Los que participamos en esta experiencia somos conscientes de la importancia que tiene el éxito de la misma, como símbolo y modelo a imitar por otros muchos jornaleros y jornaleras, desterrando la idea alimentada durante tantos años de que los jornaleros/as somos la parte de la sociedad rural andaluza que solamente debe trabajar para otros, cuando a éstos les convenga.
Los comienzos fueron lentos pero seguros, desarrollamos y potenciamos hábitos de discusión en grupo, sobre la realidad del mundo rural, definiendo claramente los objetivos y el modelo organizativo de la Cooperativa, antes de constituirla.
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