Este fenómeno ha modificado inclusive el sector de las vacaciones proponiendo situaciones como los llamados "Centros Estivales".
En muchas ciudades, particularmente las industrializadas, el desarrollo del Centro Estival, en ciudad, ha podido representar una ayuda de tipo social para muchas familias: los niños, que, terminada la escuela, no tenian otro punto de referencia, podían vivir una experiencia educativa de tiempo libre utilizando las estructuras de la ciudad. En los centros metropolitanos, tal iniciativa terminaba luego por unirse a proyectos de más altos vuelos dirigidos a la "prevención" de la delincuencia juvenil ofreciendo espacios "protegidos" de actividad y socialización alternativos para combatir ciertas formas de abandono.
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