Si observamos una fotografía de Manhattan, el corazón de la ciudad de Nueva York, puede verse un espacio donde están abigarradas construcciones de todo tipo y dimensión. Todo vestigio del ambiente original ha desaparecido, no existe vegetación, la costa, la orilla del río están totalmente edificados, organizados, no queda ni una sóla porción que no haya sido completamente remodelada por el hombre.
Por el contrario, si pensamos en el campo o en el término "rural" nos viene inmediatamente a la mente la representación de espacios verdes, zonas poco habitadas, espacios más "naturales".
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