Desde el último ladrillo fundamental de la materia, llamado quark top, hasta los intentos por desentrañar los misterios del AD36, como el adenovirus que causa la obesidad, el mundo se debate por las vías paralelas de la salud y la enfermedad, la vida y la muerte, la creación y la destrucción.
A través del tiempo histórico la humanidad intenta dar una imagen de crecimiento, prosperidad, felicidad y júbilo. Desde que la teoría Darwiniana catapultó al hombres desde el protozoo marino, hemos visto cómo nacen y mueren aplastadas naciones enteras, pueblos completos llevados al patíbulo.
No hay problema más importante que la educación y es justamente un problema irresoluto por no ser un desafío con oportunidad.
Evolución humana y educación, dos elementos inseparables por toda la vida. Así lo ratifica la Carta Magna emanada de los organismos internacionales. El concepto de dignidad del hombre es el fundamento de todos los derechos y el pretexto histórico de todos los atropellos.
El Ser-Protozoo, como especie primigenia de esta constelación, pudo gozar de libertad, equidad y participación dentro de su propio medio acuoso.
Es posible afirmar especulativamente sobre la felicidad circunstancial de este Ser-Protozoo. Los mares, ardiente lava de química y fuego, no hacían más que preparar la solidificación del magma derramada por la cadena de volcanes.
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