-Las jornadas de tarde siempre han representado un reto a lo largo de mi trayectoria como maestra de Educación Infantil. Este curso, además, con los alumnos de tres años, todavía era más difícil. ¿Cómo podía motivarlos? Mi idea no sólo era que viniesen al colegio felices y contentos, con ganas de escucharme, sino, sobre todo, que aprendiésemos.
Creo que en la trayectoria docente, los maestros tenemos en ocasiones 'ideas geniales"; así las llamo yo. Ideas que llegan a plasmarse en algún momento, dándoles forma, de manera original: La mente infantil, muy sutil en ocasiones, necesita poder creer en algo para poder crear. Por eso para mí es importante que mis alumnos crean en lo que les propongo.
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