Así es la vida, si pretendiéramos evitar errores, de todos modos estaríamos en el error. Y quizá ello sí sería uno de esos errores imperdonables. Es así, los riesgos son inherentes a la vida misma.Los padres no pueden evitar lo inevitable: sus hijos, de hecho al igual que ellos mismos, de alguna manera o de otra, de todas formas van a sufrir y por supuesto que también van a gozar, y ciertamente así van a crecer, y dependiendo de cómo les vaya en esto, van a impulsarse hacia la vida, la construcción, la integración, la creación, o van a sucumbir hacia la destrucción, la desintegración, hacia la muerte, hacia la muerte de sus posibilidades y de sus potencialidades. Evidentemente desde que el hombre es hombre, un cierto malestar impera en la cultura.
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