La situación en la enseñanza, si somos honestos, es bastante deplorable. Hemos hablado en anterior artículo sobre la falta de profesionalidad del docente; ahora tomamos el tema desde un poco más atrás: profesores mal formados inicialmente o formados hace décadas, frente a grupos de jóvenes de hoy, que están en otro contexto, en otro mundo. Profesores que se iniciaron con el pizarrón (encerado), alumnos con videoconsolas. El desencuentro es bastante claro. ¿Cuál es el nexo entre esos dos mundos…o es posible la unión de estos dos mundos?. El autoritarismo o la dependencia hacia el profesor aconseja al alumno, la acomodación, y así puede hacer que el sistema siga funcionando externamente. Pero la educación no debería funcionar de esta forma. La empresa va hacia otro lado (hay empresas que crean su propia universidad). La sociedad está a kilómetros de distancia y el joven come de otros platos, cuál es el papel de la educación…? El problema está directamente en el profesor, en la Institución, en los planes de enseñanza. Entonces, para ir al encuentro en estas distancias, no vayamos a cierta educación privada, busquemos la solución en la práctica reflexiva del docente, en su profesionalización y en su educación permanente, desde la sociedad actual y futura, desde la empresa actual y futura, desde el joven que siempre es futuro.
|