En alusión directa con la última publicación del escritor portugués y premio Nóbel de la literatura, José Saramago, El Hombre Duplicado, en el cual nos narra como un sujeto de nombre Tertuliano Máximo Afonso, maestro de historia, descubre en su cotidianeidad un duplicado exacto de su persona y lo lleva a una indagación frenética y desesperada, desencadenante narración de volver a iniciar un ciclo de vida y búsqueda con el alter ego: Daniel Santa-Clara, el actor, el que también quiere verse identificado en el rostro del otro que se aliena a través de las imágenes registradas en películas de video y decodificadas en movimientos que provocan perturbación e inestabilidad, lo importante es saber que :“…Quien no se amaña, no se apaña…” título sugestivo para ahondar sobre la verdad (que no está adentro, no está afuera, simplemente es), del porqué la vida no nos pertenece ni mucho menos tendríamos que llenarla con nuestras particulares historias personales llenas de vanidad, egoísmo, crueldad, sadismo, pecados y virtudes (viaje del ego) y a la que debemos procurar ser responsables de ella, es decir, la invitación para comprender, que quién se apropia del discurso y de la identidad del otro, es el que podrá prevalecer en la cotidianeidad y en la existencia social, aun a pesar de los condicionantes entre los individuos y los colectivos, el hecho puede ser contundente cuando nos vemos involucrados en una dinámica narrativa que se perfila y nos habla de la sociedad actual que se despunta de los primeros años del siglo XXI, donde los encuentros pueden ser circunstanciales y paradójicos, donde la comunicación juega un mero móvil para conectarnos con nuestro propia realidad llena de abismos y caos desorganizado, y no es para menos, porque es parte de la estrategia y desarrollo de las sociedades que emergen a través de los cambios paradigmáticos de la ciencia y la tecnología (Kuhn), revoluciones que traen consigo una multiplicidad de determinantes, irrelevantes delimitaciones contradictorias, sobre todo cuando observamos con detenimiento el fenómeno de las comunidades virtuales centradas en un solo objetivo, crear, deconstruir y reconstruir las viejas columnas de la cultura humana, sujetas a nuevos principios y códigos de solidaridad y permanencia, parámetros e indicadores que se intercambian en el ciberespacio de las comunicaciones convertidas y pactadas en el nuevo valor agregado del poder hegemónico, la información, en su versión global y postmoderna; el conocimiento como constructo y proceso de la gestión en tiempos asincrónicos e interconectados, donde lo más importante es estar “actualizados”, haciendo valer nuestras diferencias individuales en ámbitos de experiencia y aprendizaje; supuestos teóricos del avance de los estudios de la cognición humana y de las neurociencias; aun nada se ha escrito en su totalidad respecto a las claves del razonamiento y el aprendizaje, ni del pensamiento humano, ni de las disertaciones filosóficas, psicológicas, antropológicas, y biológicas entre otras.
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