el conocimiento implica información, datos, imágenes e imaginación, así como actitudes, valores, y otros productos simbólicos de la sociedad, tanto si son ciertos, como aproximados e, incluso, falsos
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