"En el pasado, cuando el conocimiento era escaso, quienes lo creaban eran los héroes de la tribu, y los bibliotecólogos sus acólitos. Pero en una era de exceso de información, la
producción y aún la distribución del conocimiento son juegos de niños. Los editores esperan que en el futuro yo esté dispuesto a pagar por piezas especiales de información; pero yo me pregunto si no son muy optimistas. Por lo que estoy dispuesto a pagar cuando océanos de datos chocan contra mi puerta es por ayuda para filtrar esa inundación y encontrar lo que necesito."
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