La explotación irracional de los recursos naturales del planeta por parte de la sociedad actual, con el fin de obtener una rentabilidad económica inmediata, es un fenómeno que se viene produ­ciendo en las últimas décadas. Este proceso ha dado lugar a la aparición de graves problemas ambientales a escala mundial tales como: erosión del suelo, desertización, desaparición de especies animales y vegetales, conta­minación, agotamiento de recursos, ... Para frenar esta alarmante situación, se ha ido generando progresivamente a nivel internacional, planteamientos que proponen una nueva relación de las personas con el medio, abando­nando por tanto, la perspectiva utilita­rista del mismo, y potenciando un uso respetuoso y racional de los sistemas naturales. Se propugna un desarrollo sostenible, que respaldado por una legislación adecuada, sea capaz de aunar el avance económico y tecnoló­gico con la conservación del medio y el bienestar colectivo.