Considerando como objetivo final del lenguaje leer y escribir correctamente, la poesía nos ofrece increíbles e innumerables recursos para conseguirlo.
No es ninguna utopía trabajar la poesía en la escuela. En realidad lo que se le va a dar al niño son muy diversos recursos que él utilizará para escribir, pues al niño le encanta hacerlo. Disfruta reflejando lo que él ve, lo que le cuentan y, sobre todo, lo que siente.
La poesía así será como un juego y la clase se convertirá en un lugar de actividad, de participación alegre, donde no habrá silencio. Habrá silencio de colmena, no de cementerio.
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