Sus risas y cantos me enredan, van y vienen, revolotean por encima de mí, son luces infinitas que no conocen la sombra, iluminan mis ideas y buscan refugio en mis ojos. Están ahí, ignorando la realidad y festejando la fantasía. Sus alas rozan mi piel seduciéndola, guiándome por caminos oníricos buscando la libertad anhelada
|