La escritura en una segunda lengua hace que cambie la forma de expresar nuestros pensamientos. Cuando expresamos nuestros sentimientos más íntimos, poesías, textos literarios, etc., se puede incluso justificar este cambio, pero cuando esto sucede en un artículo científico que ha de ser objetivo y preciso, nos causa más sorpresa. Las reglas gramaticales o formales de la segunda lengua se confunden con las reglas de nuestro lenguaje cotidiano, pero esta influencia se ha de evitar primero identificando estas infuencias y, a continuación, corrigiéndolas. En este estudio proponemos una serie de medidas a llevar a cabo para evitar esta confusión en la producción de una segunda lengua.
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